ICD
Abreviatura de International Classification of Diseases. En castellano, CIE
(Clasificación Internacional de las Enfermedades de la Organización Mundial de
la Salud).
IDEA DELIRANTE
Idea recurrente, persistente o absurda, de naturaleza egodistónica, es decir, no
vivida como voluntaria, sino como idea que invade la conciencia.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 331.
IDEA SOBREVALORADA
Ideas o creencias con diversos grados de plausibilidad, que están afectivamente
sobrecargadas y que tienden a preocupar y a dominar al individuo a través de
amplios periodos de su desarrollo vital. Pueden ser compartidos por otros
miembros del grupo social o, en esencia, ser admisibles y comprensibles
socialmente.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 331.
IDEALIZACION
Según M. Klein.- "Mecanismo esquizoide vinculado con la escisión y la negación.
Se niegan las características indeseables del objeto, y el bebé proyecta en él
su propia libido. Aunque pertenece primordialmente a la posición
esquizo-paranoide, la idealización puede formar parte de las defensas maníacas
contra ansiedades depresivas".
Segal H, “Introducción a la obra de Melanie Klein”, Buenos Aires, Paidós, 1987,
pág. 122.
Según M. Klein.- "El mecanismo de idealización está inevitablemente unido al
mecanismo de disociación e inicialmente defiende de ansiedades persecutorias. La
creciente idealización del objeto bueno tiene por finalidad alejarlo del
persecutorio y hacerlo invulnerable. Dicho mecanismo se vincula con la negación
mágica omnipotente: las características indeseables del objeto son negadas,
mientras simultáneamente es recubierto de 'bondad' (amor, invulnerabilidad,
poderes mágicos, poder omnipotente de protección, etc.). El monto de
idealización está en relación directa con el monto de persecución frente al
objeto, y es una defensa resultante de ansiedades persecutorias (temor a ser
atacado y destruído por el objeto)".
"El mecanismo de idealización forma parte también de las defensas maníacas en la
situación depresiva (mitigando en tal caso la ansiedad depresiva), adjudicando,
por otra parte, al objeto una gran riqueza de contenido y una gran capacidad
reparatoria. Entonces, si el objeto es perfecto y lo posee todo, no está
destruído, no puede atacar retaliativamente al yo (ansiedad persecutoria), ni el
yo tiene que penar por él ni preocuparse por repararlo (ansiedad depresiva)".
"Los mecanismos de idealización tienden a negar la fantasía de destrucción del
objeto, otorgándole invulnerabilidad, riqueza de contenidos, belleza. Un objeto
así, no dañado ni moribundo, evita tanto el temor a la persecución como el
sufrimiento psíquico (duelo)".
"Dentro de la teoría kleiniana, la idealización es precursora de buenas
relaciones de objeto (en tanto el objeto idealizado es el precursor del objeto
bueno). Una idealización extrema, sin embargo, traba la relación con el objeto
real, puesto que no existen objetos ideales sino idealizados. Un cierto monto de
idealización se mantiene a lo largo de la vida adulta (enamoramiento, ideales de
vida, etc.)".
Piccolo E., "Defensas en los tests gráficos", Editorial Paidós.
IDENTIDAD
“Sentido que cada persona tiene de su lugar en el mundo y significado que asigna
a los demás dentro del contexto más amplio de la vida humana”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág.
621.
IDENTIDAD LABORAL
La identidad laboral debe ser entendida como “la integración del yo en sus
vínculos con el espacio, con el tiempo y con los otros en el contexto de una
actividad laboral. Así, el sentimiento de identidad está conformado por el quién
soy yo, a su vez determinado por el dónde estoy y qué hago. La génesis de esta
identidad laboral está inserta en el proceso mismo de constitución del yo a
partir de los vínculos yo-tarea, y-grupo-, yo-organización” (D’Anna S y
Hernández L, 1998:127).
D’Anna S y Hernández L (1998), Introducción a la psicopedagogía laboral. Buenos
Aires: Aprendizaje Hoy.
IDENTIDAD OCUPACIONAL
“Es la autopercepción a lo largo del tiempo en términos de roles ocupacionales”,
entendiendo por ocupación el conjunto de expectativas de rol, y por rol una
secuencia pautada de acciones aprendidas, ejecutadas por una persona en
situación de interacción. El sentimiento de identidad ocupacional se ha gestado
sobre la base de las relaciones con los otros. En esas relaciones algunos
aspectos merecen atención particular, como la génesis del ideal del yo, las
identificaciones con el grupo familiar, las identificaciones con el grupo de
pares y las identificaciones sexuales.
Bohoslavsky R, Orientación vocacional, Buenos Aires, Nueva Visión, 2001, 21
edición, pág. 44-50.
IDENTIDAD SEXUAL
“Hace referencia a la forma en que una persona se identifica como perteneciente
a uno u otro sexo. Incluye tres facetas: la identidad de género o percepción
individual de ser hombre o mujer; el rol sexual o expresión pública de la
identidad de género; y la orientación sexual o elección de objeto sexual”.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatología Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995,
pág. 459.
“Concepto que se construye entre los 2 y los 6 años aproximadamente y que
implica la autoclasificación como hombres y mujeres, la conservación del género
y la constancia genital”.
Barragán Medero F, (1991), La educación sexual. Guía teórica y práctica.
Barcelona: Paidós, pág. 153.
IDENTIFICACION
Como mecanismo de defensa, “es la adopción inconciente de características o
actividades de otra persona, a menudo para reducir el dolor de la separación o
la pérdida. Por ejemplo, una viuda asume el mismo trabajo voluntario que su
marido realizaba”.
Gelder M, Mayou R y Geddes J (1999), Oxford Psiquiatría, Madrid: Marbán, 2da.
Edición, pág. 91.
“El término identificación es el que generalmente se ha utilizado para definir y
representar el activo proceso estructurante que tiene lugar dentro del yo y por
el cual éste metaboliza ciertos componentes internalizados dando lugar a una
matriz identificatoria. Es el conjunto de operaciones que determinan el proceso
de estructuración que ocurre dentro del self sobre la base de la selección,
inclusión y eliminación de elementos provenientes de los objetos externos, de
los objetos internos y de partes del self. La identificación así considerada
sería el resultado de una serie de objetos que abarcan distintos fenómenos
comprendidos en dos grandes categorías: internalización y externalización”.
Grimberg L (1976), Teoría de la identificación. Buenos Aires: Paidós.
Según M. Klein.- "Se la considera siempre un resultado de procesos introyectivos
y proyectivos". Véase Identificación introyectiva, Identificación proyectiva.
Segal H, “Introducción a la obra de Melanie Klein”, Buenos Aires, Paidós, 1987,
pág. 122.
IDENTIFICACION CON EL AGRESOR
Mecanismo de defensa introducido por Anna Freud, íntimamente ligado a la
tendencia del aparato psíquico a reproducir activamente lo vivido pasivamente.
Tiene un doble aspecto: heteroagresivo y autoagresivo. En el primero se inflige
a otro (persona o cosa) la violencia que el yo sufrió en forma pasiva, como el
niño que luego de visitar al médico, reproduce la situación con un compañerito
imponiéndole todo lo que el médico le impuso a él. En el segundo, el yo se hace
a sí mísmo lo que el otro le hizo antes. Es una vuelta de la agresión contra la
propia persona. Por ejemplo en la melancolía, donde el automartirio implica que
el yo se insulta y se agrede como previamente fue agredido e insultado por el
objeto.
Berenbaum L y Ferrari R, Acerca de las defensas del psiquismo. Incluído en
“Fundamentos de psicología”, págs. 107-108.
IDENTIFICACION INTROYECTIVA
Según M. Klein.- "El resultado de la introyección del objeto en el yo, el cual
se identifica entonces con algunas de sus características, o con todas".
Segal H, “Introducción a la obra de Melanie Klein”, Buenos Aires, Paidós, 1987,
pág. 122.
IDENTIFICACION PROYECTIVA
Según M. Klein.- "El resultado de la proyección de partes del Yo en un objeto.
Puede tener como consecuencia que se perciba al objeto como habiendo adquirido
las características de la parte proyectada del Yo, pero también puede resultar
en que el Yo llegue a identificarse con el objeto de su proyección" (pág. 122).
La identificación proyectiva patológica "resulta de la desintegración diminuta
del Yo o de partes del Yo, que luego se proyectan en el objeto y se desintegran;
tiene como consecuencia la creación de 'objetos extraños'".
Segal H, “Introducción a la obra de Melanie Klein”, Buenos Aires, Paidós, 1987,
pág. 123.
Según M. Klein.- "Mecanismo que se traduce por fantasías donde el sujeto
introduce su propia persona, en su totalidad o en parte, en el interior del
objeto para dañarlo, poseerlo y controlarlo".
Laplanche J y Pontalis J, “Diccionario de psicoanálisis”, Barcelona, Labor,
1981, 3° ed, pág. 189.
IDEOLOGIA
“Conjunto de definiciones compartidas que suministran interpretaciones y
soluciones para lo que se juzga una situación social insatisfactoria”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág.
621.
IDIOT SAVANT
Del francés “sabio idiota”. Designa a los niños o adultos que presentan un
desempeño excepcional en un área específica (por ej en cálculo, música, dibujo,
escultura y arte en general), pero al mismo tiempo presentan un retardo
pronunciado.
Lorenzo García R, Acerca de la problemática del talento, en Revista del
Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología, Universidad de Buenos
Aires, Año 5, 2000, pág. 45.
ILUSION
Distorsión perceptiva causada por predisposición personal, por indefinición
estimular, por indefinición de la situación en que se produce el estímulo, o por
una combinación de estos factores.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Madrid, McGraw Hill, 1995, pág.
227.
ILUSION GRUPAL
1. Definición.- Término acuñado por D. Anzieu. Este autor llama ilusión grupal a
"un estado psíquico particular que se observa tanto en grupos naturales como
terapéuticos o formativos, estado que es espontáneamente verbalizado por los
miembros de la manera siguiente: 'Estamos bien juntos; constituímos un buen
grupo; nuestro jefe o monitor es bueno'" (pp. 176 y 264).
La ilusión grupal supone que el grupo sea erigido en objeto libidinal, y el
grupo funciona en el aparato psíquico de los participantes como Yo Ideal (p.
264-265). La ilusión grupal es la forma particular que toma el grupo en el
estadio del espejo (p. 194). En otras ediciones, Anzieu indica que en el caso en
que el grupo se estructure en torno al Ideal del Yo, lo que se carga
libidinalmente es la imago del padre omnipotente y condescendiente. En la
ilusión grupal se carga libidinalmente al grupo mismo, es decir se estructura en
torno al Yo Ideal.
La ilusión grupal es ella misma un fantasma: el fantasma de la partenogénesis o
autoengendramiento: "Subsistimos en el vientre materno por concepción continua,
somos concebidos, pero aún no nacidos, nuestro nacimiento es indefinidamente
retrasado, el deseo de nuestra madre es guardarnos y quedar todo bien juntos
para siempre" (p. 185).
2. Interpretación de la ilusión grupal.- La ilusión grupal es una fase
inevitable en la vida de todo grupo, sea este natural o de formación. Tratar
psicoanalíticamente esta ilusión implica un trabajo de desprendimiento que exige
pasar por una desilusión (p. 190).
La ilusión grupal, tan frecuentemente sentida en los grupos pequeños, es
difícilmente analizable dentro de éste. Un posible lugar para su análisis es el
grupo amplio: la interpretación apuntará aquí a escindir la idealización (se es
feliz en el grupo pequeño) de la persecusión (uno se ve perjudicado en el grupo
grande) (p. 270).
3. La ilusión grupal como defensa.- La ilusión grupal es una defensa hipomaníaca
colectiva contra la angustia paranoide común. Habiendo sido proyectada la
pulsión de muerte en algún chivo emisario o fuera del grupo, los integrantes
pueden ahora experimentar entre ellos un lazo puramente libidinal (p. 193).
También puede funcionar como defensa contra el fantasma de la escena primaria
que explica el origen del ser humano por la unión del hombre y la mujer. La
ilusión grupál traduce la afirmación inconciente según la cual los grupos no
nacenían así, sino por partenogénesis, viviendo en el interior del cuerpo de una
madre fecunda y omnipotente (p. 183).
4. Condiciones de la ilusión grupal.- a) Escisión o clivaje de la transferencia:
para que el grupo pueda convertirse en el pecho bueno introyectado es necesario
que encuentre un objeto malo sobre el cual la transferencia negativa escindida
sea proyectada (p. 184).
