TAQUIFEMIA
“Alteración del habla que se caracteriza por la rapidez excesiva de la palabra,
la omisión de sílabas o sonidos y la articulación imprecisa de los fonemas”.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatología Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995,
pág. 374.
TAQUITOSCOPIO
(Etimológicamente significa 'mirar rápido'). Es un aparato que proyecta imágenes
rápidamente sobre una pantalla. Tiene diversos usos en psicología experimental.
Por ejemplo, la escuela del New Look lo utilizó para determinar las
características selectivas de la percepción humana.
Cazau Pablo (2000) Vocabulario de Psicología - Redpsicología.
www.galeon.com/pcazau
TARTAJEO
“Trastorno del habla que se caracteriza por una pronunciación torpe de las
palabras, alteración del ritmo y dificultad de evocación de las palabras. Puede
constituír un trastorno lingüístico propiamente dicho o, con más frecuencia,
derivar de cuadros patológicos más globales (deficiencia mental, senilidad o
trastornos emocionales)”.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatología Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995,
pág. 374.
TARTAMUDEZ
“Trastorno del habla que se caracteriza por una alteración de la fluidez y del
ritmo de la expresión oral. Comporta un patrón de respuestas complejo
(cognitivo, lingüístico, emocional, comunicativo) que puede tener una gran
variabilidad interindividual Clínicamente se suelen identificar tres formas:
tónica, clónica y mixta”.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatología Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995,
pág. 374.
TECNICAS PROYECTIVAS
Definición.- Son métodos donde se emplean estímulos para obtener respuestas,
pero no es cualquier estímulo el aplicado, ni cualquier respuesta la que se
espera obtener.
Los estímulos deben cumplir cuatro características:
1) El sujeto no debe tener una idea clara del objetivo del estímulo, para que no
lo manipulee concientemente.
2) No debe ser claramente estructurado, para potenciar la expresión de la
personalidad y sus motivaciones más fundamentales.
3) Debe estar tipificado o standarizado, para permitir una comparación inter e
intrasujeto. La patología es una exageración de rasgos existentes en la
personalidad adaptada. Para poder comparar se usan, entonces, PARAMETROS, o
constantes que se toman en cuenta no sólo en la estimulación, sino también en la
recolección de respuestas y en su interpretación: para estas tres cosas hay
modos constantes (de estimular, de recolectar, de interpretar).
4) Los segmentos de comportamiento a los que apunta deben están claramente
determinados.
Las respuestas están determinadas por los estímulos (respuestas populares o
clishés), pero también por los factores organizativos intraspsíquicos (hipótesis
de la proyección). El fin de la técnica proyectiva es poner de manifiesto las
relaciones más idiosincrásicas y menos socializadas de la personalidad.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
Presupuestos teóricos de los tests proyectivos.- Son básicamente el
psicoanálisis y las psicologías holísticas (Gestalt-Lewin). La mayoría de las
técnicas proyectivas pueden considerarse formas estructuras de actividad
asociativa, y descansan sobre los siguientes presupuestos psicoanalíticos: 1) El
inconciente como fuerza motivante de la conducta. 2) El concepto de proyección.
3) El concepto de personalidad. 4) El concepto de transferencia.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
Reseña histórica.- Ya en 1895 Binet había sugerido manchas de tinta para
estudiar imaginación visual, a lo que siguen otros intentos, pero hasta 1920
solo se aplicó a contenidos mentales, imaginación y diferencias individuales, y
no exploraron la personalidad en su conjunto, ya que no había por entonces un
concepto englobante como ese.
El concepto de personalidad surgirá con el psicoanálisis, y en él se basarán
Murray y Phillipson. En 1920 surgen las verdaderas raíces de los tests
proyectivos.
Ejemplos de tests proyectivos son:
TAT Test de Apercepción Temática de Murray
TRO Test de Relaciones Objetales de Phillipson
Ambos son tests de estimulación visual, poco estructurados, verbales (contar
historias) y constructivos (por la tarea a realizar).
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
TELESCOPAJE
El término ‘telescopaje’, utilizado en cirugía y traumatología, fue empleado en
psicoanálisis para designar el proceso en virtud del cual se transmiten de una
generación a otra ciertos contenidos psíquicos vinculados a sucesos muy
significativos (traumas, etc.) que, de esta manera, ejercerán sus efectos en la
generación siguiente bajo diversas modalidades, sin que estos efectos puedan
atribuírse a experiencias individuales de los sujetos de dicha generación.
Señala, por ejemplo Ada Rosmaryn (en “Orígenes del Superyo”): “El análisis de
los hijos de sobrevivientes del Holocausto descubrió tanto la creación de un
Ideal de redención del sufrimiento de los padres imposible de cumplir, como la
identificación con el agresor en el Yo o en el Superyó. Los hijos de los
sobrevivientes debieron sufrir la fragmentación y contradicción de un Superyó
que los condenaba a volver a ser víctimas en lugar de sus padres (revivir sus
experiencias de degradación y terror), tanto como les exigía triunfar sobre
aquellos que habían querido su destrucción. El análisis de esta segunda
generación permitió observar cómo muchos de ellos transfirieron las figuras de
los perseguidores nazis sobre la de los padres imaginariamente omnipotentes de
la infancia, transformando a éstos en cruelmente punitivos, poderosos y
vengativos. El sufrimiento traumático de origen social, transmitido
transgeneracionalmente, era atribuído a las figuras edípicas. Estas
transferencias regresivas así como las defensas contra la agresión, parecieron
infiltrar al Yo y al Superyó posteriores al trauma en los sobrevivientes y
luego, por telescopaje, en sus hijos. Los sentimientos de culpa de los padres
por haber sobrevivido llevaban a estos hijos a ser una víctima sacrificial”.
http://www.chasque.net/frontpage/relacion/0004/freudiana.htmm
“En general, se pueden rastrear en las familias de origen de las parejas
infértiles, situaciones traumáticas o duelos no resueltos en relación a la
sexualidad o a la procreación (niños no nacidos, abortos, partos traumáticos,
muerte de la gestadora y/o del niño; muerte de un familiar en el momento del
parto; maternidades sufrientes; genocidios, etc.). Estos contenidos ingresan al
psiquismo a través de distintas modalidades de la identificación: enlace
emocional primario, fenómenos de sugestión, de imitación, de incorporación
masiva, etc. En las generaciones subsiguientes estas formas primarias de
identificación tienden a expresarse al modo de una "puesta en acto", o lo que
otros autores han llamado, "identificaciones alienantes", "telescopaje",
"visitantes del yo".
http://www.psinet.com.ar/rif6/702.htm
TEMA DELIRANTE
Hace referencia al contenido de la idea delirante. Dicho contenido puede ser de
control, persecutorio, de grandeza, de pobreza, nihilista, de culpa,
extravagante, corporal, de referencia, de amor, etc.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 331.
TEMPERAMENTO
Bleger distingue temperamento de constitución y de carácter. “La constitución
está dada por las características somáticas, físicas, más básicas y permanentes.
Depende fundamentalmente de la herencia biologica, pero no está libre de la
influencia de los factores ambientales y psicológicos. El temperamento está
constituído por las características afectivas más estables y predominantes. Se
lo ha considerado siempre como el aspecto funcional o dinámico de la
constitución, en el sentido de su origen totalmente hereditario. Las influencias
ambientales durante los primeros años de vida son, sin embargo, de gran
importancia tanto para la formación de la constitución y el temperamento, como
para la de la personalidad total. El carácter está dado por las pautas de
conducta más habituales o persistentes; para ellas, se admite la influencia
predominante del medio ambiente”.
Bleger José, Psicología de la conducta. Buenos Aires: Paidós, págs. 238-239.
Y carácter.- Clásicamente son términos que se utilizaron y aún se utilizan para
designar, respectivamente, los aspectos más biológicos y los aspectos más
sociales de la personalidad. Se considera que el temperamento es la parte
determinada biológicamente de la personalidad: son las formas de sentir y
reaccionar de las personas en tanto dependen de su sistema neuroendocrino o, en
general, de su constitución corporal. En cambio el carácter es el conjunto de
rasgos que resultan del aprendizaje o internalización de las normas sociales y
del ajuste de la conducta a ellas.
Varios autores han identificado diferentes tipos de temperamento y diferentes
tipos de carácter. Por ejemplo, Kretchsmer distinguió los temperamentos
ciclotímico, esquizotímico y vicioso, correspondientes a tres tipos
fundamentales de constitución somática: pícnico, leptosómico y atlético. Por su
parte en psicoanálisis suele hablarse de un carácter anal, de un carácter oral,
de un carácter genital, etc, resultados de fijaciones en las respectivas fases
del desarrollo psicosexual.
Cazau P (2003) Vocabulario de Psicología. Redpsicología.
TENDENCIA ANTISOCIAL
Para Winnicott, la tendencia antisocial no es necesariamente delincuencia, pues
la primera aparece en el niño normal o casi normal. Winnicott menciona dos
ejemplos: primero, el de un niño que no debió ser sometido a un psicoanálisis
sino que debió haber sido colocado en un ambiente adecuado. Segundo, otro caso
donde muestra con qué facilidad podemos tratar a veces una tendencia antisocial,
si la terapia es complementaria de una asistencia ambiental adecuada.
La tendencia antisocial no es un cuadro aparte al lado de la neurosis o la
psicosis, puesto que se la puede encontrar en ambas patologías. En el origen de
la tendencia antisocial encontramos un problema o una expresión de esperanza. La
falta de esperanza del niño antisocial es la característica básica del niño
deprivado. Winnicott dice que quien se comporta antisocialmente, en realidad
está esperando (esperanza) de encontrar un ambiente que se ocupe de él.
Son importantes sus tendencias destructivas y agresivas. El niño provoca
reacciones ambientales valiéndose de su destructividad, como si buscar un marco
de constante expansión, que originalmente fueron los brazos de su madre. El niño
que roba un objeto no busca el objeto sino a la madre, sobre la que tiene
ciertos derechos. La madre fue de alguna forma creada por él, y la madre se
convirtió en su objeto.
Cazau P (1996), Vocabulario de Psicología. Redpsicología www.galeon.com/pcazau
TEORIAS PSICOLOGICAS
Marx y Hillix dividen las teorías psicológicas en tres grandes tipos: de
estímulo-respuesta, del campo, y de la personalidad. Al psicoanálisis lo
mencionan como sistema, aunque a veces lo denominan teoría (pág. 411).
1) Teorías de estímulo-respuesta.- a) De refuerzo (Escuela de Hull-Spence y
positivismo de Skinner), b) De contiguidad (asociacionismo de Guthrie), y c) De
dos factores (Mowrer).
2) Teorías del campo.- a) Teoría vectorial de Lewin, b) Teoría cognitiva del
campo (conductismo intencionista de Tolman), c) Teoría del campo del logro
(funcionalismo probabilístico de Brunswik), d) Psicología ecológica de Barker,
e) Neuropsicología de Lashley, y f) Interconductismo de Kantor.
3) Teorías de la personalidad.- a) De estímulo-respuesta de Miller-Dollard, b)
Teoría de los rasgos de Allport, y teoría factorial de Eysenck-Catell, c)
Teorías organísmicas (holística de Goldstein y tipología de Sheldon), d)
Neoanalíticas (social de Horney, del ‘miedo a la libertad’ de Fromm, de la
‘presión-necesidad’ de Muray, e interpersonal de Sullivan), y e) De la tercera
Fuerza (Maslow y Rogers).
Marx y Hillix (1985), Sistemas y teorías psicológicos contemporáneos. Buenos
Aires: Paidós, 3° edición.
TERAPIA CONDUCTUAL
Tipo de tratamiento psicológico que mediante la aplicación de los principios de
la teoría del aprendizaje pretende reemplazar la conducta desadaptada o
indeseable por formas adaptativas y modos constructivos de afrontamiento.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 88.
TERAPIA COGNITIVA
Procedimiento activo, directivo, estructurado y de tiempo limitado que se
utiliza para tratar distintas alteraciones psiquiátricas (por ejemplo depresión,
ansiedad, fobias, problemas relacionados con el dolor, etc.). Se basa en el
supuesto teórico subyacente de que los efectos y la conducta de un individuo
están determinados en gran medida por el modo en que tiene dicho individuo de
estructurar el mundo.
Beck A y otros, Terapia cognitiva de la depresión, Bilbao, Desclee de Brouwer,
1983, 5° edición.
TERAPIA RACIONAL EMOTIVA
Fue desarrollada por Ellis (1962), cuya teoría básica es que la excitación
emocional y conducta inadaptada se miden por la interpretación de las
situaciones de uno mismo. Puede resumirse en el paradigma A-B-C-D-E: la persona
enfrenta una situación activante A, lo que le provoca ciertas creencias B (por
ej yo debo ser siempre competente). Esta creencia irracional tiene consecuencias
C (emociones negativas, conductas relacionadas). El terapeuta discute las
creencias irracionales D y ayuda al paciente a cuestionarlas. La terapia culmina
cuando el paciente elimina los pensamientos irracionales E (pág. 279).
Striegel-Moore R y Slaikeu K, (1993) Glosario de técnicas de terapia en crisis.
Incluído en Slaikeu K, Intervención en crisis. México: El Manual Moderno.
TERCERA OLA
Alvin Toffler denomina Tercera Ola a la etapa de la historia de la humanidad que
surge a partir del momento en que las empresas de servicios superan en cantidad
de empleados a las que contratan obreros para tareas manuales. Es la irrupción
de la vida diaria de la computadora, la fibre óptica y las comunicaciones
satelitales. Para el autor, la Primera Ola es la época agrícolo-ganadera, y la
Segunda Ola es el periodo iniciado a partir de la máquina a vapor y la
revolución industrial.
TEST
“Con el término ‘tests’ se designan las técnicas de investigación, análisis y
estudio que permiten apreciar una característica psicológica o el conjunto de la
personalidad de un individuo. Tales técnicas pretenden organizar los datos
extraídos de la investigación de la conducta sin intención de explicar causas o
consecuencias, sino mas bien limitándose a describir el comportamiento en la
dimensión que persigue en sus objetivos (por ejemplo inteligencia, aptitudes,
personalidad, etc.), conforme a un encuadre situacional y genético.