Los participantes tratan de reencontrar en el grupo el pecho bueno, después de
haber vivido inconcientemente desde las primeras reuniones la angustia
perseguidora transportada por el fantasma inconciente de un peligro de
destrucción por el grupo en tanto madre-mala (p. 263). Un grupo sólo es
formativo cuando se establecen una mayoría de vínculos positivos, y entonces la
ilusión grupal es un paso necesario. Desde Klein, se trataría de un proceso de
reparación del objeto destruído (p. 264). Cuando un monitor toma a su grupo por
un "buen" grupo y este hace lo mismo con el monitor, todo está maduro para la
ilusión grupal. Es un buen ejemplo de complementariedad de la transferencia y la
contratransferencia (p. 187).
b) Ideología igualitarista: Verbalizable como "todos somos iguales". La
situación grupal moviliza angustias arcaicas, paranoide y depresiva, ligadas a
la relación dual con la madre. La ilusión grupal es la contrapartida de dichas
angustias, como la fusión con la madre buena: "somos todos objetos buenos en el
seno de la madre buena y nos amamos como ella misma nos ama concibiéndonos y
nutriéndonos". Hay así una igualdad de niños-penes en su relación con el seno
como objeto parcial. No se trata de identificaciones recíprocas (Freud) entre
los miembros, sino de identificaciones primarias donde se está indiferenciado de
la madre (p. 184-185).
c) Denegación de la existencia de los fantasmas originarios: la ideología
igualitarista es una defensa contra la angustia de castración en tanto esta
introduce diferencias. El rechazo al emparejamiento es una defensa contra los
fantasmas de la escena originaria. El rechazo de la interpretación
psicoanalítica es una defensa contra el fantasma de una seducción que el grupo
podría ejercer sobre el monitor, o viceversa (p. 185).
Anzieu, El Grupo y el inconciente, cap 1-2-3-8.
IMAGEN ALUCINOIDE
Imagen autónoma y similar a una alucinación, excepto por el momento de su
aparición (ligadas exclusivamente a estados carenciales, hipertermia, etc.), y
por el hecho de que la persona mantiene los ojos cerrados y sabe que lo que
experimenta son imágenes.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Madrid, McGraw Hill, 1995, pág.
227.
IMAGEN EIDETICA
Variedad de imagen mnémica consistente en la representación mental de una
experiencia sensorial previa (de un percepto), que conserva todas o la mayor
parte de las propiedades de ese percepto, y que la persona puede evocar a
voluntad.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Madrid, McGraw Hill, 1995, pág.
227.
IMAGINARIO SOCIAL
“Creo que tenemos que considerar al imaginario social como una construcción
colectiva, más o menos arraigada en vastos sectores sociales pero no en todos, y
dentro del cual tienen un lugar preponderante los prejuicios… Aunque la
estructura del imaginario social es siempre la misma, la forma que éste adquiere
en relación con las distintas temáticas estará determinada por los elementos
subjetivos que se ponen en juego frente a estas últimas”.
Salvarezza Leopoldo (comp) (1998) La vejez: una mirada gerontológica actual,
Paidós, Buenos Aires, pág. 28.
“Los imaginarios sociales son las representaciones (mitos, memorias,
‘arquetipos’, etc) que una determinada sociedad o comunidad tiene de sí mísma y
de otras. A través del imaginario social una comunidad designa su identidad;
elabora una representación de sí mísma, marca la distribución de los papeles y
los roles sociales, expresa e impone ciertas creencias, etc. Esa identidad
colectiva marca un ‘territorio’ y define las relaciones con los otros”.
Ford Aníbal (1999) La marca de la bestia. Buenos Aires. Grupo Norma, pág. 64.
Los imaginarios sociales son referencias en el vasto sistema simbólico que
produce toda colectividad y a través del cual ella se percibe, se divide y
elabora sus finalidades. Así, a través de estos imaginarios sociales una
colectividad designa su identidad elaborando una representación de sí mísma,
marca la distribución de los papeles y las posiciones sociales, expresa e impone
ciertas creencias comunes fijando modelos formadores. Así es producida una
representación totalizante de la sociedad como un orden donde cada elemento
tiene su lugar, su identidad, su razón de ser. El imaginario social es así, una
de las fuerzas reguladoreas de la vida colectiva.
Aporte anónimo
IMAGO
“Para Freud la imago designa la pervivencia imaginaria de algunos de los
participantes de las relaciones intersubjetivas reales y fantasmáticas de un
sujeto en su ámbito familiar predominantemente” (pág. 72). “Para M. Klein las
imagos son objetos fantaseados que tienen como prototipo los objetos originarios
(padres reales) deformados por la proyección de los primeros impulsos” (pág.
73).
Rousseau Mignon (1995), Grupo, esa posible-imposibilidad… Buenos Aires: Tekné.
IMC
Indice de masa corporal. Es la proporción entre el peso y el cuadrado de la
altura: IMC = kg/metros cuadrados (pág. 554). En psicopatología es un parámetro
importante cuando se trata de identificar ciertas patologías como la anorexia o
la bulimia.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995.
IMPLICACION
En psicología institucional, este concepto hace referencia a la situación en la
cual el sociólogo, quien analiza la institución, está ‘implicado’ subjetivamente
en su análisis. Este concepto tiende a ocupar entonces el lugar de la
contratransferencia institucional, oponiéndose así a las pretensiones de total
neutralidad y objetividad del sociólogo. Para René Lourau, el objeto del
análisis institucional en situación de intervención consiste en validar el
concepto de analizador, o sea, plantea la necesidad de enlazar el análisis y la
implicación en el contexto de un movimiento de vaivén que va del hombre en
situación al objeto, y del objeto al hombre en situación (pág. 108).
Lapassade, Socioanálisis y potencial humano.
IMPLOSION
Stampfel (1966) fue el primero en usar esta técnica de reducción de la ansiedad.
Se basa en el supuesto de que cualquier angustia puede extinguirse al
proporcionar al paciente la experiencia de que no ocurra un resultado que se
espera altamente angustiante. El terapeuta debe crear repetidas veces la
situación angustiante. Cuando se experimenta un alto nivel de ansiedad, el
paciente se sostiene en ese nivel hasta que ocurra la disminución del valor que
produjo la ansiedad de la situación (pág. 272). Sinónimo: saturación.
Striegel-Moore R y Slaikeu K, (1993) Glosario de técnicas de terapia en crisis.
Incluído en Slaikeu K, Intervención en crisis. México: El Manual Moderno.
IMPOTENCIA
“Fallo en la obtención y/o mantenimiento de la erección en el hombre. Se
considera disfunción sexual cuando se presenta en al menos el 25 por ciento de
las relaciones o intentos de relación sexual”.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatología Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995,
pág. 459.
INCONCIENTE
El inconciente como fuerza motivante de la conducta es uno de los presupuestos
de las técnicas proyectivas. Es un concepto teórico pero con implicancias
empíricas, porque permite explicar observaciones realizadas. Se conoce el
inconciente por sus expresiones concientes (síntomas, tests, etc), y no se opone
a conciente, sino que es un grado preparatorio del conciente. No se define
negativamente (todo lo que no es conciente) sino positivamente: incluye
contenidos que condicionan la conducta en función de motivos concientemente
desconocidos. No tomamos, entonces, su sentido descriptivo sino su sentido
dinámico.
La existencia del inconciente se establece por dos cosas: a) el contenido
(equivalentes instintivos, representaciones de objetos u órganos, emociones de
amor o cólera), y b) el modo de actuar (el proceso primario, que deviene proceso
secundario en el preconciente. Sus mecanismos son desplazamiento, condensacion,
proyección, identificación, ausencia de tiempo y contradicciones, igualdad de
valores para la realidad interna o externa, principio del placer, etc).
Un sector del inconciente inaccesible a la conciencia es el inconciente
reprimido, pero que ejerce su influencia.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
INCONCIENTE COGNITIVO
“Basándose en la idea de la mente como procesador de información, el
cognitivismo ha dejado de tratar en gran medida la naturaleza de la conciencia y
de sus contenidos subjetivos, y se ha centrado en la comprensión de la
organización funcional y de los procesos que subyacen a los sucesos mentales y
los originan. Como Karl Lashley indicó hace mucho tiempo, el contenido conciente
procede del procesamiento, y nunca somos concientes de este procesamiento sino
sólo de su resultado”.
LeDeux J (1999), El cerebro emocional. Buenos Aires: Planeta, pág. 32.
INCONCIENTE COLECTIVO
Para Jung el inconciente colectivo es transpersonal, compartido por todas las
personas. Consiste en ciertas potencialidades que todos compartimos debido a que
somos humanos (1936). Todas las personas, más allá de variaciones individuales o
culturales, desarrollan alguna forma de vida familiar, comparten las mismas
emociones de enojo, pena o alegría, o desarrollan algún tipo de lenguaje para
comunicarse. Por tanto, ciertos arquetipos y símbolos reaparecen una y otra vez
de una sociedad a otra y tienen un significado común. El inconciente colectivo
puede probarse en los sueños, mitologías y datos transculturales.
Engler Barbara, Introducción a las teorías de la personalidad. México:
McGraw-Hill, pág. 81.
Concepto junguiano. Es colectivo en el sentido de que constituye un rasgo
genérico del hombre, es decir, es compartido por todos los miembros de la
especie humana, poseyendo una realidad psíquica anterior a la experiencia
personal (pág. 76). En oposición al inconciente personal y subjetivo, se trata
de un inconciente colectivo y objetivo.
Progoff Ira, La psicología de Jung y su significación social, Buenos Aires,
Paidós, 1967.
INCONCIENTE PERSONAL
Para Jung, en el inconciente personal residen aquellas percepciones,
pensamientos, sentimientos y recuerdos que han sido apartados (ya que nuestra
conciencia sólo puede contener unos cuantos detalles a la vez) y pueden ser
recuperados con facilidad. Incluye también aquellas experiencias de la vida que
han sido reprimidas u olvidadas, y que, a veces arduamente, pueden volverse
concientes. Las experiencias son agrupadas en el inconciente personal en lo que
Jung llama complejos.
Engler Barbara, Introducción a las teorías de la personalidad. México:
McGraw-Hill, pág. 80.
INDIVIDUACION
Según Jung, proceso terapéutico que lleva al sujeto a desarrollar la máximo sus
potencialidades equilibrando las cuatro funciones psicológicas y equilibrando la
conciencia y el inconciente (las disposiciones inconcientes son incorporadas a
la conciencia). El proceso culmina con la afirmación del Selbst (traducido como
sí-mísmo). La individuación comienza entonces confrontando la persona con la
sombra, luego con su anima o animus, y finalmente con la sumisión al arquetipo
(viejo sabio, gran madre, etc.) con cualidades que trascienden el inconciente
personal.
Desde Jung, la individuación es también el proceso evolutivo del sujeto, que
abarca cuatro etapas de aproximadamente diez años cada una: 1) El hombre nace
con un inconciente colectivo, no habiendo aún un perfil personal que lo
individualice. Esta individualidad va surgiendo poco a poco, por ejemplo cuando
a los tres años es capaz de decir “yo”. 2) Comienza en la pubertad y la
progresiva ruptura psicológica con los padres. 3) El yo se hace cada vez más
coherente, y al final de esta etapa adquiere plena individualidad. 3) Aparece
una adaptación completa del hombre a su rol social: a los cuarenta años el
hombre está ubicado en relación con su medio familiar, social e incluso con el
universo: es la integración de la conciencia del yo. Luego de los 40 o 45 años,
surgirá el problema del sentido de la vida, con lo cual el hombre busca una
significación suprapersonal y más objetiva de su vida sobre la base de los
arquetipos. Así, se pasa del anonimato inconciente (nacimiento) al anonimato
conciente (“yo en el universo”).
Ostrov León, Clases año 1978, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos
Aires.
INFANCIA
En comparación con los animales, el bebé humano es mucho más indefenso y depende
mucho más de sus padres, pero también tiene mayor capacidad para aprender. En
general, cuanto más indefensos y dependientes son los infantes, más inteligentes
y adaptables son y menos dependientes de conductas fijas y heredadas. “La mayor
duración de su infancia y la mayor necesidad de protección y cuidado, están
estrechamente unidas a sus formas de acción, fijas e innatas, que son mucho
menores y a su habilidad inmensamente mayor para aprovechar (o desperdiciar) la
experiencia individual. Este es el significado biológico de la infancia y la
base de la civilización”.
Isaacs Susan (1965) Años de infancia. Buenos Aires: Hormé-Paidós, págs. 14-15.
INFERENCIA INCONCIENTE
Término acuñado por von Helmholtz. La inferencia inconciente es un proceso
resultante de “las actividades psíquicas que nos llevan a inferir que frente a
nosotros, en cierto lugar, hay cierto objeto de cierto carácter, y generalmente,
no son actividades concientes sino inconcientes” y por ello se llaman
inferencias, en lugar de conclusiones. El autor destaca, en ese sentido, que
“las acciones son percibidas directamente, pero jamás los objetos externos
mismos”.
Desde el punto de vista teórico, el autor introduce en su teoría de la
percepción la importante idea de que lo que percibimos no son los objetos
externos tal cual son, sino que nuestra percepción se halla influenciada por
inferencias inconcientes, que, por ser inconcientes, son irresistibles y no
pueden ser controladas por el pensamiento conciente, como cuando se obtiene una
‘conclusión’. Los elementos introducidos así en la percepción se deben a la
experiencia y al entrenamiento.
Von Helmholtz H, (1886) Tratado de Optica Fisiológica. Sección 26.
Concepto de F. von Helmholtz (1821-1894). Este autor arguía en primer lugar que
la percepción puede tener muchos datos experimentales que no están representados
inmediatamente en el estímulo, y en segundo lugar, que tales aspectos son en
cierto sentido adiciones que aumentan la percepción de acuerdo con experiencias
pasadas. Decidió llamar a estos fenómenos inconcientemente determinados,
inferencias inconcientes.
Boring E (1929), History of Experimental Psychology. Appleton-Century-Crofts, 2°
edición.
INFERIORIDAD
Según Adler, la lucha por la superioridad surge debido a que los seres humanos
nos sentimos inferiores. Los sentimientos de inferioridad tienen su origen en
nuestro encuentro con el ambiente infantil. A diferencia de otros animales,
nacemos inmaduros, incompletos e incompetentes para satisfacer incluso las
necesidades básicas. Durante largo tiempo seremos dependientes de otras
personas.
En sus primeros escritos, Adler denominó la compensación de las inferioridades,
la protesta masculina, porque en esa época asoció la inferioridad con la
feminidad, aunque luego cambió de opinión diciendo que no había sexos
inferiores.
Engler Barbara, Introducción a las teorías de la personalidad. México:
McGraw-Hill, pág. 103.
INHIBICION
Se dice que un proceso o función están en estado de inhibición si llega a estar
inactivo por la operación de otro proceso o función. En "Inhibición, síntoma y
angustia" Freud contrasta la inhibición con el síntoma, estando referida la
primera a una pérdida de función y el último a un trastorno de la función. La
inhibición y la represión difieren en el sentido de que la primera implica que
algo ha sufrido un corte de energía, y la segunda que algo ha sido contenido.
Rycroft Ch., Diccionario de Psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1976.
INSIGHT
Es un término inglés que significa "mirar hacia adentro". En psicoterapia, se
refiere a cualquier conducta en la cual la persona obtiene una percepción acerca
de sus propios estados y procesos mentales patológicos o de sus cambios
terapéuticos. Este tipo de insight puede ser intelectual, emocional o
conductual, según que implique una comprensión cognitiva o vivencial, o un
cambio de conducta observable. El término se emplea tanto en la psicoterapia
psicoanalítica como en la guestáltica.
El término en cuestión se emplea también en la teoría del aprendizaje de la
gestalt, donde designa un acto de comprensión intelectual súbita de un problema,
y constituye el modelo de aprendizaje que propone esta teoría (por ejemplo los
experimentos realizados por Kohler con simios).
Tanto en su sentido terapéutico como en la teoría guestáltica del aprendizaje,
el insight implica esencialmente un "darse cuenta" de una situación: en el
primer caso es un determinante de la curación, y en el segundo del aprendizaje.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicología. Redpsicología Online.
INSOMNIO
"Incapacidad de dormir las horas necesarias para funcionar correctamente durante
el día".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 399.
INSTITUCION
“Lapassade señala dos sentidos del término institución: uno, como dato (es un
sistema de normas que estructuran un grupo social, regulan su vida y su
funcionamiento); el otro, como acto (en el sentido verbal, instituír es hacer
entrar en la cultura)” (pág. 56).
Rousseau Mignon (1995), Grupo, esa posible-imposibilidad… Buenos Aires: Tekné.
INTELECTUALIZACION
Mecanismo defensivo descripto por Anna Freud en la adolescencia, consistente en
una exageración de un mecanismo normal mediante el cual el yo intenta controlar
las pulsiones asociándolas a ideas que puede manejar concientemente.
Intelectualizar es presentar los problemas en términos más generales y
racionales, que personales y emocionales.
No debe confundirse con la racionalización: ésta última no implica una evitación
sistemática de los afectos aunque los racionaliza justificándolos de alguna
forma. La intelectualización, en cambio, evita lo afectivo dándole forma
discursiva. Por ejemplo, el paciente que se interpreta a sí mísmo para evitar la
irrupción de lo inconciente.
Celener G. y otros, Los mecanismos de defensa y las técnicas proyectivas,
Publicación interna de la Cátedra de Teoría y técnicas de exploración y
diagnóstico Módulo II, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires,
1996.
INTELIGENCIA
"La capacidad para mostrar un comportamiento adaptativo orientado hacia
objetivos. Implica las cualidades necesarias para aprovechar la experiencia,
resolver problemas, razonar y afrontar con éxito desafíos y alcanzar objetivos".
Myers D., Psicología, Madrid, Editorial Médica Panamericana, 3ra. edición, pág.
319.
INTENTO DE SUICIDIO
“El parasuicidio comprende conductas variadas que incluyen desde gestos e
intentos manipuladores hasta intentos fallidos de terminar con la vida propia.
Se hace referencia a actos deliberados que no tienen un final fatal pero que
provocan daños en el propio sujeto que los ejecuta; dichos actos deben ser poco
habituales. Así, por ejemplo, el alcoholismo crónico o las adicciones graves no
se ubican en este rubro” (pág. 36).
Casullo M y Fernández Liporace M, Investigación sobre riesgo suicida en
adolescentes. Prácticas psicológicas en la escuela. En Investigaciones en
Psicología, Revista del Instituto de Investigaciones de la Facultad de
Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Año 2 N° 2, 1997.
INTERACCIONISMO SIMBOLICO
Escuela de pensamiento psicológico-social basada en que la condición humana
deriva del efecto que ejercen unas personas sobre otras. Según esta escuela, los
seres humanos son agentes activos que, en el curso de la interacción social,
plasman en forma directa, conciente y deliberada su historia personal y la del
mundo que los rodea. Destaca el papel que cumplen el lenguaje y los gestos y
ademanes en la formación de la mente, el sí-mísmo y la sociedad”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág.
621.
INTERES
El concepto de interés tiene diferentes sentidos en las diversas teorías
psicológicas. Por ejemplo para Piaget, interés es algo diferente a voluntad y
evolutivamente anterior a ella, mientras que para el psicoanálisis, interés está
más vinculado con el egoísmo (interés del yo), en oposición al altruísmo o
"interés" por el otro (libido objetal). Más allá de estas acepciones, interés en
general podemos definirlo como el comportamiento motivado por una meta
apetecible. Si para un niño saber más no es una meta apetecible, no tendrá
interés en estudiar.
Cazau P (2003), Vocabulario de Psicología. Redpsicología.
INTERES SOCIAL
Según Alfred Adler, el interés social se refiere al impulso en la naturaleza
humana para adaptarse a las condiciones del ambiente social. Se expresa de
manera subjetiva en la conciencia de un individuo de tener algo en común con
otras personas y ser uno de ellos. Se expresa en forma objetiva en la
cooperación con los demás hacia el mejoramiento de la sociedad humana. Esta
característica social innata debe ser cuidada y cultivada en la infancia si los
niños han de lograr un cumplimiento adecuado de las complejas demandas de la
sociedad y han de trabajar hacia su perfección.
Engler Barbara, Introducción a las teorías de la personalidad. México:
McGraw-Hill, pág. 101.
INTERNALIZACION
“Proceso mediante el cual un individuo incorpora en su personalidad los patrones
de conducta prevalecientes en la sociedad”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág.
621.
INTERPRETACION
Interpretación en psicoanálisis.- El término ‘interpretación’ no tiene un
significado unívoco, aún dentro del psicoanálisis. En efecto, se lo puede
entender en el sentido clásico como un develamiento del sentido latente del
material ofrecido por el paciente, o también en un sentido más amplio, como
cualquier acto por el cual cualquier persona, incluyendo al propio paciente,
asigna un sentido a sus manifestaciones verbales. Laplanche y Pontalis
(1981:203) llegan a decir que incluso la llamada elaboración secundaria es de
algún modo interpretación, en la medida en que otorga cierta coherencia a los
elementos producidos en el sueño.
Se llama interpretación al “método de deducir lo que el paciente realmente tiene
en su ánimo y comunicárselo” (Fenichel:39). Indica Fenichel que “dado que el
hecho de interpretar significa ayudar a que algo inconciente se haga conciente,
señalándolo en el momento en que pugna por abrirse camino, las interpretaciones
eficaces solo pueden hacerse en un punto específico, es decir, aquel sobre el
cual se centra momentáneamente el interés del sujeto. La posibilidad de
experimentar los impulsos instintivos infantiles verdaderamente ‘ chocantes’ es
tan lejana que, desde luego, la interpretación no se refiere en un principio a
ellos, sino mas bien a sus derivados. Las actitudes defensivas son más
accesibles a la capacidad de comprensión del paciente, y en consecuencia son las
que se interpretan primero” (Fenichel, 1966:39).
Todas estas caracterizaciones de la interpretación en sentido psicoanalítico
tienen un denominador común: la interpretación es una operación analítica que
consiste en tornar consciente lo inconciente del paciente. La interpretación
está al servicio no solamente de una investigación psicoanalítica, sino también,
desde un punto de vista práctico, al servicio de la cura, porque cuanto se
considera que una condición necesaria para esta última es la toma de conciencia
de lo inconciente.
Señala Freud que, partiendo de la base de que el sueño no es un fenómeno
somático sino psíquico, y que el soñante tiene un saber sobre sus sueños que no
lo sabe concientemente, “se trata únicamente de posibilitarle que descubra su
saber y nos lo comunique” (Freud, 1915:95).
Frente a esta afirmación de Freud, surge el interrogante: la interpretación es
algo que comunica el paciente, como sugiere Freud en el párrafo indicado, o una
comunicación del analista, como destaca Fenichel? Podría responderse a esta
pregunta: a veces el paciente no interpreta su propio sueño, y el analista hace
una interpretación del mismo (juzgando luego si es correcta o no). Otras veces,
el mismo paciente interpreta su producción, en cuyo caso el analista podrá
legitimarla como tal, o bien juzgarla como otro tipo de juicio, como por ejemplo
una intelectualización. En cualquier caso, la interpretación que ofrece el
analista no es una pura invención, porque no es más que una construcción acerca
de lo que el paciente no sabe que sabe.
Si bien la interpretación de lo sueños es dentro del psicoanálisis el modelo de
interpretación, esta puede aplicarse a cualquier otro contenido o formación del
inconciente, tales como por ejemplo los actos fallidos (como lo indica Freud en
las Conferencias 2, 3 y 4), los síntomas y los actos sintomáticos (Conferencias
16 y 17) y las manifestaciones transferenciales hacia el analista (Conferencia
27). También se interpretan los chistes e incluso las producciones artísticas,
como lo mostró Freud al analizar la producción de Miguel Angel y Leonardo da
Vinci, entre otros artistas.
Fenichel O.,(1966) “Teoría psicoanalítica de las neurosis”, Paidós, Buenos
Aires.
Freud S., (1915), “Conferencias de introducción al psicoanálisis”, Conferencia
6: Premisas y técnicas de la interpretación, en Obras Completas, Amorrortu,
Buenos Aires, Vol 15, 1996.
Laplanche J. y Pontalis J., (1981) “Diccionario de psicoanálisis”, Labor,
Barcelona.
Jung.- Jung plantea que la interpretación, onírica o de otros contenidos, se
realiza en dos planos: el del objeto (método reductivo, causal o analítico), y
el del sujeto (método sintético o constructivo, o interpretación junguiana
propiamente dicha). El primero –utilizado por Freud o Adler- es para Jung
insuficiente porque explora el pasado, no agotando todas las posibilidades de
los símbolos, que también encierran sentidos en cuanto al futuro.
El método reductivo vincula al sujeto con objetos: madre, padre, etc. Por
ejemplo, soñar que uno está en un coche manejado por una mujer se interpretaría
aquí como dependencia de una figura materna.
El método constructivo se utilizará en etapas más avanzadas de la individuación,
donde el sujeto alcanzó más autonomía. Implica vincular al sujeto con figuras
arquetípicas del inconciente colectivo, y, por ejemplo, el sueño anterior podría
quedar interpretado en términos de que la mujer que conduce el coche es su
ánima, y que sin la ayuda de este aspecto femenino relegado o rechazado
concientemente, su existencia se verá amenazada .
Ostrov León, Clases año 1978, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos
Aires.
Laplanche y Pontalis.- “A) Deducción, por medio de la investigación analítica,
del sentido latente existente en las manifestaciones verbales y de
comportamiento de un sujeto. La interpretación saca a la luz las modalidades del
conflicto defensivo y apunta, en último término, al deseo que se formula en toda
producción del inconciente. B) En la cura, comunicación hecha al sujeto con
miras a hacerle accesible este sentido latente, según las reglas impuestas por
la dirección y la evolución de la cura”.
Laplanche J y Pontalis J, “Diccionario de psicoanálisis”, Labor, Barcelona,
1981, pág. 201.
Aulagnier.- “Toda interpretación apunta a una modificación en el hic et nunc del
proceso (superación de una resistencia, revelación de un fantasma, asunción por
el yo de un nuevo enunciado identificatorio), pero también apunta a la
realización de la meta final que el proceso analítico se propone” (pág. 331).