Ander-Egg E., “Técnicas de investigación social”, Hvmanitas, Buenos Aires, 1987,
21 edición, pág. 293-294.
Un test “es una prueba que permite, partiendo de un comportamiento observado en
un individuo, la determinación de comportamientos habituales o futuros
significativos”.
Sarton Alain, “Los tests en la psicología moderna”, Mensajero, Bilbao, 1978.
TEST DE APERCEPCION TEMATICA DE MURRAY (TAT)
Descripción.- Prueba proyectiva que consta de 31 láminas (una de ellas es
blanca). De ellas sólo se administran 20 (11 universales, y 9 según el sexo y la
edad). Las diez primeras son menos raras y dramáticas que la serie de las diez
siguientes: entre estas últimas se da la lámina en blanco.
Las figuras movilizan agresiones, temor, sexualidad, tendencias represivas y
suicidas, relaciones paterno-filiales, el Yo Ideal, el superyo, el ello, etc.
Algunas láminas presentan una sola persona, otras dos del mismo sexo, otras de
distinto sexo, otras tres personas y otras un grupo.
Desde una perspectiva de vínculo interpersonal, presentan situaciones
madre-hijo, madre-hija, padre-hijo, padre-hija, pareja sexual, hermanos, dos
mujeres y un hombre, paisajes sin personas y la lámina neutra en blanco.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
Bases teóricas.- En 1935 aparece el TAT de Murray basado en una idea holística y
centralista de personalidad, por oposición al elementarismo y al periferialismo,
respectivamente. Supone que cuando una persona interpreta una situación social
ambigua, expone su propia personalidad.
Murray menciona dos tipos de hechos susceptibles de observación: objetivos y
subjetivos.
Objetivos: los cambios externos perceptibles por el sujeto, cambios
fisiológicos, acciones espontáneas, y las aparentes satisfacciones (éxitos) o
frustraciones (fracasos).
Subjetivos: Verbalizaciones del sujeto sobre sus sentimientos, pensamientos,
intenciones, aspiraciones, etc. El aspecto objetivo de tales procesos es la
verbalización misma.
Murray utilizó conceptos de Freud, Jung, Adler, McDougall y Lewin, pero limita
el alcance del modelo teórico del test, porque es sólo una aproximación reducida
en comparación con toda la riqueza del psiquismo. El esquema conceptual debe ser
cómodo, coherente, comprensivo y necesario.
Murray concibió la existencia de FUERZAS PULSIONALES intrapsíquicas, que buscan
objetos y situaciones, o bien que reaccionan a la presión de las mismas. Al
principio las llamó instintos parciales, y luego propensiones, e identificó
varias: pasividad, masoquismo, ansiedad, etc.
Murray distinguió también NECESIDADES Y PRESIONES. El análisis de la
personalidad exige conocer las necesidades así como las presiones que inciden en
el comportamiento.
NECESIDADES: Las necesidades llevan al sujeto a una búsqueda de satisfacción
para mantener un equilibrio, siempre inestable. Murray las clasifica en latentes
y manifiestas:
a) Necesidades latentes: Son necesidades inhibidas que influyen indirectamente
sobre el comportamiento manifiesto. Algunas son las siguientes:
Humillación rechazada: necesidad inhibida de sufrir, de ser dominado
sexualmente.
Agresión rechazada: necesidad inhibida de hacer sufrir a otros.
Dominación rechazada: necesidad inhibida de poder sobre otros.
Exhibicionismo rechazado: necesidad inhibida de brindar espectáculo.
Sexualidad rechazada: necesidad inhibida de relaciones heterosexuales.
Homosexualidad rechazada: ídem anterior pero con respecto al mismo sexo.
Seguridad: temor de encontrarse sin ayuda.
b) Necesidades manifiestas:
1) Primarias o viscerorgánicas: respirar, beber, comer, sexo, lactancia,
micción, defecación, evitar el dolor físico, etc. Estas necesidades primitivas
no se consideran en el TAT.
2) Psicológicas: de adquisición (de objetos o situaciones), de conocimiento, de
conservación, de construcción, de curiosidad, de retención, etc.
PRESIONES: Son las fuerzas del ambiente, físico y social, que favorecen, limitan
o impiden la satisfacción de las necesidades. Al internalizarse, estas presiones
crean barreras aún cuando objetivamente ya hayan desaparecido. Murray indica
seis presiones principales:
a) Afiliación: pertenecer a un grupo, tener padres, mujer, etc.
b) Agresión: que alguien lo odie, lo castigue, lo provoca y obliga a defenderse,
le destruya sus posesiones, perjudica a sus allegados.
c) Dominación: se lo fuerza a hacer algo coercitivamente, se le impide que haga
algo, se lo seduce o induce a hacer o no algo.
d) Protección: alguien lo persona, cuida, alimenta, protege, ayuda.
e) Rechazo: lo desprecian, repudian, les es indiferente.
f) Carencia-pérdida: peligro físico, falta de apoyo familiar, rivalidad,
socorro, sumisión, sexo.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
Comparación entre fantasías e historias del TAT.- a) Semejanzas: De acuerdo a
Holt, 1) Siguen un formato narrativo con una figura central con varias
aventuras. 2) Las demás figuras se delinean poco: son auxiliares. 3) Los fines y
actividades de los personajes expresan los del sujeto mismo: habilidades,
defensas, sentimientos, patrones interpersonales, etc. 4) Tienen formas
variadas, donde se mezclan proceso primario con secundario. Freud trazó
paralelos entre fantasías e historias, pero no las identifica como iguales.
b) Diferencias: 1) En la fantasía hay estado abstraído o de ensueño, y en la
historia completa vigilia. 2) La fantasía es espontánea, pasiva, y la historia
deliberada. 3) La fantasía puede no ser verbal, y estar constituída sólo por
imágenes. 4) En la fantasía hay continuidad y transiciones implícitas, pero en
las historias son explícitas. 5) En la fantasía predomina el proceso primario.
6) La fantasía es menos recordada y más sujeta a represión. 7) En la fantasía
hay poca trama, y en la historia una estructura narrativa externamente impuesta
por formas literarias y usos culturales. 8) En la fantasía se expresan más
directamente deseos y emociones, y en la historia bajo formas más socialmente
aceptables.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
Comparación entre los estímulos del TAT y del TRO.-
1) Movimiento: el TAT sugiere más movimientos en las figuras.
2) Contenido humano: En el TAT claro y delimitado en sexos y edades.
3) Estructuración: Alta en el TAT, por el mayor contenido de realidad.
4) Saturación proyectiva: Baja en el TAT, por la alta estructuración.
5) Contenido y forma: Contenido-significado en el TAT y contenido-forma en el
TRO.
6) Conducta predominante: Fantasía en el TAT, percepción y fantasía en el TRO.
7) Incidencia cultural: Alta en el TAT.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
TEST DE RELACIONES OBJETALES DE PHILLIPSON (TRO)
Es un test verbal de estimulación gráfica que tomó aspectos del TAT de Murray
(en el material estímulo y en las consignas) y del Rorschach (en el análisis e
interpretación de los datos, y la ambigüedad de algunas figuras).
Consta de tres series de cuatro láminas, y aparte al final, una lámina en
blanco. Muestran diferentes situaciones interpersonales, con diferentes grados
de estructuración del ambiente y con distintos climas emocionales. Todas tienden
a evocar relaciones humanas conflictivas.
Serie A: figuras vagas, sombreados claros, no hay elementos ambientales
identificables. Se busca crear el clima de las necesidades primitivas de
dependencia y seguridad, y las ansiedades conexas.
Serie B: figuras más delineadas, enfatización del contraste blanco-negro,
ambiente con objetos bien definidos. Los claroscuros buscan enfatizar las
relaciones fantaseadas con objetos amenazantes o intransgientes.
Serie C: figuras más realistas y vivientes, colores suaves o intrusivos,
detalles ambientales más reales.
Está fundado teóricamente en la teoría del campo de Lewin, en el New Look, y en
la teoría de las relaciones objetales inconcientes de Klein, Fairbairn y Ezriel.
Basándose en Lewin, sostiene que la percepción está determinada primariamente
por las relaciones personales, las cuales influyen sobre la conducta y la
personalidad. De la orientación kleiniana toma las relaciones objetales
inconcientes, conjunto de objetos internos residuo de conflictos infantiles, de
las relaciones con personas de las que se ha dependido para la satisfacción de
necesidades básicas en la infancia.
Para Ezriel, en toda conducta habrá huellas de los tres elementos del sistema
tensional: 1) relaciones fantaseadas con un objeto para gratificar una
necesidad, 2) relaciones fantaseadas con un objeto en función de las
consecuencias temidas de esa relación, y 3) relaciones objetales defensivas para
evitar la concreción de la consecuencia temida. En el test, el sujeto intentará
liberarse de las tensiones inconcientes mediante la lógica conciente del
conocimiento de la realidad externa.
El supuesto básico de Phillipson es que la forma de percibir el mundo es
congruente con su forma de manejar las relaciones humanas, que a su vez depende
de cómo manejó sus rerlaciones más tempranas.
La forma particular en que un sujeto se relaciona con la gente, o percibe, es un
intento por conciliar dos sistemas de relaciones objetales: 1) las inconcientes
reprimidas, que fueron fantaseadas en los primeros años, y que intentan ser
resueltas hoy con conductas irracionales o infantiles, y 2) las experiencias de
relaciones acumuladas desde entonces, donde su validez fue puesta a prueba
repetidamente.
Las relaciones objetales inconcientes tenderán a imponerse a expensas de las
formas más concientemente aprendidas cuando:
a) En el individuo predomina la presión con que se busquen gratificaciones sin
que haya una contrapartida de gratificación en la realidad.
b) En el marco ambiental: 1) cuando la situación total coincide con la fantasía
inconciente en su aspecto frustrante o gratificante (la situación
paciente-terapeuta-psicólogo mueve lo edípico). 2) cuando la situación estímulo,
lámina o psicólogo, coincide con la fantasía inconciente. 3) ausencia de
elementos externos que contradigan expectativas inconcientes, 4) el factor
emocional en la relación objetal, frustrante o gratificante, que puede
fortalecer fantasías inconcientes u ofrecer oportunidades defensivas.
Sobre tales fundamentos el test utiliza, en las distintas láminas:
a) Situaciones uni, bi, tripersonales y grupales, b) montos variables de
contenido de realidad, y c) diversos climas emocionales evocadores de fantasías.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
Comparación entre los estímulos del TAT y del TRO.-
1) Movimiento: el TAT sugiere más movimientos en las figuras.
2) Contenido humano: En el TAT claro y delimitado en sexos y edades.
3) Estructuración: Alta en el TAT, por el mayor contenido de realidad.
4) Saturación proyectiva: Baja en el TAT, por la alta estructuración.
5) Contenido y forma: Contenido-significado en el TAT y contenido-forma en el
TRO.
6) Conducta predominante: Fantasía en el TAT, percepción y fantasía en el TRO.
7) Incidencia cultural: Alta en el TAT.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
TEST PROYECTIVO
La expresión ‘técnica proyectiva’ fue creada por Frank para designar un método
donde “se enfrenta al sujeto con una situación estimulante ante la que
reaccionará según el significado particular y específico que esa situación tenga
para él, y según que la experimenta en el curso de esa reacción”.
Frank L, “Proyective methods for the study od personality”, en Journal of
Psychology,1939.
En el test proyectivo, “la libertad de respuesta frente al estímulo permite que
el sujeto proyecte su propia personalidad... Se suelen distinguir dos tipos de
tests proyectivos como formas principales: los tests proyectivos temáticos (por
ejemplo el TAT de Murray como prototipo), y los tests proyectivos estructurales
(el Rorschach es el principal)”.
Ander-Egg E., “Técnicas de investigación social”, Hvmanitas, Buenos Aires, 1987,
21 edición, pág. 297.
TICS
"Movimientos musculares rápidos, involuntarios y espasmódicos, realizados en
forma aislada, inesperada, repetitiva, frecuente, sin propósito y a intervalos
irregulares".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 606.
TIPO PSICOLOGICO
Desde el punto de vista de Jung, es posible clasificar las distintas
personalidades en base a ocho tipos psicológicos, que explican las diferencias
individuales entre los sujetos. Estos ocho tipos resultan de combinar cuatro
funciones psicológicas (reflexión, sentimiento, intuición y sensación) con dos
movimientos de la libido (extraversión e introversión). Así, por ejemplo, un
tipo psicológico puede ser aquel en el cual domina, en el polo conciente, la
extraversión y la reflexión (tipo extravertido-reflexivo), y así sucesivamente.
Entonces el tipo psicológico queda definido por la función y la orientación
energéticas dominantes habitualmente en el estrato de la conciencia. Si domina
la extraversión, quedará relegado o reprimido la introversión en el inconciente,
si domina la reflexión, quedará relegada el sentimiento en el extremo
inconciente, y si domina la sensación, es la intuición la que quedará relegada
(en cada caso: y viceversa). Cabe recordar que para Jung, las tendencias
dominantes son las que se expresan en la conciencia, mientras que las tendencias
reprimidas, rechazadas o relegadas, se mantienen en el inconciente.
Una función o un movimiento de libido se hace dominante porque es aquello para
lo cual el sujeto está más dotado, pero en especial porque es aquello que le
permite una mejor adaptación social. Al elegir una función o movimiento de
libido como dominante, forzosamente sus opuestos quedarán relegados en lo
inconciente, donde activarán elementos dormidos. Un desequilibrio entre estos
opuestos se produce por ejemplo cuando la función relegada, la sombra, comienza
a invadir la conciencia (por ejemplo, depresiones y debilidades atraviesan la
protección conciente). Otro desequilibrio ocurre cuando la función dominante es
muy intensa, y ahoga la expresión de la función relegada. En ambos casos Jung
habla de una condición neurótica. Recordemos que funciones dominantes no
significa funciones únicas: la función relegada siempre se manifiesta de alguna
manera (hay un cierto equilibrio entre ambas).