Aulagnier se refiere a dos tiempos de la interpretación: “Postulemos que la
interpretación se enuncie en un momento que permita al analizando oírla,
comprenderla y aportarle una respuesta ajustada a nuestra espera. La acción de
la interpretación va a manifestarse por la respuesta inmediata, o muy próxima,
que lo que el sujeto escuchó puede suscitar, y por una ‘segunda respuesta’ que
sólo aparecerá a posteriori y que dependerá de la inevitable metabolización que
deberá hacer el yo de lo que ha oído para poder apropiárselo. Esta segunda
respuesta supone lo que podríamos llamar ‘singularización’ del sentido al que
escoltamos, respuesta diferida cuyo resultado se exteriorizará en una
reorganización de los enunciados identificatorios por los que el yo se define
como yo pasado, yo actual, y como enunciador de un anhelo relativo a su yo
futuro” (pág. 333).
Aulagnier P., “El trabajo de la interpretación. La función del placer en el
trabajo analítico”, artículo escrito en 1976, incluído en un texto desconocido.
Fenichel.- Se llama interpretación al “método de deducir lo que el paciente
realmente tiene en su ánimo y comunicárselo. Dado que el hecho de interpretar
significa ayudar a que algo inconciente se haga conciente, señalándolo en el
momento en que pugna por abrirse camino, las interpretaciones eficaces solo
pueden hacerse en un punto específico, es decir, aquel sobre el cual se centra
momentáneamente el interés del sujeto. La posibilidad de experimentar los
impulsos instintivos infantiles verdaderamente ‘ chocantes’ es tan lejana que,
desde luego, la interpretación no se refiere en un principio a ellos, sino mas
bien a sus derivados. Las actitudes defensivas son más accesibles a la capacidad
de comprensión del paciente, y en consecuencia son las que se interpretan
primero”.
Fenichel O., “Teoría psicoanalítica de las neurosis”, Paidós, Buenos Aires,
1966, pág. 39.
Horstein.- “Las interpretaciones y las construcciones le permiten al analizando
apropiarse y reconstruír el sentido de un fragmento de la historia de su pasado
libidinal con el fin de ponerlo al servicio de la singularidad de su proyecto
identificatorio actual [...] Sólo la inclusión de la dimensión afectiva evita
que la interpretación analítica se convierta en un sistema interpretativo
estereotipado tan universal como ineficaz [...] La interpretación, al operar un
desplazamiento en cuanto a la causalidad, reorganiza el campo de la
significación; su meta es que el analizando logre conjugar de otra manera los
verbos ser (registro identificatorio) y tener (registro objetal). [...] La
interpretación pretende modificar la relación existente entre el yo y el espacio
psíquico ajeno a su jurisdicción” .
Horstein L., “Cuerpo, historia e interpretación”, págs. 84-85.
Etchegoyen.- El psicoanálisis define la interpretación como “hacer conciente lo
inconciente ...[y]... lo que el analista procura descubrir en el inconciente es
un conflicto o un deseo” (Etchegoyen, 1999:14).
Etchegoyen distingue cinco tipos de interpretación (Etchegoyen, 1999:53-64): a)
La interpretación transferencial: se refiere a los conflictos que surgen entre
el analizado y el analista en el marco de la relación terapéutica; b) La
interpretación del conflicto actual: concierne a los conflictos que tiene el
analizado a diario con las personas de su ambiente; c) La interpretación
histórica: es aquella que toma en cuenta el conflicto temprano y el conflicto
infantil, pero también a la vida desde el periodo de latencia en adelante. Tiene
siempre un componente genético; d) La interpretación completa: es aquella que
abarca en pasos sucesivos el conflicto transferencial y no transferencial, sea
éste actual, infantil o temprano. La sesión es extremadamente móvil y nos lleva
de un conflicto a otro, y todas estas circunstancias convergen en una situación
total, que se aborda mediante una interpretación completa; e) La interpretación
mutativa: se cumple en dos tiempos. En una primera fase el analizado toma
conciencia del derivado de una pulsión, y en una segunda fase, contrasta el
objeto real (el analista en su setting) con el objeto arcaico. Si el analizado
se da cuenta de la diferencia, sobreviene un cambio mutante.
Etchegoyen R, (1999) “Un ensayo sobre la interpretación psicoanalítica”,
Editorial Polemos, Buenos Aires.
INTERVENCION VERBAL
Un inventario de intervenciones verbales del terapeuta que son herramientas en
las psicoterapias incluye necesariamente las siguientes (págs. 145-146):
1. Interrogar al paciente, pedirle datos precisos, ampliaciones y aclaraciones
del relato. Explorar en detalle sus respuestas. 2. Proporcionar información. 3.
Confirmar o rectificar los criterios del paciente sobre su situación. 4.
Clarificar, reformular el relato del paciente de modo que ciertos contenidos y
relaciones del mismo adquieran mayor relieve. 5. Recapitular, resumir puntos
esenciales surgidos en el proceso exploratorio de cada sesión y del conjunto del
tratamiento. 6. Señalar relaciones entre datos, secuencias, constelaciones
significativas, capacidades manifiestas y latentes del paciente. 7. Interpretar
el significado de las conductas, motivaciones y finalidades latentes, en
particular las conflictivas. 8. Sugerir actitudes determinadas, cambios a título
de ensayo. 9. Indicar específicamente la realización de ciertas conductas con
carácter de prescripción (intervenciones directivas). 10. Encuadrar la tarea.
11. Meta-intervenciones: comentar o aclarar el significado de haber puesto en
juego cualquiera de las intervenciones anteriores. 12. Otras intervenciones
(saludar, anunciar interrupciones, variaciones ocasionales en los horarios,
etc).
Fiorini H, Teoría y técnicas en psicoterapia. Buenos Aires: Paidós.
INTOXICACION AGUDA
"Estado transitorio consecutivo a la ingestión o asimilación de sustancias
psicotropas o de alcohol que produce alteraciones del nivel de conciencia, de la
cognición, de la percepción, del estado afectivo, del comportamiento o de otras
funciones y respuestas fisiológicas y psicológicas".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 526.
INTOXICACION ALCOHOLICA
“Cuadro sintomático producido por el consumo reciente de cantidades excesivas de
alcohol. El cuadro evoluciona desde la deshinbición producida por dosis bajas
hasta la sedación total, incluso con pérdida de conciencia”.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatología Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995,
pág. 487.
INTUICION DELIRANTE
Idea delirante primaria, que es fenomenológicamente indistinguible de cualquier
idea que nos asalte repentinamente, que 'nos venga a la cabeza'. El contenido de
estas ideas delirantes suele ser autorreferencial y, por lo general, de gran
importancia para el paciente.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 331.
INUNDACIÓN COGNITIVA
Técnica cognitiva donde “se instruye al paciente para visualizar su peor temor
(tal como sentimientos de claustrofobia o de volverse loco cuando se va en
tren). Se alienta al paciente para aguantar la ansiedad tanto tiempo como sea
posible. Por ejemplo, si el paciente experimenta pánico, Ud. puede decir, "¡No
luche contra él! ¡Intente que incluso sea peor!". Con el tiempo, la ansiedad,
por lo general, disminuye e incluso llega a desaparecer por completo”.
Burns D, Técnicas cognitivo-conductuales
http://users.servicios.retecal.es/jureva/tecnicasburns.htm Traducido al
castellano por: Juventino Reguera Baños.
ISAKOWER, FENOMENO DE
Experiencia hipnagógica descripta por primera vez por Isakower (1938) durante la
cual el sujeto imagina masas blanduzcas que se mueven hacia su rostro. Isakower
interpretó este fenómeno como una evocación de la experiencia del infante de
estar ante el pecho.
JUEGO
“Para S. Freud, el juego es una actividad simbólica que permite al niño
renunciar a una satisfacción instintiva, haciendo activo lo sufrido pasivamente,
cumpliendo una función elaborativa al posibilitar la ligazón de las excitaciones
recibidas” (pág. 145).
Reynoso R, Psicopatología y clínica infanto-juvenil. Buenos Aires: Ed. Belgrano.
Para M. Klein: a) El juego como lenguaje: el niño expresa sus fantasías, deseos
y experiencias simbólicamente por medio de juguetes y juegos, y al hacerlo
utiliza los mismos medios de expresión arcaicos, filogenéticos, el mismo
lenguaje que no es familiar en los sueños. b) Las experiencias sexuales del niño
está enlazadas con sus fantasías masturbatorias y por medio del juego logra su
representación y abreacción. c) El juego calma la ansiedad: transforma las
experiencias sufridas pasivamente en activas y cambia el dolor en placer. d) En
el juego y en general, son las fantasías las que promueven y mantienen el
desarrollo del interés por el mundo externo y el proceso de aprendizaje del
mismo, y de ellas se extrae la fuerza para buscar y organizar el conocimiento
del mundo. e) La capacidad para evocar el pasado en el juego imaginativo parece
estar muy vinculada con el desarrollo del pensamiento, del poder evocar el
futuro en hipótesis constructivas y desarrollar las consecuencias de los ‘si…’.
f) E juego tiene un importante valor diagnóstico y pronóstico (págs. 145-152).
Reynoso R, Psicopatología y clínica infanto-juvenil. Buenos Aires: Ed. Belgrano.
Para Erik Erikson, el juego es una función del Yo que expresa su intento de
sincronizar los procesos corporales y sociales en el sí mísmo. Aunque reconoce
que puede hacerse una lectura simbólica del juego, destaca la necesidad yoica de
dominar las diferentes áreas de la vida, sobre todo en aquellas que el niño
percibe que su sí mísmo, su cuerpo y su rol social son incompletos y están
rezagados. Así, el juego permite alucinar un dominio yoico, pero también
practicarlo en una realidad intermedia entre la fantasía y el mundo real. El
juego es un medio de revelar la forma en que el niño experimenta y estructura su
mundo y funciona dentro de él; también, Erikson le otorga valor terapéutico
(págs. 160-161).
Reynoso R, Psicopatología y clínica infanto-juvenil. Buenos Aires: Ed. Belgrano.
Para Winnicott, en el proceso de desarrollo, la actividad de jugar se describe
en cuatro etapas (págs. 71-72):
a) El niño y el objeto están fusionados, o sea, el niño tiene una visión
subjetiva del objeto. La madre procura hacer real lo que el niño está dispuesto
a encontrar.
b) El objeto es repudiado, reaceptado y percibido objetivamente. En esto la
madre debe estar dispuesta a devolver lo que se ofrece, y si este papel no
encuentra impedimentos, el niño vive una experiencia mágica de omnipotencia. La
confianza en la madre genera así un campo intermedio de juegos donde nace la
idea de lo mágico y lo omnipotente.
c) El niño se encuentra solo en presencia de alguien. El niño juega suponiendo
que persona amada digna de confianza está cerca y sigue estándolo en el
recuerdo.
d) El niño permite una superposición de dos zonas de juego y disfruta de ella.
Primero es la madre quien juega con el bebé cuidando de encajar en sus
actividades lúdicas, pero tarde o temprano introduce su propio modo de jugar
descubriendo que los bebés varían según su capacidad para aceptar o rechazar la
introducción de ideas que les pertenecen. Queda así allanado el camino para un
jugar juntos en una relación.
Winnicott (págs. 76-77) indica que la zona de juego, en el cual el niño se halla
muy concentrado y no admite intrusiones, es una zona intermedia que no es ni su
realidad subjetiva ni el mundo exterior, pues en el juego el niño reúne objetos
o fenómenos de la realidad exterior usándolos al servicio de su realidad interna
o personal: sin necesidad de alucinaciones, revela así su capacidad para soñar
al investir fenómenos exteriores de significación y sentimientos oníricos.
El juego implica confianza y está ubicado en el espacio potencial entre el bebé
y la madre. Compromete al cuerpo porque manipula objetos y porque puede haber
excitación corporal. Esta excitación en las zonas erógenas, los instintos,
amenazan el jugar: aunque el juego es satisfactorio, puede elevar la ansiedad a
niveles intolerables, destruyéndolo. El carácter excitante del juego no deriva
del despertar de los instintos, sino de la precaridad de la acción recíproca, en
la mente del niño, entre lo que es subjetivo (casi alucinación) y lo percibido
objetivamente (realidad verdadera o compartida).
Hay un desarrollo que va de los fenómenos transicionales al juego, de este al
juego compartido, y de este a las experiencias culturales.
Winnicott D (1994) Juego y realidad. Barcelona: Gedisa.
JUEGO COMPULSIVO
"Impulso a jugar, que se experimenta de modo repetido, y que causa un intenso
malestar, gran pérdida de tiempo, o una interferencia significativa con la
rutina habitual del individuo, con su funcionamiento profesional, con sus
actividades sociales habituales o en sus relaciones con los demás. Esta conducta
se realiza para neutralizar o impedir el malestar. Se lleva a cabo con una
sensación de compulsión subjetiva que, al mismo tiempo, se asocia a un deseo de
resistir la compusión (al menos inicialmente). Habitualmente se utiliza este
término como sinónimo de juego patológico".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 588). Ver también Juego patológico.
JUEGO PATOLOGICO
"Fracaso crónico y progresivo en resistir los impulsos a jugar y aparición de
una conducta de juego que compromete, rompe o lesiona los objetivos personales,
familiares y vocacionales (DSM-III-R, 1987)".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 588.
Abreviatura de International Classification of Diseases. En castellano, CIE
(Clasificación Internacional de las Enfermedades de la Organización Mundial de
la Salud).
IDEA DELIRANTE
Idea recurrente, persistente o absurda, de naturaleza egodistónica, es decir, no
vivida como voluntaria, sino como idea que invade la conciencia.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 331.
IDEA SOBREVALORADA
Ideas o creencias con diversos grados de plausibilidad, que están afectivamente
sobrecargadas y que tienden a preocupar y a dominar al individuo a través de
amplios periodos de su desarrollo vital. Pueden ser compartidos por otros
miembros del grupo social o, en esencia, ser admisibles y comprensibles
socialmente.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 331.
IDEALIZACION
Según M. Klein.- "Mecanismo esquizoide vinculado con la escisión y la negación.
Se niegan las características indeseables del objeto, y el bebé proyecta en él
su propia libido. Aunque pertenece primordialmente a la posición
esquizo-paranoide, la idealización puede formar parte de las defensas maníacas
contra ansiedades depresivas".
Segal H, “Introducción a la obra de Melanie Klein”, Buenos Aires, Paidós, 1987,
pág. 122.
Según M. Klein.- "El mecanismo de idealización está inevitablemente unido al
mecanismo de disociación e inicialmente defiende de ansiedades persecutorias. La
creciente idealización del objeto bueno tiene por finalidad alejarlo del
persecutorio y hacerlo invulnerable. Dicho mecanismo se vincula con la negación
mágica omnipotente: las características indeseables del objeto son negadas,
mientras simultáneamente es recubierto de 'bondad' (amor, invulnerabilidad,
poderes mágicos, poder omnipotente de protección, etc.). El monto de
idealización está en relación directa con el monto de persecución frente al
objeto, y es una defensa resultante de ansiedades persecutorias (temor a ser
atacado y destruído por el objeto)".
"El mecanismo de idealización forma parte también de las defensas maníacas en la
situación depresiva (mitigando en tal caso la ansiedad depresiva), adjudicando,
por otra parte, al objeto una gran riqueza de contenido y una gran capacidad
reparatoria. Entonces, si el objeto es perfecto y lo posee todo, no está
destruído, no puede atacar retaliativamente al yo (ansiedad persecutoria), ni el
yo tiene que penar por él ni preocuparse por repararlo (ansiedad depresiva)".
"Los mecanismos de idealización tienden a negar la fantasía de destrucción del
objeto, otorgándole invulnerabilidad, riqueza de contenidos, belleza. Un objeto
así, no dañado ni moribundo, evita tanto el temor a la persecución como el
sufrimiento psíquico (duelo)".
"Dentro de la teoría kleiniana, la idealización es precursora de buenas
relaciones de objeto (en tanto el objeto idealizado es el precursor del objeto
bueno). Una idealización extrema, sin embargo, traba la relación con el objeto
real, puesto que no existen objetos ideales sino idealizados. Un cierto monto de
idealización se mantiene a lo largo de la vida adulta (enamoramiento, ideales de
vida, etc.)".
Piccolo E., "Defensas en los tests gráficos", Editorial Paidós.
IDENTIDAD
“Sentido que cada persona tiene de su lugar en el mundo y significado que asigna
a los demás dentro del contexto más amplio de la vida humana”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág.
621.
IDENTIDAD LABORAL
La identidad laboral debe ser entendida como “la integración del yo en sus
vínculos con el espacio, con el tiempo y con los otros en el contexto de una
actividad laboral. Así, el sentimiento de identidad está conformado por el quién
soy yo, a su vez determinado por el dónde estoy y qué hago. La génesis de esta
identidad laboral está inserta en el proceso mismo de constitución del yo a
partir de los vínculos yo-tarea, y-grupo-, yo-organización” (D’Anna S y
Hernández L, 1998:127).
D’Anna S y Hernández L (1998), Introducción a la psicopedagogía laboral. Buenos
Aires: Aprendizaje Hoy.
IDENTIDAD OCUPACIONAL
“Es la autopercepción a lo largo del tiempo en términos de roles ocupacionales”,
entendiendo por ocupación el conjunto de expectativas de rol, y por rol una
secuencia pautada de acciones aprendidas, ejecutadas por una persona en
situación de interacción. El sentimiento de identidad ocupacional se ha gestado
sobre la base de las relaciones con los otros. En esas relaciones algunos
aspectos merecen atención particular, como la génesis del ideal del yo, las
identificaciones con el grupo familiar, las identificaciones con el grupo de
pares y las identificaciones sexuales.
Bohoslavsky R, Orientación vocacional, Buenos Aires, Nueva Visión, 2001, 21
edición, pág. 44-50.
IDENTIDAD SEXUAL
“Hace referencia a la forma en que una persona se identifica como perteneciente
a uno u otro sexo. Incluye tres facetas: la identidad de género o percepción
individual de ser hombre o mujer; el rol sexual o expresión pública de la
identidad de género; y la orientación sexual o elección de objeto sexual”.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatología Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995,
pág. 459.
“Concepto que se construye entre los 2 y los 6 años aproximadamente y que
implica la autoclasificación como hombres y mujeres, la conservación del género
y la constancia genital”.
Barragán Medero F, (1991), La educación sexual. Guía teórica y práctica.
Barcelona: Paidós, pág. 153.
IDENTIFICACION
Como mecanismo de defensa, “es la adopción inconciente de características o
actividades de otra persona, a menudo para reducir el dolor de la separación o
la pérdida. Por ejemplo, una viuda asume el mismo trabajo voluntario que su
marido realizaba”.
Gelder M, Mayou R y Geddes J (1999), Oxford Psiquiatría, Madrid: Marbán, 2da.
Edición, pág. 91.
“El término identificación es el que generalmente se ha utilizado para definir y
representar el activo proceso estructurante que tiene lugar dentro del yo y por
el cual éste metaboliza ciertos componentes internalizados dando lugar a una
matriz identificatoria. Es el conjunto de operaciones que determinan el proceso
de estructuración que ocurre dentro del self sobre la base de la selección,
inclusión y eliminación de elementos provenientes de los objetos externos, de
los objetos internos y de partes del self. La identificación así considerada
sería el resultado de una serie de objetos que abarcan distintos fenómenos
comprendidos en dos grandes categorías: internalización y externalización”.
Grimberg L (1976), Teoría de la identificación. Buenos Aires: Paidós.
Según M. Klein.- "Se la considera siempre un resultado de procesos introyectivos
y proyectivos". Véase Identificación introyectiva, Identificación proyectiva.
Segal H, “Introducción a la obra de Melanie Klein”, Buenos Aires, Paidós, 1987,
pág. 122.
IDENTIFICACION CON EL AGRESOR
Mecanismo de defensa introducido por Anna Freud, íntimamente ligado a la
tendencia del aparato psíquico a reproducir activamente lo vivido pasivamente.
Tiene un doble aspecto: heteroagresivo y autoagresivo. En el primero se inflige
a otro (persona o cosa) la violencia que el yo sufrió en forma pasiva, como el
niño que luego de visitar al médico, reproduce la situación con un compañerito
imponiéndole todo lo que el médico le impuso a él. En el segundo, el yo se hace
a sí mísmo lo que el otro le hizo antes. Es una vuelta de la agresión contra la
propia persona. Por ejemplo en la melancolía, donde el automartirio implica que
el yo se insulta y se agrede como previamente fue agredido e insultado por el
objeto.
Berenbaum L y Ferrari R, Acerca de las defensas del psiquismo. Incluído en
“Fundamentos de psicología”, págs. 107-108.
IDENTIFICACION INTROYECTIVA
Según M. Klein.- "El resultado de la introyección del objeto en el yo, el cual
se identifica entonces con algunas de sus características, o con todas".
Segal H, “Introducción a la obra de Melanie Klein”, Buenos Aires, Paidós, 1987,
pág. 122.
IDENTIFICACION PROYECTIVA
Según M. Klein.- "El resultado de la proyección de partes del Yo en un objeto.
Puede tener como consecuencia que se perciba al objeto como habiendo adquirido
las características de la parte proyectada del Yo, pero también puede resultar
en que el Yo llegue a identificarse con el objeto de su proyección" (pág. 122).
La identificación proyectiva patológica "resulta de la desintegración diminuta
del Yo o de partes del Yo, que luego se proyectan en el objeto y se desintegran;
tiene como consecuencia la creación de 'objetos extraños'".
Segal H, “Introducción a la obra de Melanie Klein”, Buenos Aires, Paidós, 1987,
pág. 123.
Según M. Klein.- "Mecanismo que se traduce por fantasías donde el sujeto
introduce su propia persona, en su totalidad o en parte, en el interior del
objeto para dañarlo, poseerlo y controlarlo".
Laplanche J y Pontalis J, “Diccionario de psicoanálisis”, Barcelona, Labor,
1981, 3° ed, pág. 189.
IDEOLOGIA
“Conjunto de definiciones compartidas que suministran interpretaciones y
soluciones para lo que se juzga una situación social insatisfactoria”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág.
621.
IDIOT SAVANT
Del francés “sabio idiota”. Designa a los niños o adultos que presentan un
desempeño excepcional en un área específica (por ej en cálculo, música, dibujo,
escultura y arte en general), pero al mismo tiempo presentan un retardo
pronunciado.
Lorenzo García R, Acerca de la problemática del talento, en Revista del
Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología, Universidad de Buenos
Aires, Año 5, 2000, pág. 45.
ILUSION
Distorsión perceptiva causada por predisposición personal, por indefinición
estimular, por indefinición de la situación en que se produce el estímulo, o por
una combinación de estos factores.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Madrid, McGraw Hill, 1995, pág.
227.
ILUSION GRUPAL
1. Definición.- Término acuñado por D. Anzieu. Este autor llama ilusión grupal a
"un estado psíquico particular que se observa tanto en grupos naturales como
terapéuticos o formativos, estado que es espontáneamente verbalizado por los
miembros de la manera siguiente: 'Estamos bien juntos; constituímos un buen
grupo; nuestro jefe o monitor es bueno'" (pp. 176 y 264).
La ilusión grupal supone que el grupo sea erigido en objeto libidinal, y el
grupo funciona en el aparato psíquico de los participantes como Yo Ideal (p.
264-265). La ilusión grupal es la forma particular que toma el grupo en el
estadio del espejo (p. 194). En otras ediciones, Anzieu indica que en el caso en
que el grupo se estructure en torno al Ideal del Yo, lo que se carga
libidinalmente es la imago del padre omnipotente y condescendiente. En la
ilusión grupal se carga libidinalmente al grupo mismo, es decir se estructura en
torno al Yo Ideal.
La ilusión grupal es ella misma un fantasma: el fantasma de la partenogénesis o
autoengendramiento: "Subsistimos en el vientre materno por concepción continua,
somos concebidos, pero aún no nacidos, nuestro nacimiento es indefinidamente
retrasado, el deseo de nuestra madre es guardarnos y quedar todo bien juntos
para siempre" (p. 185).
2. Interpretación de la ilusión grupal.- La ilusión grupal es una fase
inevitable en la vida de todo grupo, sea este natural o de formación. Tratar
psicoanalíticamente esta ilusión implica un trabajo de desprendimiento que exige
pasar por una desilusión (p. 190).
La ilusión grupal, tan frecuentemente sentida en los grupos pequeños, es
difícilmente analizable dentro de éste. Un posible lugar para su análisis es el
grupo amplio: la interpretación apuntará aquí a escindir la idealización (se es
feliz en el grupo pequeño) de la persecusión (uno se ve perjudicado en el grupo
grande) (p. 270).
3. La ilusión grupal como defensa.- La ilusión grupal es una defensa hipomaníaca
colectiva contra la angustia paranoide común. Habiendo sido proyectada la
pulsión de muerte en algún chivo emisario o fuera del grupo, los integrantes
pueden ahora experimentar entre ellos un lazo puramente libidinal (p. 193).
También puede funcionar como defensa contra el fantasma de la escena primaria
que explica el origen del ser humano por la unión del hombre y la mujer. La
ilusión grupál traduce la afirmación inconciente según la cual los grupos no
nacenían así, sino por partenogénesis, viviendo en el interior del cuerpo de una
madre fecunda y omnipotente (p. 183).
4. Condiciones de la ilusión grupal.- a) Escisión o clivaje de la transferencia:
para que el grupo pueda convertirse en el pecho bueno introyectado es necesario
que encuentre un objeto malo sobre el cual la transferencia negativa escindida
sea proyectada (p. 184).