Funciones psicológicas.- Por función psicológica Jung entiende “cierta forma de
actividad psíquica que en circunstancias variables permanece, en principio,
igual a sí mísma. Desde el punto de vista energético, es una forma fenoménica de
la libido que, teóricamente, permanece constante, así como la fuerza expresa
fenoménicamente la energía física” (citado por Progoff Ira, pág. 129).
Las funciones psicológicas se agrupan en racionales (la reflexión y el
sentimiento), y no racionales (la sensación y la intuición). Las primeras son
racionales porque resultan de una actividad deliberada del sujeto (de
interpretar lo percibido = reflexión, y de juzgarlo o valorarlo como agradable o
desagradable = sentimiento). Las últimas son no racionales porque son más
pasivas (en la sensación el sujeto recibe la informaciòn del medio; en la
intuición “se le impone” cierta forma de comprensión directa del objeto).
La sensación permite tomar contacto con el exterior mediante los sentidos. Luego
la reflexión significa o interpreta lo percibido. El sentimiento lo valora en
términos de agradable o desagradable, y la intuición permite un acercamiento más
directo al objeto, sin la intervención de la intuición.
La reflexión y el sentimiento actúan como opuestos y tienden a equilibrarse
entre sí, y lo mismo pasa con la sensación (en tanto impresiones que vienen
desde el exterior) y la intuición (en tanto impresiones que vienen desde el
interior) (pág. 126-130).
Introversión y extraversión.- Son movimientos de la libido hacia el mundo
interno y hacia el mundo externo, respectivamente (en cambio, la regresión y la
progresión son movimientos libidinales hacia atrás y hacia delante,
respectivamente).
Progoff Ira, “La psicología de Jung y su significación social”, Buenos Aires,
Paidós, 1967.
TOLERANCIA
"Estado de adaptación caracterizado por la disminución de la respuesta a la
misma cantidad de droga o por la necesidad de una dosis mayor para provocar el
mismo grado de efecto farmacodinámico" (pág. 526).
"Disminución de los efectos de una droga a medida que esta se consume".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 487.
TOLERANCIA CRUZADA
"Fenómeno en el que se toma una droga y aparece tolerancia no sólo a esa droga,
sino también a otra del mismo tipo o a veces de otro conexo -por ejemplo, la
heroína provoca tolerancia cruzada a la morfina, y viceversa- y en menor grado
el consumo intenso de bebidas alcohólicas produce tolerancia cruazada a los
fármacos del tipo de los barbitúricos".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 526.
TOXICOFILIA
“Término postulado por la cátedra de psicología forense de la Universidad de
Buenos Aires, remite a una connotación más psicologista que pone el énfasis en
el concepto de ‘investimiento objetal’, de ‘amor al tóxico’, siendo suficiente
que tal dinamismo se dirija a un tóxico real, susceptible o no de crear
dependencia física pero ciertamente ‘tóxico’, es decir, con poder para crear
lesiones en el organismo de quien lo consume, sea o o no de uso legal” (pág. 6).
Castex M (1992), El problema de la toxicofilia en Latinoamérica. Mito y
realidad. Conferencia pronunciada en la Universidad de Salamanca, 26 de octubre
de 1992.
TRABAJO
Freud ha puesto de manifiesto que el trabajo, más allá de su importancia y
significación económica y social, tiene profundos significados psicológicos para
el trabajador, de lo cual cabe inferir que una situación de desempleo o de
amenaza de pérdida de empleo podrá repercutir desfavorablemente sobre su estado
anímico.
“Según Freud, los objetivos primarios de la vida mental humana consisten en
‘amor’ y ‘trabajo’, o en placer y logros” (Yampey N, 1995:80).
Freud destaca que el trabajo es, por un lado, una vía de descarga sublimatoria
de la sexualidad y la agresividad humanas, pero por el otro es una actividad a
la cual es hombre se ve compelido a realizar, incluso a pesar de su voluntad. En
el primer caso, el trabajo es fuente de satisfacciones, y en el segundo sirve
únicamente como estrategia de supervivencia.
Respecto de la primera situación, Freud destaca que “es innegable que la
concentración de la atención en una tarea intelectual, y, en general, el
esfuerzo mental, tiene por consecuencia en muchas personas, tanto jóvenes como
maduras, una excitación sexual concomitante” (Freud S, 1905:185).
Respecto de la segunda situación, Freud indica que nada como el trabajo “liga al
individuo tan firmemente a la realidad como la insistencia en el trabajo, que al
menos lo inserta en forma segura en un fragmento de la realidad, a saber, la
comunidad humana. La posibilidad de desplazar sobre el trabajo profesional y
sobre los vínculos humanos que con él se enlazan una considerable medida de
componentes libidinosos, narcisistas, agresivo y hasta eróticos le confiere un
valor que no le va en zaga a su carácter indispensable para afianzar y
justificar la vida en sociedad. La actividad profesional brinda una satisfacción
particular cuando ha sido elegida libremente, o sea, cuando permite volver
utilizables mediante sublimación inclinaciones existentes, mociones pulsionales
proseguidas o reforzadas constitucionalmente. No obstante el trabajo es poco
apreciado, como vía hacia la felicidad, por los seres humanos. Uno no se
esfuerza hacia él como hacia otras posibilidades de satisfacción. La gran
mayoría de los seres humanos sólo trabajan forzados a ello, y de esta natural
aversión de los hombres al trabajo derivan los más difíciles problemas sociales”
(Freud S, 1930:80).
La compulsión al trabajo es creada por el apremio exterior (Freud S, 1930:99).
Parecería que “toda cultura debe edificarse sobre una compulsión y una renuncia
de lo pulsional, y ni siquiera es seguro que, en caso de cesar aquella
compulsión, la mayoría de los individuos estarían dispuestos a encargarse de la
prestación de trabajo necesaria para obtener nuevos medios de vida” (Freud S,
1927:7 y 10).
Freud S (1905) Tres ensayos de teoría sexual. Obras Completas, Tomo VII. Buenos
Aires: Amorrortu, 1993.
Freud S (1927) El porvenir de una ilusión. Obras Completas, Tomo XXI. Buenos
Aires: Amorrortu, 1993.
Freud S (1930) El malestar en la cultura. Obras Completas, Tomo XXI. Buenos
Aires: Amorrortu, 1993.
Yampey N (1995) Desocupación y suicidio. Buenos Aires: Revista Fundaih, 7,
79-82.
“El valor del trabajo reside en que representa un medio de satisfacer las
necesidades existenciales. Significa también una fuente de placer y un factor de
prestigio y de autoestima. El trabajo brinda al hombre y a la mujer el sentido
de su utilidad social” (Yampey N, 1995:80).
Yampey N (1995) Desocupación y suicidio. Buenos Aires: Revista Fundaih, 7,
79-82.
TRANCE
"Estado de disociación que ocurre en los pacientes bajo hipnosis y en los
médiums, cuando quieren dar a entender que están en contacto con el mundo de los
espíritus. Estados semejantes al trance ocurren en la histeria, aunque en tal
caso se habla por lo común de ataques, accesos o estados oníricos; y en la
niñez, bajo la forma de sonambulismo. La característica común a todos estos
estados es que alguna parte del yo (o sí mísmo) está fuera de acción, de modo
tal que el sujeto tanto somete su voluntad a otra como actúa sobre la base de
deseos y fantasías que de otro modo serían inhibidos".
Rycroft Ch., Diccionario de psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1976, pág.
115).
TRANSEXUAL
“Individuo dotado de órganos sexuales normales pero que siente psíquicamente
como un miembro del sexo opuesto”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág.
628.
TRANSEXUALIDAD
“Fenómeno físico de cambio de sexo. Sustitución, por medio de intervención
quirúrgica, de los órganos sexuales característicos de cada sexo. Generalmente,
se alude al deseo de ser ‘psicológicamente’ como el otro sexo. Desde nuestro
punto de vista, surge como conflicto emocional por la represión sexual de las
capacidades no reproductivas de las personas. No creemos que sea correcto hablar
de ser ‘psicológicamente hombre o mujer’. Se es persona”.
Barragán Medero F, (1991), La educación sexual. Guía teórica y práctica.
Barcelona: Paidós, pág. 154.
TRANSEXUALISMO
Trastorno de la identidad de género caracterizado por un malestar persistente y
un sentimiento de inadecuación respecto al propio sexo anatómico en una persona
que ha alcanzado la pubertad y acompañado por una preocupación persistente
acerca de cómo deshacerse de las características sexuales del propio sexo y
adquirir las del sexo opuesto.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Madrid, McGraw Hill, 1995, pág.
459.
TRANSFERENCIA
Psicoanalíticamente, implica la actualización de deseos inconcientes en una
relación interpersonal, y es una repetición de prototipos infantiles vividos con
sensación de actualidad. En sentido más amplio, fuera del psicoanálisis, designa
un desplazamiento de valores, derechos, entidades a otro.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
“Fenómeno general, universal y espontáneo que consiste en unir el pasado con el
presente mediante un enlace falso que superopone el objeto originario con el
actual. Esta superposición del pasado y el presente está vinculada a objetos y
deseos pretéritos que no son concientes para el sujeto y que le dan a la
conducta un sello irracional, donde el afecto no aparce ajustado ni en calidad
ni en cantidad a la situación real, actual”.
Etchegoyen H, Los fundamentos de la técnica psicoanalítica. Buenos Aires:
Amorrortu, pág. 106.
“Entendemos por transferencia un género especial de relación respecto de una
persona; es un tipo característico de relación de objeto. Lo que la distingue
principalmente es el tener por una persona sentimientos que no le corresponden y
que en realidad se aplican a otra. Fundamentalmente, se reacciona ante una
persona presente como si fuera una del pasado. La transferencia es una
repetición, una reedición de una relación objetal antigua. Es un anacronismo, un
error cronológico. Se ha producido un desplazamiento; los impulsos, los
sentimientos y las defensas correspondientes a una persona del pasado se han
trasladado a otra del presente. Es primordialmente un fenómeno inconciente, y la
persona que reacciona con sentimientos de transferencia por lo general no se da
cuenta de esa distorsión”.
Greenson R, Técnica y práctica del psicoanálisis. Buenos Aires, Siglo XXI, pág.
155.
Evolución del concepto de transferencia en Freud.- 1) Psicoterapia de la
histeria (1895). El concepto surge a partir de la detección de obstáculos
externos que se presentan cuando se perturba la relación con el analista,
desapareciendo también la buena disposición del paciente. Al intentar el
analista averiguar los problemas, se interpone en el paciente la conciencia de
sus diferencias con él, lo cual aparece especialmente en tres casos: cuando la
enferma se cree descuidada, menospreciada u ofendida por el analista, cuando
teme quedar ligada al analista o perder su independencia, y cuando se asusta al
ver que transfiere al médico representaciones displacenteras emergidas durante
el análisis. La transferencia al analista se realiza por una conexión falsa. 2)
La interpretación de los sueños (1900). En el capítulo 5, apartado C, refiere
Freud la transferencia como proceso intrapsíquico donde se desplaza el afecto de
una representación a otra considerada inofensiva. El afecto sólo puede
exteriorizarse si la representación entra en conexión con una representación
inocua o indiferente preconciente, no censurable. 3) Historial de Dora (1901).
En el Epílogo, Freud dice que se trata de re-creaciones de los impulsos y
fantasías que se despiertan y hacen concientes con el análisis, y pueden ser
invariadas (el contenido no se diferencia del modelo, salvo en la sustitución, o
sublimadas, donde hay una modelación del contenido y no se trata de una simple
reedición sin cambios). 4) La dinámica de la transferencia (1912). Freud indica
que la transferencia son clishés repetidos a lo largo de toda la vida,
repeticiones que son posibles cuando las circunstancias exteriores lo permiten y
cuando están los objetos eróticos disponibles, como el analista. Esta
disposición congénita y las experiencias infantiles determinarán los objetos
eróticos elegidos en la vida. La transferencia puede ser positiva o negativa, y
sólo en este último caso constituye una resistencia para la cura. 5) Recordar,
repetir, reelaborar (1914). Todos los tipos de transferencia constituyen
resistencia, porque el paciente al transferir repite (actúa) para no recordar, y
sin conciencia de ello. En este sentido es imprescindible para la cura: el
vencimiento de la resistencia comienza cuando el analista la desenmascara, pero
es preciso dar tiempo al paciente para enfrascarse en la resistencia,
reelaborarla y luego vencerla. 6) Más allá del principio de placer (1920). La
transferencia aparece aquí como la expresión de la compulsión a la repetición.
En el vínculo con el analista se repiten situaciones traumáticas sexuales
infantiles vivida como atemporales, momento en el cual el paciente tiende a
interrumpir la cura. Esta repetición produce displacer por un lado pero por el
otro produce placer, siendo una de las razones de esto último el hecho de que al
surgir el recuerdo trae consigo menos displacer que si retornase como suceso
actual.
Sin indicación de autor.
TRANSFERENCIA NEGATIVA
Se usa esta designación “para los sentimientos de transferencia basados en el
odio en cualquiera de sus formas, sus precursores y derivados. La transferencia
negativa puede manifestarse en forma de odio, enojo, hostilidad, desconfianza,
aborrecimiento, aversión, repugnancia, resentimiento, amargura, envidia,
disgusto, desdén, fastidio, etc. Siempre está presente en el análisis, aunque a
menudo es mucho más difícil de descubrir que las manifestaciones de
transferencia positiva”.
Greenson R, Técnica y práctica del psicoanálisis. Buenos Aires, Siglo XXI, pág.
230.