Los participantes tratan de reencontrar en el grupo el pecho bueno, después de
haber vivido inconcientemente desde las primeras reuniones la angustia
perseguidora transportada por el fantasma inconciente de un peligro de
destrucción por el grupo en tanto madre-mala (p. 263). Un grupo sólo es
formativo cuando se establecen una mayoría de vínculos positivos, y entonces la
ilusión grupal es un paso necesario. Desde Klein, se trataría de un proceso de
reparación del objeto destruído (p. 264). Cuando un monitor toma a su grupo por
un "buen" grupo y este hace lo mismo con el monitor, todo está maduro para la
ilusión grupal. Es un buen ejemplo de complementariedad de la transferencia y la
contratransferencia (p. 187).
b) Ideología igualitarista: Verbalizable como "todos somos iguales". La
situación grupal moviliza angustias arcaicas, paranoide y depresiva, ligadas a
la relación dual con la madre. La ilusión grupal es la contrapartida de dichas
angustias, como la fusión con la madre buena: "somos todos objetos buenos en el
seno de la madre buena y nos amamos como ella misma nos ama concibiéndonos y
nutriéndonos". Hay así una igualdad de niños-penes en su relación con el seno
como objeto parcial. No se trata de identificaciones recíprocas (Freud) entre
los miembros, sino de identificaciones primarias donde se está indiferenciado de
la madre (p. 184-185).
c) Denegación de la existencia de los fantasmas originarios: la ideología
igualitarista es una defensa contra la angustia de castración en tanto esta
introduce diferencias. El rechazo al emparejamiento es una defensa contra los
fantasmas de la escena originaria. El rechazo de la interpretación
psicoanalítica es una defensa contra el fantasma de una seducción que el grupo
podría ejercer sobre el monitor, o viceversa (p. 185).
Anzieu, El Grupo y el inconciente, cap 1-2-3-8.
IMAGEN ALUCINOIDE
Imagen autónoma y similar a una alucinación, excepto por el momento de su
aparición (ligadas exclusivamente a estados carenciales, hipertermia, etc.), y
por el hecho de que la persona mantiene los ojos cerrados y sabe que lo que
experimenta son imágenes.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Madrid, McGraw Hill, 1995, pág.
227.
IMAGEN EIDETICA
Variedad de imagen mnémica consistente en la representación mental de una
experiencia sensorial previa (de un percepto), que conserva todas o la mayor
parte de las propiedades de ese percepto, y que la persona puede evocar a
voluntad.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Madrid, McGraw Hill, 1995, pág.
227.
IMAGINARIO SOCIAL
“Creo que tenemos que considerar al imaginario social como una construcción
colectiva, más o menos arraigada en vastos sectores sociales pero no en todos, y
dentro del cual tienen un lugar preponderante los prejuicios… Aunque la
estructura del imaginario social es siempre la misma, la forma que éste adquiere
en relación con las distintas temáticas estará determinada por los elementos
subjetivos que se ponen en juego frente a estas últimas”.
Salvarezza Leopoldo (comp) (1998) La vejez: una mirada gerontológica actual,
Paidós, Buenos Aires, pág. 28.
“Los imaginarios sociales son las representaciones (mitos, memorias,
‘arquetipos’, etc) que una determinada sociedad o comunidad tiene de sí mísma y
de otras. A través del imaginario social una comunidad designa su identidad;
elabora una representación de sí mísma, marca la distribución de los papeles y
los roles sociales, expresa e impone ciertas creencias, etc. Esa identidad
colectiva marca un ‘territorio’ y define las relaciones con los otros”.
Ford Aníbal (1999) La marca de la bestia. Buenos Aires. Grupo Norma, pág. 64.
Los imaginarios sociales son referencias en el vasto sistema simbólico que
produce toda colectividad y a través del cual ella se percibe, se divide y
elabora sus finalidades. Así, a través de estos imaginarios sociales una
colectividad designa su identidad elaborando una representación de sí mísma,
marca la distribución de los papeles y las posiciones sociales, expresa e impone
ciertas creencias comunes fijando modelos formadores. Así es producida una
representación totalizante de la sociedad como un orden donde cada elemento
tiene su lugar, su identidad, su razón de ser. El imaginario social es así, una
de las fuerzas reguladoreas de la vida colectiva.
Aporte anónimo
IMAGO
“Para Freud la imago designa la pervivencia imaginaria de algunos de los
participantes de las relaciones intersubjetivas reales y fantasmáticas de un
sujeto en su ámbito familiar predominantemente” (pág. 72). “Para M. Klein las
imagos son objetos fantaseados que tienen como prototipo los objetos originarios
(padres reales) deformados por la proyección de los primeros impulsos” (pág.
73).
Rousseau Mignon (1995), Grupo, esa posible-imposibilidad… Buenos Aires: Tekné.
IMC
Indice de masa corporal. Es la proporción entre el peso y el cuadrado de la
altura: IMC = kg/metros cuadrados (pág. 554). En psicopatología es un parámetro
importante cuando se trata de identificar ciertas patologías como la anorexia o
la bulimia.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995.
IMPLICACION
En psicología institucional, este concepto hace referencia a la situación en la
cual el sociólogo, quien analiza la institución, está ‘implicado’ subjetivamente
en su análisis. Este concepto tiende a ocupar entonces el lugar de la
contratransferencia institucional, oponiéndose así a las pretensiones de total
neutralidad y objetividad del sociólogo. Para René Lourau, el objeto del
análisis institucional en situación de intervención consiste en validar el
concepto de analizador, o sea, plantea la necesidad de enlazar el análisis y la
implicación en el contexto de un movimiento de vaivén que va del hombre en
situación al objeto, y del objeto al hombre en situación (pág. 108).
Lapassade, Socioanálisis y potencial humano.
IMPLOSION
Stampfel (1966) fue el primero en usar esta técnica de reducción de la ansiedad.
Se basa en el supuesto de que cualquier angustia puede extinguirse al
proporcionar al paciente la experiencia de que no ocurra un resultado que se
espera altamente angustiante. El terapeuta debe crear repetidas veces la
situación angustiante. Cuando se experimenta un alto nivel de ansiedad, el
paciente se sostiene en ese nivel hasta que ocurra la disminución del valor que
produjo la ansiedad de la situación (pág. 272). Sinónimo: saturación.
Striegel-Moore R y Slaikeu K, (1993) Glosario de técnicas de terapia en crisis.
Incluído en Slaikeu K, Intervención en crisis. México: El Manual Moderno.
IMPOTENCIA
“Fallo en la obtención y/o mantenimiento de la erección en el hombre. Se
considera disfunción sexual cuando se presenta en al menos el 25 por ciento de
las relaciones o intentos de relación sexual”.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatología Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995,
pág. 459.
INCONCIENTE
El inconciente como fuerza motivante de la conducta es uno de los presupuestos
de las técnicas proyectivas. Es un concepto teórico pero con implicancias
empíricas, porque permite explicar observaciones realizadas. Se conoce el
inconciente por sus expresiones concientes (síntomas, tests, etc), y no se opone
a conciente, sino que es un grado preparatorio del conciente. No se define
negativamente (todo lo que no es conciente) sino positivamente: incluye
contenidos que condicionan la conducta en función de motivos concientemente
desconocidos. No tomamos, entonces, su sentido descriptivo sino su sentido
dinámico.
La existencia del inconciente se establece por dos cosas: a) el contenido
(equivalentes instintivos, representaciones de objetos u órganos, emociones de
amor o cólera), y b) el modo de actuar (el proceso primario, que deviene proceso
secundario en el preconciente. Sus mecanismos son desplazamiento, condensacion,
proyección, identificación, ausencia de tiempo y contradicciones, igualdad de
valores para la realidad interna o externa, principio del placer, etc).
Un sector del inconciente inaccesible a la conciencia es el inconciente
reprimido, pero que ejerce su influencia.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
INCONCIENTE COGNITIVO
“Basándose en la idea de la mente como procesador de información, el
cognitivismo ha dejado de tratar en gran medida la naturaleza de la conciencia y
de sus contenidos subjetivos, y se ha centrado en la comprensión de la
organización funcional y de los procesos que subyacen a los sucesos mentales y
los originan. Como Karl Lashley indicó hace mucho tiempo, el contenido conciente
procede del procesamiento, y nunca somos concientes de este procesamiento sino
sólo de su resultado”.
LeDeux J (1999), El cerebro emocional. Buenos Aires: Planeta, pág. 32.
INCONCIENTE COLECTIVO
Para Jung el inconciente colectivo es transpersonal, compartido por todas las
personas. Consiste en ciertas potencialidades que todos compartimos debido a que
somos humanos (1936). Todas las personas, más allá de variaciones individuales o
culturales, desarrollan alguna forma de vida familiar, comparten las mismas
emociones de enojo, pena o alegría, o desarrollan algún tipo de lenguaje para
comunicarse. Por tanto, ciertos arquetipos y símbolos reaparecen una y otra vez
de una sociedad a otra y tienen un significado común. El inconciente colectivo
puede probarse en los sueños, mitologías y datos transculturales.
Engler Barbara, Introducción a las teorías de la personalidad. México:
McGraw-Hill, pág. 81.
Concepto junguiano. Es colectivo en el sentido de que constituye un rasgo
genérico del hombre, es decir, es compartido por todos los miembros de la
especie humana, poseyendo una realidad psíquica anterior a la experiencia
personal (pág. 76). En oposición al inconciente personal y subjetivo, se trata
de un inconciente colectivo y objetivo.
Progoff Ira, La psicología de Jung y su significación social, Buenos Aires,
Paidós, 1967.
INCONCIENTE PERSONAL
Para Jung, en el inconciente personal residen aquellas percepciones,
pensamientos, sentimientos y recuerdos que han sido apartados (ya que nuestra
conciencia sólo puede contener unos cuantos detalles a la vez) y pueden ser
recuperados con facilidad. Incluye también aquellas experiencias de la vida que
han sido reprimidas u olvidadas, y que, a veces arduamente, pueden volverse
concientes. Las experiencias son agrupadas en el inconciente personal en lo que
Jung llama complejos.
Engler Barbara, Introducción a las teorías de la personalidad. México:
McGraw-Hill, pág. 80.
INDIVIDUACION
Según Jung, proceso terapéutico que lleva al sujeto a desarrollar la máximo sus
potencialidades equilibrando las cuatro funciones psicológicas y equilibrando la
conciencia y el inconciente (las disposiciones inconcientes son incorporadas a
la conciencia). El proceso culmina con la afirmación del Selbst (traducido como
sí-mísmo). La individuación comienza entonces confrontando la persona con la
sombra, luego con su anima o animus, y finalmente con la sumisión al arquetipo
(viejo sabio, gran madre, etc.) con cualidades que trascienden el inconciente
personal.
Desde Jung, la individuación es también el proceso evolutivo del sujeto, que
abarca cuatro etapas de aproximadamente diez años cada una: 1) El hombre nace
con un inconciente colectivo, no habiendo aún un perfil personal que lo
individualice. Esta individualidad va surgiendo poco a poco, por ejemplo cuando
a los tres años es capaz de decir “yo”. 2) Comienza en la pubertad y la
progresiva ruptura psicológica con los padres. 3) El yo se hace cada vez más
coherente, y al final de esta etapa adquiere plena individualidad. 3) Aparece
una adaptación completa del hombre a su rol social: a los cuarenta años el
hombre está ubicado en relación con su medio familiar, social e incluso con el
universo: es la integración de la conciencia del yo. Luego de los 40 o 45 años,
surgirá el problema del sentido de la vida, con lo cual el hombre busca una
significación suprapersonal y más objetiva de su vida sobre la base de los
arquetipos. Así, se pasa del anonimato inconciente (nacimiento) al anonimato
conciente (“yo en el universo”).
Ostrov León, Clases año 1978, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos
Aires.
INFANCIA
En comparación con los animales, el bebé humano es mucho más indefenso y depende
mucho más de sus padres, pero también tiene mayor capacidad para aprender. En
general, cuanto más indefensos y dependientes son los infantes, más inteligentes
y adaptables son y menos dependientes de conductas fijas y heredadas. “La mayor
duración de su infancia y la mayor necesidad de protección y cuidado, están
estrechamente unidas a sus formas de acción, fijas e innatas, que son mucho
menores y a su habilidad inmensamente mayor para aprovechar (o desperdiciar) la
experiencia individual. Este es el significado biológico de la infancia y la
base de la civilización”.
Isaacs Susan (1965) Años de infancia. Buenos Aires: Hormé-Paidós, págs. 14-15.
INFERENCIA INCONCIENTE
Término acuñado por von Helmholtz. La inferencia inconciente es un proceso
resultante de “las actividades psíquicas que nos llevan a inferir que frente a
nosotros, en cierto lugar, hay cierto objeto de cierto carácter, y generalmente,
no son actividades concientes sino inconcientes” y por ello se llaman
inferencias, en lugar de conclusiones. El autor destaca, en ese sentido, que
“las acciones son percibidas directamente, pero jamás los objetos externos
mismos”.
Desde el punto de vista teórico, el autor introduce en su teoría de la
percepción la importante idea de que lo que percibimos no son los objetos
externos tal cual son, sino que nuestra percepción se halla influenciada por
inferencias inconcientes, que, por ser inconcientes, son irresistibles y no
pueden ser controladas por el pensamiento conciente, como cuando se obtiene una
‘conclusión’. Los elementos introducidos así en la percepción se deben a la
experiencia y al entrenamiento.
Von Helmholtz H, (1886) Tratado de Optica Fisiológica. Sección 26.