TRANSFERENCIA POSITIVA
“Manera abreviada de designar las reacciones de transferencia compuestas
predominantemente por el amor en cualquiera de sus formas o por cualquiera de
sus precursores o derivados. Consideramos que hay transferencia positiva cuando
el paciente siente por su analista amor, cariño, confianza, deseo, gusto,
interés, devoción, admiración, infatuación, pasión, ansia, anhelo, ternura o
respeto. Las formas atenuadas de amor no sexual ni romántico preparan la alianza
de trabajo”.
Greenson R, Técnica y práctica del psicoanálisis. Buenos Aires, Siglo XXI, pág.
223.
TRASTORNO
Aunque la CIE-10 reconoce que el término 'trastorno' no es preciso, lo utiliza
para señalar "la presencia de un comportamiento o de un grupo de síntomas
identificables en la práctica clínica, que en la mayoría de los casos se
acompañan de malestar o interfieren con la actividad del individuo. Los
trastornos definidos en la CIE-10 no incluyen disfunciones o conflictos sociales
por sí mísmos en ausencia de trastornos individuales". La CIE-10 utiliza el
término 'trastorno'para evitar los problemas que plantea el utilizar otros
conceptos como 'enfermedad' o 'padecimiento'.
CIE-10 Trastornos mentales y del comportamiento, Madrid, Organización Mundial de
la Salud, 1992, página 25-26.
TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD
"Pauta de conducta irresponsable y antisocial en un individuo mayor de 18 años,
que empieza en la infancia o primera etapa de la adolescencia y continúa en la
edad adulta. En la infancia pueden aparecer conductas como mentir, robar,
escaparse de casa, etc., no corrigiéndose ni acongojándose cuando reciben
castigos. Las conductas que presentan en la edad adulta entran en conflicto con
las normas establecidas, y parecen regularse exclusivamente por su sensibilidad
a las señales de recompensa y a la gratificación inmediata (Vallejo, 1980).
Incluye conductas tales como la incapacidad para mantener una conducta laboral
consistente, fracaso en adaptarse a las normas sociales con respecto a la
conducta legal, irritabilidad y agresividad, fallos para planificar y
actuaciones impulsivas, etc. (DSM-III-R, 1987)".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 589.
TRASTORNO CORPORAL DISMÓRFICO
Preocupación excesiva por algún defecto imaginario sobre la apariencia física.
Antes conocido como dismorfofobia, si la persona tiene realmente algún defecto
físico, el problema consiste en una preocupación excesiva sobre él, que resulta
injustificada.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 7.
TRASTORNO DE CONVERSIÓN
Pérdida o alteración en el funcionamiento fisiológico (por ejemplo parálisis,
sordera, ceguera) que sugiere un trastorno físico, pero para el cual no existe
patología orgánica subyacente. El principal aporte para explicar la conversión
viene del psicoanálisis: Freud comenzó proponiendo que la energía psíquica
asociada con deseos e impulsos inconcientes inaceptables podrían convertirse en
síntomas somáticos. Un típico trastorno de conversión es la anestesia de guante,
donde la persona tiene insensibilizada la mano hasta la muñeca.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 7.
TRASTORNO DE DOLOR
El dolor somatoforme es un dolor severo y prolongado que, o bien es
inconsistente con la distribución anatómica del sistema nervioso, o bien no
puede ser explicado a partir de una patología orgánica.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 7
TRASTORNO DE PERSONALIDAD
Se definen los trastornos de personalidad como aquellos rasgos de personalidad
permanentes que son inflexibles y desadaptativos, que causen incapacitación
social significativa, perturben la eficacia laboral y promuevan un malestar o un
sufrimiento subjetivo.
Según el modelo de los cinco grandes, para evaluar un trastorno de la
personalidad hay que examinar cinco aspectos del funcionamiento personal,
relacionados con la emocionalidad y las relaciones interpersonales: la
extroversión, el neuroticismo (ansiedad), la apertura a la experiencia, la
cordialidad y escrupulosidad.
Según el DSM, los trastornos de personalidad se agrupan en cuatro grandes
categorías: 1) Personas raras y excéntricas que agrupan las categorías de
paranoide, esquizoide y esquizotípico. El paranoide tiene por ejemplo la
creencia a ser explotado o perjudicado por otros sin base real suficiente, y se
cuestiona la lealtad de sus amigos. El esquizoide se aisla de los demás y tiene
una afectividad pobre, no interesándoles ni críticas ni elogios, ni en
actividades sexuales. El esquizotípico tiene ansiedad social excesiva,
pensamiento mágico, conducta excéntrica, afectividad inapropiada. 2)
Personalidades erráticas, emotivas y teatrales que cubren el histriónico,
antisocial, narcisista y límite (bordeline). El histriónico necesita alabanzas
constantes y es sexualmente seductor de forma inapropiada. Le gusta ser el
centro de atención, y no tolera la frustración. El narcisista siente rabia,
verguenza o humillación ante las críticas, y un sentimiento grandioso de su
propia importancia. 3) Personas temerosas con ansiedad marcada: dependiente,
obsesivo - compulsivo, pasivo - agresivo y trastorno por evitación. En este
último caso evita actividades que supongan un contacto significativo con los
demás, no desean relacionarse con la gente. 4) Mixto y atípico que incluye al
resto de las alteraciones.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 16.
TRASTORNO DEL CONTROL DE IMPULSOS
"Fracaso en resistir el impulso, deseo o tentación de llevar a cabo algún acto
que es dañino para el propio invididuo o para los demás. Este fracaso va
acompañado por una sensación creciente de tensión o activación antes de llevar a
cabo el acto. El sujeto experimenta placer, gratificación o liberación en el
momento de consumar el acto (DSM-III-R, 1987).
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 589.
TRASTORNO DEL ESTADO DE ÁNIMO
Desde un punto de vista clínico, los trastornos del estado de ánimo se refieren
fundamentalmente al estado de ánimo depresivo, o bien al estado de ánimo que,
como en la depresión bipolar, alterna entre la euforia (manía) y la depresión en
forma cíclica.
Sentirse triste o deprimido no es, sin embargo, un síntoma suficiente para
diagnosticar una depresión. Esta distinción es importante, pues la depresión
entendida como 'síntoma', es decir, sentirse triste, está presente en la mayor
parte de los cuadros psicopatológicos, como la esquizofrenia o las obsesiones,
así como en algunas enfermedades médicas, sin que por ello constituya un
'síndrome' depresivo, es decir, un conjunto covariante de síntomas relacionados
tales como tristeza, insomnio, pérdida de peso, etc.
Por lo tanto, para identificar un trastorno del estado de ánimo se requieren
evaluar varios aspectos, o sea un síndrome, y además diferenciarlo de un
trastorno normal, como puede ser una depresión consecutiva a un duelo. El cuadro
que presenta una persona depresiva puebe ser muy variado en cuanto a sus
síntomas y a su evolución temporal. Algunas veces se da por episodios, y en
otras veces la depresión es continua. La depresión presenta manifestaciones
anímicas (cambia el estado de ánimo), motivacionales y conductuales (tienden a
la inacción), cognitivas (disminuyen la memoria, la atención y la
concentración), físicos (cansancio, insomnio, etc.) e interpersonales (tienden a
aislarse).
Las depresiones pueden ser reactivas, cuando están desencadenadas por un
acontecimiento externo precipitante, llamadas también depresiones psicosociales,
y las depresiones endógenas, que algunos adjudican a un factor psicógeno.
La depresión puede ser bipolar si alterna con euforia, o unipolar si hay
solamente depresión. También puede ser primaria o secundaria, según que no esté
o sí esté asociada a otra enfermedad de la cual depende.
También se distingue una depresión mayor y una menor. La primera se caracteriza
por un episodio depresivo mayor, en el cual nunca ha habido un episodio maníaco
(euforia) o hipomaníaco (menos eufórico), y que no es un trastorno
esquizofrénico o psicótico de otro tipo. La depresión menor tiene una duración
semejante al episodio depresivo mayor, pero con una menor presencia de síntomas.
Debe distinguirse el episodio del trastorno. El episodio me permite ubicar al
paciente depresivo en algún trastorno.
La distimia es otra categoría, caracterizada porque es un estado de ánimo
depresivo de larga duración (al menos dos años continuados) acompañado de otros
síntomas propios del episodio depresivo mayor. Otra variedad es el trastorno
bipolar, que se caracteriza porque existe o ha existido alguna vez un episodio
maníaco o hipomaníaco. Este padecimiento suele interferir mucho en el trabajo y
las relaciones familiares del paciente, y el riesgo de suicidio, en la fase
depresiva, es alto.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 9.
TRASTORNO DUAL
"Nombre que recibe la coexistencia de patología psíquica y de algún tipo de
dependencia".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 526.
TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO
“El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se define como un estado mental
caracterizado por una triada básica: obsesiones, compulsiones y dudas. La
obsesión es un tipo de pensamiento intrusivo, parasitario, constante y forzado,
y, como característica fundamental: no puede ser rechazado. La compulsión es una
urgencia a llevar a cabo tareas mentales o motoras. A diferencia del impulso, la
compulsión permite un cierto control volitivo, de una duración moderada, pero al
fin la tarea debe realizarse. Una caracterísica fundamental: tratar de controlar
la compulsión produce ansiedad intensa, que se alivia llevando a cabo la tarea
compulsiva. La duda o inhabilidad para tomar decisiones, constituye un factor
importante dentro de la sintomatología del TOC. Para los franceses el TOC es la
enfermedad de la duda”.
Yaryura-Tobías José, “El trastorno obsesivo-compulsivo de la niñez y la
adolescencia”, incluído en Grau Martínez A y otros (2000), Psiquiatría y
psicología de la infancia y adolescencia. Madrid: Editorial médica Panamericana,
pág. 307.
TRASTORNO POR ANSIEDAD DE SEPARACION
Se define el trastorno por ansiedad de separación en el DSM IV como la aparición
de una ansiedad excesiva o inadecuada al nivel de desarrollo, ante la separación
del hogar o de aquellas personas a las que el niño está más vinculado. Puede
presentarse clínicamente como absentismo escolar, miedos o angustia ante la
separación, síntomas físicos como cefalea o abdominalgia si anticipa que aquélla
va a suceder, y pesadillas en torno a estos temas. Debe aparecer antes de los 18
años y durar al menos 4 semanas. En el DSM IV queda como el único de los
trastornos de ansiedad propio de la infancia y la adolescencia.
No obstante, cierto grado de ansiedad de separación es un fenómeno universal y
esperable como parte del desarrollo de un niño normal. A los 6 -7 meses de edad,
el niño puede mostrar temor a separarse de la madre, sobre todo en ambientes
extraños. La ansiedad normal de separación tiene un pico de mayor intensidad
hacia los 18 meses de edad, pero no es excepcional que se prolongue hasta la
preescolaridad. El niño de 3 años ya tiene capacidad cognitiva para percatarse
de que la separación es temporal y es capaz de mantener una imagen interna de la
madre durante su ausencia. Por ello, la ansiedad de separación decrece entre los
3 y 5 años.
TRASTORNO POR SOMATIZACIÓN
Este trastorno se caracteriza por quejas sobre múltiples síntomas físicos, como
desmayos, náuseas, debilidad, problemas urinarios, etc., los cuales no se
fundamentan en causa orgánica alguna.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 7.
TRASTORNO PSICOMOTOR
"Trastorno que se caracteriza por la alteración de la respuesta motora adecuada
en la interacción del individuo con experiencias afectivas o cognitivas". Los
trastornos psicomotores más relevantes son: la agitación motora, el estupor, los
temblores, las convulsiones, los tics, los espasmos, la catatonía, las
estereotipias, los manierismos, las discinesias y las apraxias.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 606.
TRASTORNO SEXUAL
"Comportamientos de carácter sexual o aspectos de la actividad sexual que
conlleva una experiencia subjetiva de malestar o que produce malestar a otra
persona" (pág. 459).
Conviene distinguir entre trastorno sexual, disfunción sexual (ver) y trastorno
de la identidad sexual (o de la identidad de género). En este último caso, se
trata de una "disociación entre el sexo anatómico y la propia identidad sexual".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 459.
TRASTORNO SOMATOFORME
Los trastornos somatoformes se definen como un grupo de trastornos mentales
caracterizados por la aparición de síntomas físicos, que no se explican mediante
una condición médica general y que, sin embargo, se encuentran relacionados con
factores psicológicos (por ejemplo acontecimientos traumáticos). El DSM-IV
incluye dentro de estos trastornos el trastorno por somatización, el trastorno
somatoforme indiferenciado, el trastorno de conversión, el trastorno de dolor,
la hipocondría y el trastorno corporal dismórfico.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 7.
TRASTORNO SOMATOFORME INDIFERENCIADO
Es una categoría residual, donde se ubican aquellos cuadros que no entran en las
otras clasificaciones. Entran aquí la mayoría de pacientes con problemas
persistentes de somatización.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 7.
TRAUMA
Las experiencias traumáticas, ha mostrado el psicoanálisis, dejan una huella que
de una u otra forma repercutirá en nuestra conducta el resto de la vida,
especialmente si no son ulteriormente elaboradas o resignificadas, e inclusive
si esas experiencias fueron simplemente fantaseadas, como las fantasías de
violación o seducción. Si la experiencia traumática no fue elaborada, volverá a
ejercer influjo en la conducta cada vez que al adulto se le presente una
situación que de alguna forma evoca aquella experiencia. Hay autores que han
afirmado que personas con infancias traumáticas han sobresalido o se han
destacado como adultos, tal vez como una manera de compensar aquella
experiencia.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicología. Redpsicología Online
TRAVESTISMO
“Impulso avasallador a personificar el sexo opuesto y vestirse con la
indumentaria que lo caracteriza”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág.
628.
El transvestismo es la utilización continuada de las ropas propias del sexo
puesto.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Madrid, McGraw Hill, 1995, pág.
459.
“Tendencia a utilizar los atributos externos de género del otro sexo, vestidos,
adornos y apariencia externa. No constituye una patología sexual, aunque pueda
generar conflictos afectivos por la prohibición social de transgredir una norma
convencional y arbitraria. No existe relación entre el hecho de ser hombre o
mujer y vestir de una determinada forma”.
Barragán Medero F, (1991), La educación sexual. Guía teórica y práctica.
Barcelona: Paidós, pág. 154.
TRIANGULACION
“Es un proceso psicológico, que incluye operaciones psicodinámicas tradicionales
por las cuales una unidad de dos se estabiliza y confiere sentido a su actividad
por común referencia a una tercera unidad. Esto se manifiesta, por ejemplo, en
unidades conyugales en que la persistencia de la armonía depende de un enojo o
un interés benévolo, no menos persistentes, hacia un hijo (la tercera unidad).
El significado de la pertenencia a un subsistema se puede experimentar mejor por
la referencia compartida a una tercera unidad que se sitúa fuera de las
fronteras del subsistema”.
Umbarger C, “Terapia familiar estructural”, Barcelona, Paidós.
URGENCIA PSIQUIATRICA
Una urgencia psiquiátrica es una perturbación del pensamiento, sentimientos o
las acciones, que requiere tratamiento inmediato. Casi siempre es el mismo
paciente quien pide el auxilio, aunque puede hacerlo la familia, la policía,
etc. La causa más frecuente es alguna pérdida de alguna persona importante.
También está el desempleo, fracaso escolar, jubilación, nacimiento de un hijo,
nuevas responsabilidades, etc. El paciente se expresa a nivel emocional y
corporal.
La mayoría de los pacientes de urgencia tienen toda una vida de psicopatología,
a veces grave, a pesar de lo cual se han adaptado. Tales personas buscan apoyo
solo cuando su mecanismo adaptativo se ha descompensado, generalmente por
influencia ambiental. El psiquiatra de urgencias tiene a veces poco tiempo para
tomar una decisión. y dentro del hospital debe haber una zona de 'retención' del
paciente, donde no está del todo internado, pero está listo para retornar a la
comunidad una vez pasado el momento de urgencia.
Toda manifestación clínica de urgencia tiene tres aspectos: biológico
(trastornos corporales), psicológicos y sociales. A continuación de citan
urgencias donde predomina la sintomatología psicológica (estados psicológicos),
donde predomina el síntoma corporal (estados corporales), y por último, otros
casos de urgencia.
Estados psicológicos.- 1) El ejemplo más importante es la depresión suicida.
Suele aparecer bruscamente, hay insomnio, insociabilidad e ideas delirantes como
la de haber cometido un pecado imperdonable. 2) Violencia: es rara en las
enfermedades mentales, y mas bien aparece en casos de abuso de alcohol,
historias de abuso en la niñez, o historia de actos violentos. Deben ser
controlados físicamente y con sedantes, pues pueden llegar al asesinato. El
haloperidol y otros medicamentos son útiles para los psicóticos violentos. 3)
Estados de fuga: Con amnesia total con respecto a horas o días anteriores. Deben
ser hospitalizados, y la razón está en que huyeron de alguna situación muy
dramática, como una guerra. 4) Pánico homosexual: delirios y alucinaciones que
acusan al paciente por sus supuestas prácticas homosexuales. Aparece en
situaciones que fuerzan a la homosexualidad, como cárceles, etc. 5) Otras
reacciones de pánico: como ataques de agorafobia. Se utilizan sedantes suaves.
6) Trastornos por estrés postraumático: como haber escapado de un accidente con
vida, sobrevivientes de catástrofes, etc. 7) Manía: Exaltación del ánimo
patológica donde el paciente no se controla: por ejemplo maneja muy rápido,
gasta mucho dinero, etc. 8) Esquizofrenia paranoide: donde el paciente se cree
perseguido. Al igual que el caso anterior, se lo intenta calmar con palabras
apelando al núcleo racional de su yo, y con sedantes. 9) Esquizofrenia
catatónica: si el paciente viene en estado de letargo, es fácil manejarlo pues
obedece a todo. Debe dárselo de alta si la condición ambiental precipitante fue
corregida. Si viene en estado de excitación, es más difícil tratarlo y debe
dársele tranquilizantes. 10) Anorexia nerviosa: hospitalización y nutrición
forzada. 11) Problemas psicosomáticos agudos: revelan ansiedad aguda, poca
disposición a colaborar con el médico y luego depresión. Se agrava si el
paciente debe ser operado, lo que exige que se lo prepare psicológicamente para
ello. 12) Cirugía estética: A veces a la rinoplastias sucede una reacción
psicótica, tratable con medicamentos y psicoterapia de apoyo para la crisis de
identidad. 13) Medicación contra la hipertensión: Pueden provocar una depresión
aguda. Deber usarse otro medicamento para la hipertensión que no sea la
rauwolfia. 14) Insomnio: Puede marcar el comienzo de una depresión grave, sobre
todo si aparece un estado de agitación por la mañana. 15) Cefaleas: Primero se
averigua si no hay nada orgánico, y luego se ve si hay depresión, drogadicción o
peligro de suicidio. 16) Dismenorrea: Si aparece con depresión y hostilidad,
debe atenderse al peligro de suicidio, y examinar causas familiares. 17)
Hiperventilación: Pacientes ansiosos que jadean debido al terror, lo que les
produce hiperventilación, o sea desmayos, visión borrosa, etc. Esto asusta aún
más al paciente, ya ansioso. El clásico remedio es respirar dentro de una bolsa
de papel, pero debe tranquilizarse al paciente diciéndole que sus vahidos se
deben a la hiperventilación, y que debe respirar normalmente. 18) Paciente
moribundo: Según el paciente y la enfermedad, se puede hacer tomar conciencia al
paciente que él se está muriendo. Es esencial el apoyo, la empatía y el tomar la
iniciativa, así como involucrar todo lo más posible a la familia. 19) Violación:
Hay una mejor recuperación cuando recibe apoyo inmediato y se la insta a
expresar sus miedos y decir lo que siente. 20) Enfermedad mental en un médico:
generalmente por drogas o alcohol. Primero debe salvaguardarse a los pacientes
que atiende, y luego atenederlo a él.
Estados orgánicos.- 1) Delirio: por causas cerebrales. 2) Alcoholismo: suele
aparecer con problemas orgánicos de nutrición, trastornos de hígado, corazón o
cerebro. También puede encubrir fracturas óseas pues el alcohol es analgésico.
Debe verse si además está consumiendo barbitúricos. Hay cuatro clases de
alcohólicos: despierto (habla confuso, no coopera), semicomatoso (dormido pero
responde a estímulos dolorosos y todos los reflejos), comatoso (responden sólo
algunos reflejos), y comatosos sin ningún reflejo. 3) Abuso de drogas: como la
sobredosis de heroína, donde aparece pálido, cianótico y con problemas de
respiración, Rápídamente debe tirársele de la lengua para mejorar la
respiración. Luego analizar la sangre para ver el grado de intoxicación, y darle
los medicamentos correspondientes. También ver el aspecto general del paciente
pues cada droga suele dar signos diferentes: la sobredosis de sedantes (debe
inducírsele el vómito), el síndrome de abstinencia de hipnóticos y sedantes (que
empiezan con ansiedad, confusión y ataxia), y las anfetaminas y la cocaína, que
dilatan las pupilas, suben la presión y la temperatura, y secan la boca.
Otros trastornos de urgencias.- 1) Porfiria intermitente aguda: Reacción
psicótica con fuerte dolor abdominal, ataques de gran mal. El ataque se
precipita como reacción a ciertas sustancias como alcohol, barbitúricos, etc. 2)
Discinesias agudas: dificultades para tragar o hablar por hipertonicidad de los
músculos. Está producida por trnaquilizantes mayores como la fenotiacina. Entre
las alternativas, está darle una inyección de medicamento antiparkinsoniano. 3)
Crisis hipertensiva: producida por remedios contra la depresión. 4) Excitación
posconvulsiva: cuando un paciente despierta puede experimentar terror, atacar a
los que le rodean y escapar. Se recomienda no despertarlo hasta que lo haga
espontáneamente. 5) Insolación: Trasladar al paciente a un lugar fresco y
ponerle paños fríos. Son especialmente sensibles los que han tenido traumatismos
craneanos o son alcohólicos. 6) Agranulocitosis: Efecto secundario de
medicamentos psicotrópicos, Debe interrumpirse dicho medicamento. Los síntomas
son fatiga, fiebre, letargia, etc. 7) Maniobra de Heimlich: pacientes psicóticos
que comen grandes bocados y se atragantan. La maniobra consiste en comprimir el
epigastrio con el puño.
Urgencias en psiquiatría infantil.- Envenamiento accidental, hipercinesia, fobia
a la escuela, adopción, niños maltratados, anorexia nerviosa, duelo, enfermedad
mortal, e incluso el síndrome por abstinencia del recién nacido (madre
heroinómana o medicada con drogas que da a luz a un niño, y el niño se
acostumbra a dicha droga dentro del útero). Se trata con Valium u otros remedios
al bebé. Este suele tener acceso de llanto intensos y prolongados.
Kaplan H y Sadock B, Compendio de psiquiatría. México: Salvat. Capítulo 25.
VACIO EXISTENCIAL
Una de las metáforas favoritas de Viktor Frankl es el vacío existencial. Si el
sentido es lo que buscamos, el sin sentido es un agujero, un hueco en tu vida, y
en los momentos en que lo sientes, necesitas salir corriendo a llenarlo. Frankl
sugiere que uno de los signos más conspicuos de vacío existencial en nuestra
sociedad es el aburrimiento. Puntualiza en cómo las personas con frecuencia,
cuando al fin tienen tiempo de hacer lo que quieren, parecen ¡no querer hacer
nada!. La gente entra en barrena cuando se jubila; los estudiantes se
emborrachan cada fin de semana; nos sumergimos en entretenimientos pasivos cada
noche; la neurosis del domingo, le llama.
De manera que intentamos llenar nuestros vacíos existenciales con “cosas” que
aunque producen algo de satisfacción, también esperamos que provean de una
última gran satisfacción: podemos intentar llenar nuestras vidas con placer,
comiendo más allá de nuestras necesidades, teniendo sexo promiscuo, dándonos “la
gran vida”. O podemos llenar nuestras vidas con el trabajo, con la conformidad,
con la convencionalidad. También podemos llenar nuestras vidas con ciertos
“círculos viciosos” neuróticos, tales como obsesiones con gérmenes y limpieza o
con una obsesión guiada por el miedo hacia un objeto fóbico. La cualidad que
define a estos círculos viciosos es que, no importa lo que hagamos, nunca será
suficiente.
Entonces, ¿cómo hallamos nuestro sentido?. Frankl nos presenta tres grandes
acercamientos: el primero es a través de los valores experienciales, o vivenciar
algo o alguien que valoramos. Aquí se podrían incluir las experiencias pico de
Maslow y las experiencias estéticas como ver una buena obra de arte o las
maravillas naturales. Pero nuestro ejemplo más importante es el de experimentar
el valor de otra persona, v.g. a través del amor. A través de nuestro amor,
podemos inducir a nuestro amado/a a desarrollar un sentido, y así lograr nuestro
propio sentido.
La segunda forma de hallar nuestro sentido es a través de valores creativos, es
como “llevar a cabo un acto”, como dice Frankl. Esta sería la idea existencial
tradicional de proveerse a sí mismo con sentido al llevar a cabo los propios
proyectos, o mejor dicho, a comprometerse con el proyecto de su propia vida.
Incluye, evidentemente, la creatividad en el arte, música, escritura, invención
y demás. También incluye la generatividad de la que Erikson habló: el cuidado de
las generaciones futuras.
La tercera vía de descubrir el sentido es aquella de la que pocas personas
además de Frankl suscriben: los valores actitudinales. Estos incluyen tales
virtudes como la compasión, valentía y un buen sentido del humor, etc. Pero el
ejemplo más famoso de Frankl es el logro del sentido a través del sufrimiento.
El autor nos brinda un ejemplo de uno de sus pacientes: un doctor cuya esposa
había muerto, se sentía muy triste y desolado. Frankl le preguntó, “¿Si usted
hubiera muerto antes que ella, cómo habría sido para ella?. El doctor contestó
que hubiera sido extremadamente difícil para ella. Frankl puntualizó que al
haber muerto ella primero, se había evitado ese sufrimiento, pero ahora él tenía
que pagar un precio por sobrevivirle y llorarle. En otras palabras, la pena es
el precio que pagamos por amor. Para este doctor, esto dio sentido a su muerte y
su dolor, lo que le permitió luego lidiar con ello. Su sufrimiento dio un paso
adelante: con un sentido, el sufrimiento puede soportarse con la dignidad.
Frank también señaló que de forma poco frecuente se les brinda la oportunidad de
sufrir con valentía a las personas enfermas gravemente, y así por tanto,
mantener cierto grado de dignidad. ¡Anímate!, decimos, ¡Sé optimista!. Están
hechos para sentirse avergonzados de su dolor y su infelicidad.
No obstante, al final, estos valores actitudinales, experienciales y creativos
son meras manifestaciones superficiales de algo mucho más fundamental, el
suprasentido.
Boeree George (2002) Teorías de la Personalidad. Capítulo sobre Víktor Frankl.
Traducción de Gautier Rafael.
VAGINISMO
Disfunción sexual caracterizada por la aparición de espasmos en la musculatura
del tercio externo de la vagina que interfieren e incluso llegan a impedir el
coito.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Madrid, McGraw Hill, 1995, pág.
459.
VALIDEZ
1. En psicología del pensamiento, designa la propiedad de todo razonamiento que
respete las leyes y principios de la lógica. Por ejemplo si al razonar nos
contradecimos, estamos violando el principio lógico de no-contradicción, y el
razonamiento es inválido.
2. En psicodiagnóstico, designa una de las propiedades de todo test bien
construído según la cual el test es válido cuando mide lo que efectivamente
pretende medir. Un test es inválido, por ejemplo, cuando pretende medir
inteligencia pero sólo está midiendo memoria.