Concepto de F. von Helmholtz (1821-1894). Este autor arguía en primer lugar que
la percepción puede tener muchos datos experimentales que no están representados
inmediatamente en el estímulo, y en segundo lugar, que tales aspectos son en
cierto sentido adiciones que aumentan la percepción de acuerdo con experiencias
pasadas. Decidió llamar a estos fenómenos inconcientemente determinados,
inferencias inconcientes.
Boring E (1929), History of Experimental Psychology. Appleton-Century-Crofts, 2°
edición.
INFERIORIDAD
Según Adler, la lucha por la superioridad surge debido a que los seres humanos
nos sentimos inferiores. Los sentimientos de inferioridad tienen su origen en
nuestro encuentro con el ambiente infantil. A diferencia de otros animales,
nacemos inmaduros, incompletos e incompetentes para satisfacer incluso las
necesidades básicas. Durante largo tiempo seremos dependientes de otras
personas.
En sus primeros escritos, Adler denominó la compensación de las inferioridades,
la protesta masculina, porque en esa época asoció la inferioridad con la
feminidad, aunque luego cambió de opinión diciendo que no había sexos
inferiores.
Engler Barbara, Introducción a las teorías de la personalidad. México:
McGraw-Hill, pág. 103.
INHIBICION
Se dice que un proceso o función están en estado de inhibición si llega a estar
inactivo por la operación de otro proceso o función. En "Inhibición, síntoma y
angustia" Freud contrasta la inhibición con el síntoma, estando referida la
primera a una pérdida de función y el último a un trastorno de la función. La
inhibición y la represión difieren en el sentido de que la primera implica que
algo ha sufrido un corte de energía, y la segunda que algo ha sido contenido.
Rycroft Ch., Diccionario de Psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1976.
INSIGHT
Es un término inglés que significa "mirar hacia adentro". En psicoterapia, se
refiere a cualquier conducta en la cual la persona obtiene una percepción acerca
de sus propios estados y procesos mentales patológicos o de sus cambios
terapéuticos. Este tipo de insight puede ser intelectual, emocional o
conductual, según que implique una comprensión cognitiva o vivencial, o un
cambio de conducta observable. El término se emplea tanto en la psicoterapia
psicoanalítica como en la guestáltica.
El término en cuestión se emplea también en la teoría del aprendizaje de la
gestalt, donde designa un acto de comprensión intelectual súbita de un problema,
y constituye el modelo de aprendizaje que propone esta teoría (por ejemplo los
experimentos realizados por Kohler con simios).
Tanto en su sentido terapéutico como en la teoría guestáltica del aprendizaje,
el insight implica esencialmente un "darse cuenta" de una situación: en el
primer caso es un determinante de la curación, y en el segundo del aprendizaje.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicología. Redpsicología Online.
INSOMNIO
"Incapacidad de dormir las horas necesarias para funcionar correctamente durante
el día".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 399.
INSTITUCION
“Lapassade señala dos sentidos del término institución: uno, como dato (es un
sistema de normas que estructuran un grupo social, regulan su vida y su
funcionamiento); el otro, como acto (en el sentido verbal, instituír es hacer
entrar en la cultura)” (pág. 56).
Rousseau Mignon (1995), Grupo, esa posible-imposibilidad… Buenos Aires: Tekné.
INTELECTUALIZACION
Mecanismo defensivo descripto por Anna Freud en la adolescencia, consistente en
una exageración de un mecanismo normal mediante el cual el yo intenta controlar
las pulsiones asociándolas a ideas que puede manejar concientemente.
Intelectualizar es presentar los problemas en términos más generales y
racionales, que personales y emocionales.
No debe confundirse con la racionalización: ésta última no implica una evitación
sistemática de los afectos aunque los racionaliza justificándolos de alguna
forma. La intelectualización, en cambio, evita lo afectivo dándole forma
discursiva. Por ejemplo, el paciente que se interpreta a sí mísmo para evitar la
irrupción de lo inconciente.
Celener G. y otros, Los mecanismos de defensa y las técnicas proyectivas,
Publicación interna de la Cátedra de Teoría y técnicas de exploración y
diagnóstico Módulo II, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires,
1996.
INTELIGENCIA
"La capacidad para mostrar un comportamiento adaptativo orientado hacia
objetivos. Implica las cualidades necesarias para aprovechar la experiencia,
resolver problemas, razonar y afrontar con éxito desafíos y alcanzar objetivos".
Myers D., Psicología, Madrid, Editorial Médica Panamericana, 3ra. edición, pág.
319.
INTENTO DE SUICIDIO
“El parasuicidio comprende conductas variadas que incluyen desde gestos e
intentos manipuladores hasta intentos fallidos de terminar con la vida propia.
Se hace referencia a actos deliberados que no tienen un final fatal pero que
provocan daños en el propio sujeto que los ejecuta; dichos actos deben ser poco
habituales. Así, por ejemplo, el alcoholismo crónico o las adicciones graves no
se ubican en este rubro” (pág. 36).
Casullo M y Fernández Liporace M, Investigación sobre riesgo suicida en
adolescentes. Prácticas psicológicas en la escuela. En Investigaciones en
Psicología, Revista del Instituto de Investigaciones de la Facultad de
Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Año 2 N° 2, 1997.
INTERACCIONISMO SIMBOLICO
Escuela de pensamiento psicológico-social basada en que la condición humana
deriva del efecto que ejercen unas personas sobre otras. Según esta escuela, los
seres humanos son agentes activos que, en el curso de la interacción social,
plasman en forma directa, conciente y deliberada su historia personal y la del
mundo que los rodea. Destaca el papel que cumplen el lenguaje y los gestos y
ademanes en la formación de la mente, el sí-mísmo y la sociedad”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág.
621.
INTERES
El concepto de interés tiene diferentes sentidos en las diversas teorías
psicológicas. Por ejemplo para Piaget, interés es algo diferente a voluntad y
evolutivamente anterior a ella, mientras que para el psicoanálisis, interés está
más vinculado con el egoísmo (interés del yo), en oposición al altruísmo o
"interés" por el otro (libido objetal). Más allá de estas acepciones, interés en
general podemos definirlo como el comportamiento motivado por una meta
apetecible. Si para un niño saber más no es una meta apetecible, no tendrá
interés en estudiar.
Cazau P (2003), Vocabulario de Psicología. Redpsicología.
INTERES SOCIAL
Según Alfred Adler, el interés social se refiere al impulso en la naturaleza
humana para adaptarse a las condiciones del ambiente social. Se expresa de
manera subjetiva en la conciencia de un individuo de tener algo en común con
otras personas y ser uno de ellos. Se expresa en forma objetiva en la
cooperación con los demás hacia el mejoramiento de la sociedad humana. Esta
característica social innata debe ser cuidada y cultivada en la infancia si los
niños han de lograr un cumplimiento adecuado de las complejas demandas de la
sociedad y han de trabajar hacia su perfección.
Engler Barbara, Introducción a las teorías de la personalidad. México:
McGraw-Hill, pág. 101.
INTERNALIZACION
“Proceso mediante el cual un individuo incorpora en su personalidad los patrones
de conducta prevalecientes en la sociedad”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág.
621.
INTERPRETACION
Interpretación en psicoanálisis.- El término ‘interpretación’ no tiene un
significado unívoco, aún dentro del psicoanálisis. En efecto, se lo puede
entender en el sentido clásico como un develamiento del sentido latente del
material ofrecido por el paciente, o también en un sentido más amplio, como
cualquier acto por el cual cualquier persona, incluyendo al propio paciente,
asigna un sentido a sus manifestaciones verbales. Laplanche y Pontalis
(1981:203) llegan a decir que incluso la llamada elaboración secundaria es de
algún modo interpretación, en la medida en que otorga cierta coherencia a los
elementos producidos en el sueño.
Se llama interpretación al “método de deducir lo que el paciente realmente tiene
en su ánimo y comunicárselo” (Fenichel:39). Indica Fenichel que “dado que el
hecho de interpretar significa ayudar a que algo inconciente se haga conciente,
señalándolo en el momento en que pugna por abrirse camino, las interpretaciones
eficaces solo pueden hacerse en un punto específico, es decir, aquel sobre el
cual se centra momentáneamente el interés del sujeto. La posibilidad de
experimentar los impulsos instintivos infantiles verdaderamente ‘ chocantes’ es
tan lejana que, desde luego, la interpretación no se refiere en un principio a
ellos, sino mas bien a sus derivados. Las actitudes defensivas son más
accesibles a la capacidad de comprensión del paciente, y en consecuencia son las
que se interpretan primero” (Fenichel, 1966:39).
Todas estas caracterizaciones de la interpretación en sentido psicoanalítico
tienen un denominador común: la interpretación es una operación analítica que
consiste en tornar consciente lo inconciente del paciente. La interpretación
está al servicio no solamente de una investigación psicoanalítica, sino también,
desde un punto de vista práctico, al servicio de la cura, porque cuanto se
considera que una condición necesaria para esta última es la toma de conciencia
de lo inconciente.
Señala Freud que, partiendo de la base de que el sueño no es un fenómeno
somático sino psíquico, y que el soñante tiene un saber sobre sus sueños que no
lo sabe concientemente, “se trata únicamente de posibilitarle que descubra su
saber y nos lo comunique” (Freud, 1915:95).
Frente a esta afirmación de Freud, surge el interrogante: la interpretación es
algo que comunica el paciente, como sugiere Freud en el párrafo indicado, o una
comunicación del analista, como destaca Fenichel? Podría responderse a esta
pregunta: a veces el paciente no interpreta su propio sueño, y el analista hace
una interpretación del mismo (juzgando luego si es correcta o no). Otras veces,
el mismo paciente interpreta su producción, en cuyo caso el analista podrá
legitimarla como tal, o bien juzgarla como otro tipo de juicio, como por ejemplo
una intelectualización. En cualquier caso, la interpretación que ofrece el
analista no es una pura invención, porque no es más que una construcción acerca
de lo que el paciente no sabe que sabe.
Si bien la interpretación de lo sueños es dentro del psicoanálisis el modelo de
interpretación, esta puede aplicarse a cualquier otro contenido o formación del
inconciente, tales como por ejemplo los actos fallidos (como lo indica Freud en
las Conferencias 2, 3 y 4), los síntomas y los actos sintomáticos (Conferencias
16 y 17) y las manifestaciones transferenciales hacia el analista (Conferencia
27). También se interpretan los chistes e incluso las producciones artísticas,
como lo mostró Freud al analizar la producción de Miguel Angel y Leonardo da
Vinci, entre otros artistas.
Fenichel O.,(1966) “Teoría psicoanalítica de las neurosis”, Paidós, Buenos
Aires.
Freud S., (1915), “Conferencias de introducción al psicoanálisis”, Conferencia
6: Premisas y técnicas de la interpretación, en Obras Completas, Amorrortu,
Buenos Aires, Vol 15, 1996.
Laplanche J. y Pontalis J., (1981) “Diccionario de psicoanálisis”, Labor,
Barcelona.
Jung.- Jung plantea que la interpretación, onírica o de otros contenidos, se
realiza en dos planos: el del objeto (método reductivo, causal o analítico), y
el del sujeto (método sintético o constructivo, o interpretación junguiana
propiamente dicha). El primero –utilizado por Freud o Adler- es para Jung
insuficiente porque explora el pasado, no agotando todas las posibilidades de
los símbolos, que también encierran sentidos en cuanto al futuro.
El método reductivo vincula al sujeto con objetos: madre, padre, etc. Por
ejemplo, soñar que uno está en un coche manejado por una mujer se interpretaría
aquí como dependencia de una figura materna.
El método constructivo se utilizará en etapas más avanzadas de la individuación,
donde el sujeto alcanzó más autonomía. Implica vincular al sujeto con figuras
arquetípicas del inconciente colectivo, y, por ejemplo, el sueño anterior podría
quedar interpretado en términos de que la mujer que conduce el coche es su
ánima, y que sin la ayuda de este aspecto femenino relegado o rechazado
concientemente, su existencia se verá amenazada .
Ostrov León, Clases año 1978, Facultad de Psicología, Universidad de Buenos
Aires.
Laplanche y Pontalis.- “A) Deducción, por medio de la investigación analítica,
del sentido latente existente en las manifestaciones verbales y de
comportamiento de un sujeto. La interpretación saca a la luz las modalidades del
conflicto defensivo y apunta, en último término, al deseo que se formula en toda
producción del inconciente. B) En la cura, comunicación hecha al sujeto con
miras a hacerle accesible este sentido latente, según las reglas impuestas por
la dirección y la evolución de la cura”.
Laplanche J y Pontalis J, “Diccionario de psicoanálisis”, Labor, Barcelona,
1981, pág. 201.
Aulagnier.- “Toda interpretación apunta a una modificación en el hic et nunc del
proceso (superación de una resistencia, revelación de un fantasma, asunción por
el yo de un nuevo enunciado identificatorio), pero también apunta a la
realización de la meta final que el proceso analítico se propone” (pág. 331).