Cazau Pablo (2000) Vocabulario de Psicología - Redpsicología.
www.galeon.com/pcazau
VEJEZ
“El envejecimiento es un proceso que se desarrolla en el transcurso del tiempo y
que modifica la forma, las condiciones internas y las funciones de todo cuanto
existe. El envejecimiento se da en el campo material y espiritual, desde las
formas más simples de organización, como el átomo, hasta la materia más
altamente organizada, como los seres vivientes y sus funciones psicológicas.
Estos cambios se producen tanto por las relaciones de la materia y el ser vivo
con el medio, cuanto por sus propias contradicciones internas”
Strejilevich E (1990) Temas de psicogeriatría, pág. 55.
VIDA COTIDIANA
Conjunto de actividades que caracterizan la reproducción de los hombres
particulares, los cuales, a su vez, crean la posibilidad de la reproducción
cultural. Cada hombre tiene una vida cotidiana diferente: todos duermen y comen,
pero cada uno a su manera. Estas actividades lo conservan como ente natural,
viviente. Pero a diferencia del animal, el hombre reproduce lo social sólo
cuando desarrolla una función en la sociedad: la autorreproducción es por tanto,
un momento de la reproducción de la sociedad. La vida cotidiana muestra por un
lado la socialización de la naturaleza, pero también la humanización (propio,
esto, del hombre). La vida cotidiana tiene, así, una historia. Todas las
capacidades fundamentales, los afectos y los modos de comportamiento
fundamentales con los cuales trasciendo mi ambiente y que yo remito al mundo
'entero' alcanzable por mí y que yo objetivo en este mundo, en realidad me los
he apropiado en el curso de la vida cotidiana: el coraje, el autocontrol, el
compromiso, la gratitud, etc. La unidad de la personalidad se realiza en la vida
cotidiana (Heller Agnes - Sociología de la vida cotidiana - Sobre el concepto
abstracto de vida cotidiana).
Heterogeneidad de la vida cotidiana.- La actividad cotidiana es heterogénea,
ocupa muchos sentidos (vista, oído, etc) y muchas capacidades (habilidad física,
memoria, etc) así como diversos afectivos (simpatía, amistad, veneración, etc).
Un proceso singular de objetivación genérica no utiliza todos esos sentido ni
capacidades: solo algunas. O sea, el grado de utilización es muy bajo, y muchos
hombres mueren sin haberlas conocido todas. Ya que la vida cotidiana requiere
tipos de actividad netamente heterogéneos, en ella se desarrollan habilidades y
sentimientos también heterogéneos. Tipos de actividad diferentes son requeridos
tanto por la comunidad donde vive el hombre, como por sus relaciones personales.
Heller Agnes - Sociología de la vida cotidiana - Sobre el concepto abstracto de
vida cotidiana.
“En una primera aproximación podríamos definir vida cotidiana como el espacio y
el tiempo en que se manifiestan, en forma inmediata, las relaciones que los
hombres establecen entre sí y con la naturaleza en función de sus necesidades,
configurándose así lo que hemos denominado sus ‘condiciones concretas de
existencia’… Podemos caracterizar también la cotidianeidad como el modo de
organización material y social de la experiencia humana, en un contexto
histórico-social determinado… La vida cotidiana se manifiesta como un conjunto
multitudinario de hechos, actos, objetos, relaciones y actividades que se nos
presentan en forma ‘dramática’, es decir, como acción, como mundo – en –
movimiento” (págs. 12-13).
Quiroga Ana, Psicología social y crítica de la vida cotidiana. Buenos Aires:
Nueva Visión.
VIEJISMO
Definición.- El término ageism (viejismo) fue acuñado en 1969 por R Butler, y
define el conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se aplican
a los viejos simplemente en función de su edad. En sus consecuencias son
comparables a los prejuicios que se sustentan contra las personas de distinto
color, raza o religión o contra las mujeres en función de su sexo. Hoy se define
más ampliamente como cualquier prejuicio o discriminación contra o a favor de
una categoría de edad (Palmore, 1990). El viejismo se manifiesta de muchas
maneras ya sea explícitamente o implícitamente. Edith Stein, por ejemplo,
ilustra algunos prejuicios negativos hacia los viejos (Palmore 1990:3-4): “Las
personas viejas se vuelven irritables cuando se expresan disgustadas ante hechos
de la vida como lo puede llegar a demostrar cualquier persona más joven”. “Son
llamados viejos verdes porque demuestran sentimientos sexuales hacia otra
persona”. “Son comparados con los niños en cuanto a su dependencia”. “Olvidan un
nombre o un hecho y se lo asocia a “es porque está viejo”, no a que puede llegar
a tener problemas de audición”.
Palmore, E B. (1990): Ageism:“Negative and positive” Editorial Springer
Publishing Company, incorporated. New York.
“Está ampliamente demostrado y sin lugar a discusión, que en la sociedad existe
una actitud de discriminación y segregación hacia la población vieja que se
denomina ‘viejismo’. Esta conducta, ampliamente extendida, se sustenta
fundamentalmente en la utilización de prejuicios sin los cuales perdería su
soporte operacional”.
Salvarezza Leopoldo (comp) (1998) “La vejez: una mirada gerontológica actual”,
Paidós, Buenos Aires, pág. 29.
El fenómeno viejismo (ageism) comenzó a ser estudiado en 1969 por R Butler.
Término traducido al castellano y estudiado en el país por el Dr Salvarezza
(Salvarezza, 1998). Basado en sus investigaciones Butler entiende por viejismo
al conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones hacia los viejos en
función de la edad. Sus consecuencias son comparables a los prejuicios contra
las personas de distinto color, raza o religión o contra las mujeres en función
de su sexo. Hoy se define más ampliamente como cualquier prejuicio o
discriminación contra o a favor de una categoría de edad (Palmore E, 2001).
Es decir, viejismo son todas las conductas prejuiciosas por las cuales la vejez
es mirada como déficit y los viejos, segregados, en una actitud en la que ellos
mismos resultan cómplices.
El viejismo se manifiesta de muchas maneras, ya sea en forma consciente o
inconsciente. Por ejemplo, pueden citarse algunos prejuicios negativos hacia los
viejos.
· “Las personas viejas se vuelven irritables cuando se expresan
disgustadas ante hechos de la vida como lo puede llegar a demostrar cualquier
persona más joven”
· “Son llamados viejos verdes porque demuestran deseos sexuales hacia
otra persona”
· “Son comparados con los niños en cuanto a su dependencia”.
· “Olvidan un nombre o un hecho y se lo asocia a “es porque esta
viejo”, no a que puede llegar a tener problemas de audición.”
· “Se piensa que no logran cambios en tratamiento”.
· “ Los viejos son de otra época por lo tanto lo nuevo no les
interesa”.
· “ Al jubilarse los viejos son improductivos”.
Las actitudes negativas hacia los viejos se las puede observar en la cultura
popular, tarjetas de cumpleaños que denigran el avance de la edad, la carencia
de imágenes positivas de los ancianos en anuncios y programas de TV, y en el uso
de la lengua diaria de cada sociedad. También se advierte en algunos ejemplos
ilustrativos del lenguaje coloquial: “Los viejos son todos enfermos”, “El tener
canas se asocia a la vejez”, “viejo verde”, “viejo sordo”, “viejo gaga”.
Salvarezza Leopoldo (comp.) (1998) La vejez: una mirada gerontológica actual,
Buenos Aires: Paidós.
Palmore, E. (2001): The ageism survey: first findings. The Gerontologist, 41,
572-5.
Prejuicios negativos sobre el envejecer.- Palmore menciona los siguientes
(Palmore, 1990:18-25):
1. Enfermedad. Quizás el prejuicio más común contra los ancianos es que la
mayoría son todos enfermos o discapacitados. Señala que un tercio del común de
la gente asegura que los viejos pasan mucho tiempo en cama a causa de sus
enfermedades; tienen muchos accidentes en el hogar; tienen pobre coordinación
psicomotríz, desarrollan infecciones fácilmente, que una gran proporción de los
viejos se encuentran institucionalizados, viven en residencias geriátricas y que
la mayoría de los ancianos no son lo suficientemente sanos como para realizar
sus actividades cotidianas normalmente.
Hechos: La mayoría de los ancianos ( cerca del 78% de gente sobre 65 años) son
bastante sanos. Realizan sus actividades con normalidad. Mientras que una basta
mayoría de la población cree que entre un 20 y el 50 % de los viejos están
institucionalizados, solamente el 5% de la población mayor de 65 años lo está.
Con referencia al estereotipo de que los viejos desarrollan más fácilmente
infecciones y tienen más accidentes, en realidad hay entre ellos muchas menos
condiciones agudas de este tipo que entre las personas más jóvenes/1,1 por
persona y por año contra 2,3 por persona y por año debajo de los 65 años). Es
cierto que los viejos tienen más problemas crónicos (81%), pero solo una vez y
media más que las personas entre 17 y 64 años (54%), si se incluyen algunas
condiciones menores tales como el uso de anteojos, reducción de la audición y
alergias.
2. Impotencia. Un estereotipo relacionado es la creencia de que la mayoría de
los ancianos no tiene deseo sexual. Incluso los médicos asumen a menudo que el
sexo en esta etapa de la vida ya no es importante (Butler, 1975).
Hechos: La mayoría de las personas con más de 65 años continúan teniendo interés
y capacidad para las relaciones sexuales. Master y Johonson ( 1966) encontraron
que la capacidad para satisfacer relaciones sexuales continúa generalmente en
los años 70 y los 80 para las personas sanas. Un estudio realizado en el Duke
Longitudinal ( Palmore, 1981) encontró que el sexo continúa desempeñando un
papel importante en las vidas de la mayoría de hombres y mujeres en la séptima
década de vida. Un estudio (Starr y Weiner, 1981) encontró que la mayoría de los
ancianos dijeron que el sexo después de los 60 es aún más satisfactorio que en
otras etapas de la vida.
3. Desagradable. Otro estereotipo es que los ancianos son desagradables a la
vista. La belleza se asocia a la juventud, y mucha gente, especialmente mujeres,
temen la pérdida de su belleza en la vejez. Los términos siguientes reflejan
este estereotipo: Arrugadas, Marchitas, Brujas, Fósil.
Hechos: Mientras que nuestra cultura tiende a asociar al anciano con lo
desagradable y a la juventud con belleza, otras culturas tienden a admirar las
características de la edad adulta.. Por ejemplo en Japón las arrugas y el pelo
blanco son muestras de sabiduría, de madurez (Palmore 1985.
4. Declinación de habilidades mentales. Otro estereotipo es que las habilidades
mentales comienzan a declinar en la edad media, especialmente las habilidades
para aprender nuevas tareas y recordar. También que la confusión y la
desorientación son parte del proceso de envejecimiento.
Hechos: La mayoría de las personas ancianas retienen su habilidad mental,
incluyendo la habilidad para aprender y recordar. Es verdad que el tiempo de
reacción tiende a disminuir con la edad y puede que a la persona le cueste un
poco más aprender algo nuevo. Igualmente, muchas de las diferencias entre
jóvenes y viejos pueden ser explicadas por otras variables que incluyen falta de
motivación, estilo para aprender, práctica o monto de información. Cuando estas
variables son tomadas en cuenta, la edad cronológica no provee
influencias significativas en la habilidad para aprender (Poon, 1987). La
mayoría de los estudios de memoria a corto plazo coinciden que la memoria a
corto plazo se ve apenas afectada por el proceso de envejecimiento.(Kausler,
1987). En cuanto a la memoria a largo plazo se encontró que menos del 20% de la
s personas mayores no recuerdan hechos o nombres del pasado, como nombres de
presidentes, su edad, su fecha de nacimiento, número de teléfono, dirección o el
significado de palabras comunes (Botwinick, 1967: Pfeiffer, 1975). Problemas
para aprender y recordar están asociados a enfermedad que a la edad en sí misma.
5. Enfermedades mentales. Un estereotipo similar es que las enfermedades
mentales son inevitables e intratables a esta edad. Muchas personas mayores y
también los profesionales de la salud piensan que la mayoría de las enfermedades
mentales en la vejez son intratables, lo que prácticamente explica porque pocos
profesionales de la salud mental escogen especializarse en geriatría (Lebowitz,
1987)
Hechos: Tampoco son comunes, inevitables e intratables las enfermedades
mentales. Sólo un 2% de las personas mayores de 65 años son hospitalizados con
diagnósticos psiquiátricos primarios (George, 1984). Las comunidades que
estudian la psicopatología durante el envejecimiento coinciden que menos del 10%
de las personas ancianas presentan enfermedades mentales.
6. Desocupados. De acuerdo con el prejuicio acerca de que las personas mayores
son enfermas o discapacitadas muchas personas concluyen que ya no están en
condiciones de continuar trabajando y los pocos que lo hacen, no son
productivos. Esta creencia es la base de la política de retiros compulsivos.
Hechos: La mayoría de los trabajadores de avanzada edad, trabajan eficazmente
igual que los trabajadores más jóvenes. Estudios demuestran que las personas
viejas tienen la misma performance y esta no es mejor que la de personas más
jóvenes (Krauss, 1987; Riley & Foner, 1968).
7. Aislamiento. La mitad de sujetos que respondieron a una encuesta realizada
por Palmore piensan que la mayoría de los ancianos se encuentran socialmente
aislados y en solitario. Y que la mayoría de los ancianos viven solos (Palmore,
1988). Dos tercios de las personas menores de 65 años piensan que la soledad es
un serio problema para la mayoría de gente de mayor a 65 años (Harris, 1981).
Hechos: La mayoría de los ancianos no se encuentra socialmente aislado.
Alrededor de las dos terceras partes vive con su supuesta familia (U.S. Senate
Special Committe on Aging, 1988). Sólo el 4% de los ancianos se encuentran
extremadamente aislados( B. Kahana, 1987) Muchos ancianos tienen contactos con
otras personas de su misma edad. Muchos estudios coinciden de que hay una
reducción de la actividad social en la vejez, pero la mayoría de las personas
tiende a mantener sus contactos sociales (Palmore, 1981).
8. Depresión. Ya que se cree que los típicos ancianos están enfermos, que son
impotentes, que son inservibles, y que están en decadencia, es natural que se
concluya que los viejos estén deprimidos.
Hechos: La prevalencia de depresión en la vejez es menor que en la juventud.
Igualmente la depresión en la vejez es muy común. Expertos sostienen que entre
un 30 y un 60% de la población anciana ha experimentado al menos un episodio de
depresión que interfirió en su vida cotidiana (Salomon, 1981).
9. Declinación de habilidades mentales. Otro estereotipo es que las habilidades
mentales comienzan a declinar en la edad media, especialmente las habilidades
para aprender nuevas tareas y recordar. También que la confusión y la
desorientación son parte del proceso de envejecimiento.
Hechos: La mayoría de las personas ancianas retienen su habilidad mental,
incluyendo la habilidad para aprender y recordar. Es verdad que el tiempo de
reacción tiende a disminuir con la edad y puede que a la persona le cueste un
poco más aprender algo nuevo. Igualmente, muchas de las diferencias entre
jóvenes y viejos pueden ser explicadas por otras variables que incluyen, falta
de motivación, estilo para aprender, práctica o monto de información. Cuando
estas variables son tomadas en cuenta, la edad cronológica no provee
influencias significativas en la habilidad para aprender (Poon, 1987). La
mayoría de los estudios de memoria a corto plazo coinciden que la memoria a
corto plazo se ve apenas afectada por el proceso de envejecimiento. (Kausler,
1987). En cuanto a la memoria a largo plazo se encontró que menos del 20% de las
personas mayores no recuerdan hechos o nombres del pasado, como nombres de
presidentes, su edad, su fecha de nacimiento, número de teléfono, dirección o el
significado de palabras comunes (Botwinick, 1967: Pfeiffer, 1975). Las
dificultades para aprender y recordar son asociadas a enfermedad más que a la
edad en sí misma.
Palmore, E B. (1990): Ageism:“Negative and positive” Editorial Springer
Publishing Company, incorporated. New York.
VINCULO
(Del latín vinculum, de vincire, atar). Unión o atadura de una persona o cosa
con otra. Berenstein entiende por vínculo a una ligadura emocional estable
característica del mundo mental, en el que se distinguen tres áreas:
a) intrasubjetiva o intrapsíquica: caracterizada por las relaciones de objeto,
que son ligaduras estables, dispuestas a perpetuarse, pero susceptibles de
modificarse por experiencias personales significativas. Los significados
originados en esta área, se orientan hacia adentro, y se irradian hacia fuera,
“coloreando el mundo y la relación con los otros”. b) intersubjetiva o
interpersonal: caracterizada por la presencia de ligaduras estables entre dos
objetos. Representantes de estos vínculos son los familiares: de pareja, de
filiación, de hermanos. c) transubjetiva: son las representaciones ligadas a la
ideología, la política, la religión y la ética.
Berenstein, I (1991). Reconsideración del concepto de vínculo. Psicoanálisis,
APde BA, XIII (2), 219-235.
VINCULO TERAPEUTICO
En el contexto de la terapia cognitiva, Greemberg y otros destacan mucho la
importancia del vínculo terapéutico entre terapeuta y paciente para lograr un
cambio, vínculo que debe estar impregnado de actitudes de empatía, ausencia de
crítica, aprecio, autenticidad, etc. destacados por Rogers.
Greenberg L. Y otros, “Facilitando el cambio emocional”, Barcelona, Paidós,
1996, pág. 39.
Robins no desarrolla con tanta amplitud este tema, pero admiten que la relación
terapéutica es un factor “contribuyente” para el cambio, y más concretamente los
aspectos de rapport, acogimiento, apoyo y empatía. Destacan la posibilidad de la
existencia de un ambiente interpersonal facilitador como base para poder
trabajar los componentes activos de la terapia.
Robins A y Hayes A., “Una valoración de la terapia cognitiva”, incluído en
Mahoney M (ed), “Psicoterapias cognitivistas y constructivistas”, Desclée de
Brower, Bilbao, 1997, pág. 70.
VIOLENCIA
“Violencia suele ser confundida con agresividad. La agresividad sirve para
definir el territorio de cada uno y hacer valer ‘su derecho’. La violencia, en
cambio, rompe los límites del propio territorio y los del otro, invade la
relación y los vuelve confusos. Es una fuerza destructora de sí mísmo y del
otro. Es consensual definir el acto violento como todo atentado a la integridad
física y psíquica del individuo, acompañado por un sentimiento de coerción y
peligro”.
Perrone R y Nannini M (1998) Violencia y abusos sexuales en la familia, Buenos
Aires, Paidós Terapia Familiar, pág. 30.
VIOLENCIA SIMBOLICA
Bourdieu define violencia simbólica como “el desconocimiento basado en el ajuste
inconciente de las estructuras subjetivas a las estructuras objetivas”.
‘Desconocimiento’ significa que los agentes aceptan el mundo tal como es porque
le aplican estructuras cognoscitivas surgidas de las mismas estructuras de dicho
mundo. De esta forma la ‘aceptación dóxica’ acerca de la significación de las
experiencias y las situaciones que viven los agentes, hacen que las conductas se
ajusten a las condiciones de funcionamiento, lógicas y exigencias sociales.
Las luchas, en un campo dado, tienen por fin mantener o mejorar la propia
posición. Para lograrlo, los participantes deben implementar las reglas de juego
del campo donde estén, con lo cual todos contribuyen a la reproducción del
sistema de poder. Este juego alude a las estrategias simbólicas que se ponen en
práctica con el fin de monopolizar el capital circulante e imponer a los demás
las reglas e intereses propios de los grupos dominantes. Se trata de legitimar
la propia autoridad y reforzar la adhesión del resto.
Bourdieu P y Wacquant L, Respuestas para una antropología reflexiva. Madrid:
Grijalbo.
VIRTUAL
1) Entendido como lo opuesto de actual, lo virtual es todo aquello que no se
encuentra presente aquí en el espacio o ahora en el tiempo. Sinónimo: inactual.
2) Entendido como lo opuesto de real, lo virtual es aquello que no tiene
existencia efectiva o tangible. Sinónimo: potencial. En el ámbito de la
informática, el adjetivo ‘virtual’ suele aplicarse a la realidad (realidad
virtual) y a la comunicación (comunicación virtual).
Pablo Cazau –“Vocabulario de psicología” Redpsicología – www.galeon.com/pcazau
VOYEURISMO
Parafilia que se caracteriza por ser la principal fuente de excitación sexual
para el sujeto la contemplación de personas desnudas o realizando algún tipo de
actividad sexual.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Madrid, McGraw Hill, 1995, pág.
459.
YO
Se puede considerar al yo como el nombre de siete funciones básicas de la
personalidad: la adaptación a la realidad, la interpretación de la realidad, el
sentido de la realidad, las defensas, las relaciones de objeto, las funciones
autónomas (en el sentido de Hartmann: pensamiento, lenguaje, voluntad, etc.), y
la síntesis.
Bohoslavsky R, Orientación vocacional, Buenos Aires, Nueva Visión, 2001, 21
edición, pág. 54.
Según C. Rogers, de la interacción del organismo y el ambiente, y en particular
de la que se tiene con otros significativos, emerge gradualmente una estructura
del yo, o un concepto de ‘quién soy’. Conforme los niños pequeños interactúan
con su ambiente, adquieren ideas sobre sí mísmos, el mundo y de su relación con
éste. Las experiencias que tienen y que parecen aumentar el yo son incorporadas
en la imagen de sí mísmo, y las que parecen amenazar al yo son negadas y
consideradas ajenas a este. El ‘yo’ que forma el individuo puede ser una
variación de la experiencia real de su organismo debido a que incluye valores
que son tomados de otras personas en lugar de las experiencias reales del
organismo.
Engler Barbara, Introducción a las teorías de la personalidad. México:
McGraw-Hill, pág. 330-331.
Según P. Aulagnier, el Yo surge en y a través del a posteriori de la nominación
del objeto catectizado: el descubrimiento del nombre del objeto y de la
nominación del vínculo que lo une al sujeto da nacimiento y sentido a una
instancia que se autodefine como deseo, envidia, amor, odio, espera… de ese
objeto. El Yo no es más que el saber que el Yo puede tener acerca del Yo: si
esta fórmula es exacta ella implica también que el Yo está formado por el
conjunto de enunciados que hacen ‘decible’ la relación de la psique con los
objetos del mundo por ella catectizados y que sumen valor de referencias
identificatorias, de emblemas reconocibles por los otros Yoes que rodean al
sujeto.
Aulagnier P, La violencia de la interpretación, pág. 147.
YO CREATIVO
Según Adler es el yo en sus aspectos creativos que interpreta y hace
significativas las experiencias del individuo y que busca que éstas satisfagan
el estilo de vida único de la persona. En otras palabras, el yo creativo
establece, mantiene y persigue los objetivos del individuo, y supone la idea que
la naturaleza humana es en esencia activa, creativa y determinada al moldear su
respuesta al ambiente. El concepto de Adler refuerza también la idea de este
autor de que los individuos hacen sus propias personalidades a partir de las
materias primas de su herencia y ambiente.
Engler Barbara, Introducción a las teorías de la personalidad. México:
McGraw-Hill, pág. 109.
ZURDERA
Condición de la persona que es más hábil con la mano izquierda. La razón es un
predominio de la actividad del hemisferio derecho del cerebro. Se considera que,
en Occidente hay una tendencia cultural a desarrollar más el hemisferio
izquierdo (habla, lectura, escritura, cálculos numéricos) y que por ello la
mayoría de las personas son diestras.
Cazau Pablo (2000) Vocabulario de Psicología - Redpsicología.
www.galeon.com/pcazau
“Alteración del habla que se caracteriza por la rapidez excesiva de la palabra,
la omisión de sílabas o sonidos y la articulación imprecisa de los fonemas”.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatología Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995,
pág. 374.
TAQUITOSCOPIO
(Etimológicamente significa 'mirar rápido'). Es un aparato que proyecta imágenes
rápidamente sobre una pantalla. Tiene diversos usos en psicología experimental.
Por ejemplo, la escuela del New Look lo utilizó para determinar las
características selectivas de la percepción humana.
Cazau Pablo (2000) Vocabulario de Psicología - Redpsicología.
www.galeon.com/pcazau
TARTAJEO
“Trastorno del habla que se caracteriza por una pronunciación torpe de las
palabras, alteración del ritmo y dificultad de evocación de las palabras. Puede
constituír un trastorno lingüístico propiamente dicho o, con más frecuencia,
derivar de cuadros patológicos más globales (deficiencia mental, senilidad o
trastornos emocionales)”.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatología Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995,
pág. 374.
TARTAMUDEZ
“Trastorno del habla que se caracteriza por una alteración de la fluidez y del
ritmo de la expresión oral. Comporta un patrón de respuestas complejo
(cognitivo, lingüístico, emocional, comunicativo) que puede tener una gran
variabilidad interindividual Clínicamente se suelen identificar tres formas:
tónica, clónica y mixta”.
Belloch A. y otros, Manual de Psicopatología Vol I, Madrid, McGraw Hill, 1995,
pág. 374.
TECNICAS PROYECTIVAS
Definición.- Son métodos donde se emplean estímulos para obtener respuestas,
pero no es cualquier estímulo el aplicado, ni cualquier respuesta la que se
espera obtener.
Los estímulos deben cumplir cuatro características:
1) El sujeto no debe tener una idea clara del objetivo del estímulo, para que no
lo manipulee concientemente.
2) No debe ser claramente estructurado, para potenciar la expresión de la
personalidad y sus motivaciones más fundamentales.
3) Debe estar tipificado o standarizado, para permitir una comparación inter e
intrasujeto. La patología es una exageración de rasgos existentes en la
personalidad adaptada. Para poder comparar se usan, entonces, PARAMETROS, o
constantes que se toman en cuenta no sólo en la estimulación, sino también en la
recolección de respuestas y en su interpretación: para estas tres cosas hay
modos constantes (de estimular, de recolectar, de interpretar).
4) Los segmentos de comportamiento a los que apunta deben están claramente
determinados.
Las respuestas están determinadas por los estímulos (respuestas populares o
clishés), pero también por los factores organizativos intraspsíquicos (hipótesis
de la proyección). El fin de la técnica proyectiva es poner de manifiesto las
relaciones más idiosincrásicas y menos socializadas de la personalidad.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
Presupuestos teóricos de los tests proyectivos.- Son básicamente el
psicoanálisis y las psicologías holísticas (Gestalt-Lewin). La mayoría de las
técnicas proyectivas pueden considerarse formas estructuras de actividad
asociativa, y descansan sobre los siguientes presupuestos psicoanalíticos: 1) El
inconciente como fuerza motivante de la conducta. 2) El concepto de proyección.
3) El concepto de personalidad. 4) El concepto de transferencia.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
Reseña histórica.- Ya en 1895 Binet había sugerido manchas de tinta para
estudiar imaginación visual, a lo que siguen otros intentos, pero hasta 1920
solo se aplicó a contenidos mentales, imaginación y diferencias individuales, y
no exploraron la personalidad en su conjunto, ya que no había por entonces un
concepto englobante como ese.
El concepto de personalidad surgirá con el psicoanálisis, y en él se basarán
Murray y Phillipson. En 1920 surgen las verdaderas raíces de los tests
proyectivos.
Ejemplos de tests proyectivos son:
TAT Test de Apercepción Temática de Murray
TRO Test de Relaciones Objetales de Phillipson
Ambos son tests de estimulación visual, poco estructurados, verbales (contar
historias) y constructivos (por la tarea a realizar).
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
TELESCOPAJE
El término ‘telescopaje’, utilizado en cirugía y traumatología, fue empleado en
psicoanálisis para designar el proceso en virtud del cual se transmiten de una
generación a otra ciertos contenidos psíquicos vinculados a sucesos muy
significativos (traumas, etc.) que, de esta manera, ejercerán sus efectos en la
generación siguiente bajo diversas modalidades, sin que estos efectos puedan
atribuírse a experiencias individuales de los sujetos de dicha generación.