Aulagnier se refiere a dos tiempos de la interpretación: “Postulemos que la
interpretación se enuncie en un momento que permita al analizando oírla,
comprenderla y aportarle una respuesta ajustada a nuestra espera. La acción de
la interpretación va a manifestarse por la respuesta inmediata, o muy próxima,
que lo que el sujeto escuchó puede suscitar, y por una ‘segunda respuesta’ que
sólo aparecerá a posteriori y que dependerá de la inevitable metabolización que
deberá hacer el yo de lo que ha oído para poder apropiárselo. Esta segunda
respuesta supone lo que podríamos llamar ‘singularización’ del sentido al que
escoltamos, respuesta diferida cuyo resultado se exteriorizará en una
reorganización de los enunciados identificatorios por los que el yo se define
como yo pasado, yo actual, y como enunciador de un anhelo relativo a su yo
futuro” (pág. 333).
Aulagnier P., “El trabajo de la interpretación. La función del placer en el
trabajo analítico”, artículo escrito en 1976, incluído en un texto desconocido.
Fenichel.- Se llama interpretación al “método de deducir lo que el paciente
realmente tiene en su ánimo y comunicárselo. Dado que el hecho de interpretar
significa ayudar a que algo inconciente se haga conciente, señalándolo en el
momento en que pugna por abrirse camino, las interpretaciones eficaces solo
pueden hacerse en un punto específico, es decir, aquel sobre el cual se centra
momentáneamente el interés del sujeto. La posibilidad de experimentar los
impulsos instintivos infantiles verdaderamente ‘ chocantes’ es tan lejana que,
desde luego, la interpretación no se refiere en un principio a ellos, sino mas
bien a sus derivados. Las actitudes defensivas son más accesibles a la capacidad
de comprensión del paciente, y en consecuencia son las que se interpretan
primero”.
Fenichel O., “Teoría psicoanalítica de las neurosis”, Paidós, Buenos Aires,
1966, pág. 39.
Horstein.- “Las interpretaciones y las construcciones le permiten al analizando
apropiarse y reconstruír el sentido de un fragmento de la historia de su pasado
libidinal con el fin de ponerlo al servicio de la singularidad de su proyecto
identificatorio actual [...] Sólo la inclusión de la dimensión afectiva evita
que la interpretación analítica se convierta en un sistema interpretativo
estereotipado tan universal como ineficaz [...] La interpretación, al operar un
desplazamiento en cuanto a la causalidad, reorganiza el campo de la
significación; su meta es que el analizando logre conjugar de otra manera los
verbos ser (registro identificatorio) y tener (registro objetal). [...] La
interpretación pretende modificar la relación existente entre el yo y el espacio
psíquico ajeno a su jurisdicción” .
Horstein L., “Cuerpo, historia e interpretación”, págs. 84-85.
Etchegoyen.- El psicoanálisis define la interpretación como “hacer conciente lo
inconciente ...[y]... lo que el analista procura descubrir en el inconciente es
un conflicto o un deseo” (Etchegoyen, 1999:14).
Etchegoyen distingue cinco tipos de interpretación (Etchegoyen, 1999:53-64): a)
La interpretación transferencial: se refiere a los conflictos que surgen entre
el analizado y el analista en el marco de la relación terapéutica; b) La
interpretación del conflicto actual: concierne a los conflictos que tiene el
analizado a diario con las personas de su ambiente; c) La interpretación
histórica: es aquella que toma en cuenta el conflicto temprano y el conflicto
infantil, pero también a la vida desde el periodo de latencia en adelante. Tiene
siempre un componente genético; d) La interpretación completa: es aquella que
abarca en pasos sucesivos el conflicto transferencial y no transferencial, sea
éste actual, infantil o temprano. La sesión es extremadamente móvil y nos lleva
de un conflicto a otro, y todas estas circunstancias convergen en una situación
total, que se aborda mediante una interpretación completa; e) La interpretación
mutativa: se cumple en dos tiempos. En una primera fase el analizado toma
conciencia del derivado de una pulsión, y en una segunda fase, contrasta el
objeto real (el analista en su setting) con el objeto arcaico. Si el analizado
se da cuenta de la diferencia, sobreviene un cambio mutante.
Etchegoyen R, (1999) “Un ensayo sobre la interpretación psicoanalítica”,
Editorial Polemos, Buenos Aires.
INTERVENCION VERBAL
Un inventario de intervenciones verbales del terapeuta que son herramientas en
las psicoterapias incluye necesariamente las siguientes (págs. 145-146):
1. Interrogar al paciente, pedirle datos precisos, ampliaciones y aclaraciones
del relato. Explorar en detalle sus respuestas. 2. Proporcionar información. 3.
Confirmar o rectificar los criterios del paciente sobre su situación. 4.
Clarificar, reformular el relato del paciente de modo que ciertos contenidos y
relaciones del mismo adquieran mayor relieve. 5. Recapitular, resumir puntos
esenciales surgidos en el proceso exploratorio de cada sesión y del conjunto del
tratamiento. 6. Señalar relaciones entre datos, secuencias, constelaciones
significativas, capacidades manifiestas y latentes del paciente. 7. Interpretar
el significado de las conductas, motivaciones y finalidades latentes, en
particular las conflictivas. 8. Sugerir actitudes determinadas, cambios a título
de ensayo. 9. Indicar específicamente la realización de ciertas conductas con
carácter de prescripción (intervenciones directivas). 10. Encuadrar la tarea.
11. Meta-intervenciones: comentar o aclarar el significado de haber puesto en
juego cualquiera de las intervenciones anteriores. 12. Otras intervenciones
(saludar, anunciar interrupciones, variaciones ocasionales en los horarios,
etc).
Fiorini H, Teoría y técnicas en psicoterapia. Buenos Aires: Paidós.
INTOXICACION AGUDA
"Estado transitorio consecutivo a la ingestión o asimilación de sustancias
psicotropas o de alcohol que produce alteraciones del nivel de conciencia, de la
cognición, de la percepción, del estado afectivo, del comportamiento o de otras
funciones y respuestas fisiológicas y psicológicas".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 526.
INTOXICACION ALCOHOLICA
“Cuadro sintomático producido por el consumo reciente de cantidades excesivas de
alcohol. El cuadro evoluciona desde la deshinbición producida por dosis bajas
hasta la sedación total, incluso con pérdida de conciencia”.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatología Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995,
pág. 487.
INTUICION DELIRANTE
Idea delirante primaria, que es fenomenológicamente indistinguible de cualquier
idea que nos asalte repentinamente, que 'nos venga a la cabeza'. El contenido de
estas ideas delirantes suele ser autorreferencial y, por lo general, de gran
importancia para el paciente.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 331.
INUNDACIÓN COGNITIVA
Técnica cognitiva donde “se instruye al paciente para visualizar su peor temor
(tal como sentimientos de claustrofobia o de volverse loco cuando se va en
tren). Se alienta al paciente para aguantar la ansiedad tanto tiempo como sea
posible. Por ejemplo, si el paciente experimenta pánico, Ud. puede decir, "¡No
luche contra él! ¡Intente que incluso sea peor!". Con el tiempo, la ansiedad,
por lo general, disminuye e incluso llega a desaparecer por completo”.
Burns D, Técnicas cognitivo-conductuales
http://users.servicios.retecal.es/jureva/tecnicasburns.htm Traducido al
castellano por: Juventino Reguera Baños.
ISAKOWER, FENOMENO DE
Experiencia hipnagógica descripta por primera vez por Isakower (1938) durante la
cual el sujeto imagina masas blanduzcas que se mueven hacia su rostro. Isakower
interpretó este fenómeno como una evocación de la experiencia del infante de
estar ante el pecho.
JUEGO
“Para S. Freud, el juego es una actividad simbólica que permite al niño
renunciar a una satisfacción instintiva, haciendo activo lo sufrido pasivamente,
cumpliendo una función elaborativa al posibilitar la ligazón de las excitaciones
recibidas” (pág. 145).
Reynoso R, Psicopatología y clínica infanto-juvenil. Buenos Aires: Ed. Belgrano.
Para M. Klein: a) El juego como lenguaje: el niño expresa sus fantasías, deseos
y experiencias simbólicamente por medio de juguetes y juegos, y al hacerlo
utiliza los mismos medios de expresión arcaicos, filogenéticos, el mismo
lenguaje que no es familiar en los sueños. b) Las experiencias sexuales del niño
está enlazadas con sus fantasías masturbatorias y por medio del juego logra su
representación y abreacción. c) El juego calma la ansiedad: transforma las
experiencias sufridas pasivamente en activas y cambia el dolor en placer. d) En
el juego y en general, son las fantasías las que promueven y mantienen el
desarrollo del interés por el mundo externo y el proceso de aprendizaje del
mismo, y de ellas se extrae la fuerza para buscar y organizar el conocimiento
del mundo. e) La capacidad para evocar el pasado en el juego imaginativo parece
estar muy vinculada con el desarrollo del pensamiento, del poder evocar el
futuro en hipótesis constructivas y desarrollar las consecuencias de los ‘si…’.
f) E juego tiene un importante valor diagnóstico y pronóstico (págs. 145-152).
Reynoso R, Psicopatología y clínica infanto-juvenil. Buenos Aires: Ed. Belgrano.
Para Erik Erikson, el juego es una función del Yo que expresa su intento de
sincronizar los procesos corporales y sociales en el sí mísmo. Aunque reconoce
que puede hacerse una lectura simbólica del juego, destaca la necesidad yoica de
dominar las diferentes áreas de la vida, sobre todo en aquellas que el niño
percibe que su sí mísmo, su cuerpo y su rol social son incompletos y están
rezagados. Así, el juego permite alucinar un dominio yoico, pero también
practicarlo en una realidad intermedia entre la fantasía y el mundo real. El
juego es un medio de revelar la forma en que el niño experimenta y estructura su
mundo y funciona dentro de él; también, Erikson le otorga valor terapéutico
(págs. 160-161).
Reynoso R, Psicopatología y clínica infanto-juvenil. Buenos Aires: Ed. Belgrano.
Para Winnicott, en el proceso de desarrollo, la actividad de jugar se describe
en cuatro etapas (págs. 71-72):
a) El niño y el objeto están fusionados, o sea, el niño tiene una visión
subjetiva del objeto. La madre procura hacer real lo que el niño está dispuesto
a encontrar.
b) El objeto es repudiado, reaceptado y percibido objetivamente. En esto la
madre debe estar dispuesta a devolver lo que se ofrece, y si este papel no
encuentra impedimentos, el niño vive una experiencia mágica de omnipotencia. La
confianza en la madre genera así un campo intermedio de juegos donde nace la
idea de lo mágico y lo omnipotente.
c) El niño se encuentra solo en presencia de alguien. El niño juega suponiendo
que persona amada digna de confianza está cerca y sigue estándolo en el
recuerdo.
d) El niño permite una superposición de dos zonas de juego y disfruta de ella.
Primero es la madre quien juega con el bebé cuidando de encajar en sus
actividades lúdicas, pero tarde o temprano introduce su propio modo de jugar
descubriendo que los bebés varían según su capacidad para aceptar o rechazar la
introducción de ideas que les pertenecen. Queda así allanado el camino para un
jugar juntos en una relación.
Winnicott (págs. 76-77) indica que la zona de juego, en el cual el niño se halla
muy concentrado y no admite intrusiones, es una zona intermedia que no es ni su
realidad subjetiva ni el mundo exterior, pues en el juego el niño reúne objetos
o fenómenos de la realidad exterior usándolos al servicio de su realidad interna
o personal: sin necesidad de alucinaciones, revela así su capacidad para soñar
al investir fenómenos exteriores de significación y sentimientos oníricos.
El juego implica confianza y está ubicado en el espacio potencial entre el bebé
y la madre. Compromete al cuerpo porque manipula objetos y porque puede haber
excitación corporal. Esta excitación en las zonas erógenas, los instintos,
amenazan el jugar: aunque el juego es satisfactorio, puede elevar la ansiedad a
niveles intolerables, destruyéndolo. El carácter excitante del juego no deriva
del despertar de los instintos, sino de la precaridad de la acción recíproca, en
la mente del niño, entre lo que es subjetivo (casi alucinación) y lo percibido
objetivamente (realidad verdadera o compartida).
Hay un desarrollo que va de los fenómenos transicionales al juego, de este al
juego compartido, y de este a las experiencias culturales.
Winnicott D (1994) Juego y realidad. Barcelona: Gedisa.
JUEGO COMPULSIVO
"Impulso a jugar, que se experimenta de modo repetido, y que causa un intenso
malestar, gran pérdida de tiempo, o una interferencia significativa con la
rutina habitual del individuo, con su funcionamiento profesional, con sus
actividades sociales habituales o en sus relaciones con los demás. Esta conducta
se realiza para neutralizar o impedir el malestar. Se lleva a cabo con una
sensación de compulsión subjetiva que, al mismo tiempo, se asocia a un deseo de
resistir la compusión (al menos inicialmente). Habitualmente se utiliza este
término como sinónimo de juego patológico".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 588). Ver también Juego patológico.
JUEGO PATOLOGICO
"Fracaso crónico y progresivo en resistir los impulsos a jugar y aparición de
una conducta de juego que compromete, rompe o lesiona los objetivos personales,
familiares y vocacionales (DSM-III-R, 1987)".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 588.
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