Señala, por ejemplo Ada Rosmaryn (en “Orígenes del Superyo”): “El análisis de
los hijos de sobrevivientes del Holocausto descubrió tanto la creación de un
Ideal de redención del sufrimiento de los padres imposible de cumplir, como la
identificación con el agresor en el Yo o en el Superyó. Los hijos de los
sobrevivientes debieron sufrir la fragmentación y contradicción de un Superyó
que los condenaba a volver a ser víctimas en lugar de sus padres (revivir sus
experiencias de degradación y terror), tanto como les exigía triunfar sobre
aquellos que habían querido su destrucción. El análisis de esta segunda
generación permitió observar cómo muchos de ellos transfirieron las figuras de
los perseguidores nazis sobre la de los padres imaginariamente omnipotentes de
la infancia, transformando a éstos en cruelmente punitivos, poderosos y
vengativos. El sufrimiento traumático de origen social, transmitido
transgeneracionalmente, era atribuído a las figuras edípicas. Estas
transferencias regresivas así como las defensas contra la agresión, parecieron
infiltrar al Yo y al Superyó posteriores al trauma en los sobrevivientes y
luego, por telescopaje, en sus hijos. Los sentimientos de culpa de los padres
por haber sobrevivido llevaban a estos hijos a ser una víctima sacrificial”.
http://www.chasque.net/frontpage/relacion/0004/freudiana.htmm
“En general, se pueden rastrear en las familias de origen de las parejas
infértiles, situaciones traumáticas o duelos no resueltos en relación a la
sexualidad o a la procreación (niños no nacidos, abortos, partos traumáticos,
muerte de la gestadora y/o del niño; muerte de un familiar en el momento del
parto; maternidades sufrientes; genocidios, etc.). Estos contenidos ingresan al
psiquismo a través de distintas modalidades de la identificación: enlace
emocional primario, fenómenos de sugestión, de imitación, de incorporación
masiva, etc. En las generaciones subsiguientes estas formas primarias de
identificación tienden a expresarse al modo de una "puesta en acto", o lo que
otros autores han llamado, "identificaciones alienantes", "telescopaje",
"visitantes del yo".
http://www.psinet.com.ar/rif6/702.htm
TEMA DELIRANTE
Hace referencia al contenido de la idea delirante. Dicho contenido puede ser de
control, persecutorio, de grandeza, de pobreza, nihilista, de culpa,
extravagante, corporal, de referencia, de amor, etc.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 331.
TEMPERAMENTO
Bleger distingue temperamento de constitución y de carácter. “La constitución
está dada por las características somáticas, físicas, más básicas y permanentes.
Depende fundamentalmente de la herencia biologica, pero no está libre de la
influencia de los factores ambientales y psicológicos. El temperamento está
constituído por las características afectivas más estables y predominantes. Se
lo ha considerado siempre como el aspecto funcional o dinámico de la
constitución, en el sentido de su origen totalmente hereditario. Las influencias
ambientales durante los primeros años de vida son, sin embargo, de gran
importancia tanto para la formación de la constitución y el temperamento, como
para la de la personalidad total. El carácter está dado por las pautas de
conducta más habituales o persistentes; para ellas, se admite la influencia
predominante del medio ambiente”.
Bleger José, Psicología de la conducta. Buenos Aires: Paidós, págs. 238-239.
Y carácter.- Clásicamente son términos que se utilizaron y aún se utilizan para
designar, respectivamente, los aspectos más biológicos y los aspectos más
sociales de la personalidad. Se considera que el temperamento es la parte
determinada biológicamente de la personalidad: son las formas de sentir y
reaccionar de las personas en tanto dependen de su sistema neuroendocrino o, en
general, de su constitución corporal. En cambio el carácter es el conjunto de
rasgos que resultan del aprendizaje o internalización de las normas sociales y
del ajuste de la conducta a ellas.
Varios autores han identificado diferentes tipos de temperamento y diferentes
tipos de carácter. Por ejemplo, Kretchsmer distinguió los temperamentos
ciclotímico, esquizotímico y vicioso, correspondientes a tres tipos
fundamentales de constitución somática: pícnico, leptosómico y atlético. Por su
parte en psicoanálisis suele hablarse de un carácter anal, de un carácter oral,
de un carácter genital, etc, resultados de fijaciones en las respectivas fases
del desarrollo psicosexual.
Cazau P (2003) Vocabulario de Psicología. Redpsicología.
TENDENCIA ANTISOCIAL
Para Winnicott, la tendencia antisocial no es necesariamente delincuencia, pues
la primera aparece en el niño normal o casi normal. Winnicott menciona dos
ejemplos: primero, el de un niño que no debió ser sometido a un psicoanálisis
sino que debió haber sido colocado en un ambiente adecuado. Segundo, otro caso
donde muestra con qué facilidad podemos tratar a veces una tendencia antisocial,
si la terapia es complementaria de una asistencia ambiental adecuada.
La tendencia antisocial no es un cuadro aparte al lado de la neurosis o la
psicosis, puesto que se la puede encontrar en ambas patologías. En el origen de
la tendencia antisocial encontramos un problema o una expresión de esperanza. La
falta de esperanza del niño antisocial es la característica básica del niño
deprivado. Winnicott dice que quien se comporta antisocialmente, en realidad
está esperando (esperanza) de encontrar un ambiente que se ocupe de él.
Son importantes sus tendencias destructivas y agresivas. El niño provoca
reacciones ambientales valiéndose de su destructividad, como si buscar un marco
de constante expansión, que originalmente fueron los brazos de su madre. El niño
que roba un objeto no busca el objeto sino a la madre, sobre la que tiene
ciertos derechos. La madre fue de alguna forma creada por él, y la madre se
convirtió en su objeto.
Cazau P (1996), Vocabulario de Psicología. Redpsicología www.galeon.com/pcazau
TEORIAS PSICOLOGICAS
Marx y Hillix dividen las teorías psicológicas en tres grandes tipos: de
estímulo-respuesta, del campo, y de la personalidad. Al psicoanálisis lo
mencionan como sistema, aunque a veces lo denominan teoría (pág. 411).
1) Teorías de estímulo-respuesta.- a) De refuerzo (Escuela de Hull-Spence y
positivismo de Skinner), b) De contiguidad (asociacionismo de Guthrie), y c) De
dos factores (Mowrer).
2) Teorías del campo.- a) Teoría vectorial de Lewin, b) Teoría cognitiva del
campo (conductismo intencionista de Tolman), c) Teoría del campo del logro
(funcionalismo probabilístico de Brunswik), d) Psicología ecológica de Barker,
e) Neuropsicología de Lashley, y f) Interconductismo de Kantor.
3) Teorías de la personalidad.- a) De estímulo-respuesta de Miller-Dollard, b)
Teoría de los rasgos de Allport, y teoría factorial de Eysenck-Catell, c)
Teorías organísmicas (holística de Goldstein y tipología de Sheldon), d)
Neoanalíticas (social de Horney, del ‘miedo a la libertad’ de Fromm, de la
‘presión-necesidad’ de Muray, e interpersonal de Sullivan), y e) De la tercera
Fuerza (Maslow y Rogers).
Marx y Hillix (1985), Sistemas y teorías psicológicos contemporáneos. Buenos
Aires: Paidós, 3° edición.
TERAPIA CONDUCTUAL
Tipo de tratamiento psicológico que mediante la aplicación de los principios de
la teoría del aprendizaje pretende reemplazar la conducta desadaptada o
indeseable por formas adaptativas y modos constructivos de afrontamiento.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 88.
TERAPIA COGNITIVA
Procedimiento activo, directivo, estructurado y de tiempo limitado que se
utiliza para tratar distintas alteraciones psiquiátricas (por ejemplo depresión,
ansiedad, fobias, problemas relacionados con el dolor, etc.). Se basa en el
supuesto teórico subyacente de que los efectos y la conducta de un individuo
están determinados en gran medida por el modo en que tiene dicho individuo de
estructurar el mundo.
Beck A y otros, Terapia cognitiva de la depresión, Bilbao, Desclee de Brouwer,
1983, 5° edición.
TERAPIA RACIONAL EMOTIVA
Fue desarrollada por Ellis (1962), cuya teoría básica es que la excitación
emocional y conducta inadaptada se miden por la interpretación de las
situaciones de uno mismo. Puede resumirse en el paradigma A-B-C-D-E: la persona
enfrenta una situación activante A, lo que le provoca ciertas creencias B (por
ej yo debo ser siempre competente). Esta creencia irracional tiene consecuencias
C (emociones negativas, conductas relacionadas). El terapeuta discute las
creencias irracionales D y ayuda al paciente a cuestionarlas. La terapia culmina
cuando el paciente elimina los pensamientos irracionales E (pág. 279).
Striegel-Moore R y Slaikeu K, (1993) Glosario de técnicas de terapia en crisis.
Incluído en Slaikeu K, Intervención en crisis. México: El Manual Moderno.
TERCERA OLA
Alvin Toffler denomina Tercera Ola a la etapa de la historia de la humanidad que
surge a partir del momento en que las empresas de servicios superan en cantidad
de empleados a las que contratan obreros para tareas manuales. Es la irrupción
de la vida diaria de la computadora, la fibre óptica y las comunicaciones
satelitales. Para el autor, la Primera Ola es la época agrícolo-ganadera, y la
Segunda Ola es el periodo iniciado a partir de la máquina a vapor y la
revolución industrial.
TEST
“Con el término ‘tests’ se designan las técnicas de investigación, análisis y
estudio que permiten apreciar una característica psicológica o el conjunto de la
personalidad de un individuo. Tales técnicas pretenden organizar los datos
extraídos de la investigación de la conducta sin intención de explicar causas o
consecuencias, sino mas bien limitándose a describir el comportamiento en la
dimensión que persigue en sus objetivos (por ejemplo inteligencia, aptitudes,
personalidad, etc.), conforme a un encuadre situacional y genético.
Ander-Egg E., “Técnicas de investigación social”, Hvmanitas, Buenos Aires, 1987,
21 edición, pág. 293-294.
Un test “es una prueba que permite, partiendo de un comportamiento observado en
un individuo, la determinación de comportamientos habituales o futuros
significativos”.
Sarton Alain, “Los tests en la psicología moderna”, Mensajero, Bilbao, 1978.
TEST DE APERCEPCION TEMATICA DE MURRAY (TAT)
Descripción.- Prueba proyectiva que consta de 31 láminas (una de ellas es
blanca). De ellas sólo se administran 20 (11 universales, y 9 según el sexo y la
edad). Las diez primeras son menos raras y dramáticas que la serie de las diez
siguientes: entre estas últimas se da la lámina en blanco.
Las figuras movilizan agresiones, temor, sexualidad, tendencias represivas y
suicidas, relaciones paterno-filiales, el Yo Ideal, el superyo, el ello, etc.
Algunas láminas presentan una sola persona, otras dos del mismo sexo, otras de
distinto sexo, otras tres personas y otras un grupo.
Desde una perspectiva de vínculo interpersonal, presentan situaciones
madre-hijo, madre-hija, padre-hijo, padre-hija, pareja sexual, hermanos, dos
mujeres y un hombre, paisajes sin personas y la lámina neutra en blanco.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
Bases teóricas.- En 1935 aparece el TAT de Murray basado en una idea holística y
centralista de personalidad, por oposición al elementarismo y al periferialismo,
respectivamente. Supone que cuando una persona interpreta una situación social
ambigua, expone su propia personalidad.
Murray menciona dos tipos de hechos susceptibles de observación: objetivos y
subjetivos.
Objetivos: los cambios externos perceptibles por el sujeto, cambios
fisiológicos, acciones espontáneas, y las aparentes satisfacciones (éxitos) o
frustraciones (fracasos).
Subjetivos: Verbalizaciones del sujeto sobre sus sentimientos, pensamientos,
intenciones, aspiraciones, etc. El aspecto objetivo de tales procesos es la
verbalización misma.
Murray utilizó conceptos de Freud, Jung, Adler, McDougall y Lewin, pero limita
el alcance del modelo teórico del test, porque es sólo una aproximación reducida
en comparación con toda la riqueza del psiquismo. El esquema conceptual debe ser
cómodo, coherente, comprensivo y necesario.
Murray concibió la existencia de FUERZAS PULSIONALES intrapsíquicas, que buscan
objetos y situaciones, o bien que reaccionan a la presión de las mismas. Al
principio las llamó instintos parciales, y luego propensiones, e identificó
varias: pasividad, masoquismo, ansiedad, etc.
Murray distinguió también NECESIDADES Y PRESIONES. El análisis de la
personalidad exige conocer las necesidades así como las presiones que inciden en
el comportamiento.
NECESIDADES: Las necesidades llevan al sujeto a una búsqueda de satisfacción
para mantener un equilibrio, siempre inestable. Murray las clasifica en latentes
y manifiestas:
a) Necesidades latentes: Son necesidades inhibidas que influyen indirectamente
sobre el comportamiento manifiesto. Algunas son las siguientes:
Humillación rechazada: necesidad inhibida de sufrir, de ser dominado
sexualmente.
Agresión rechazada: necesidad inhibida de hacer sufrir a otros.
Dominación rechazada: necesidad inhibida de poder sobre otros.
Exhibicionismo rechazado: necesidad inhibida de brindar espectáculo.
Sexualidad rechazada: necesidad inhibida de relaciones heterosexuales.
Homosexualidad rechazada: ídem anterior pero con respecto al mismo sexo.
Seguridad: temor de encontrarse sin ayuda.
b) Necesidades manifiestas:
1) Primarias o viscerorgánicas: respirar, beber, comer, sexo, lactancia,
micción, defecación, evitar el dolor físico, etc. Estas necesidades primitivas
no se consideran en el TAT.
2) Psicológicas: de adquisición (de objetos o situaciones), de conocimiento, de
conservación, de construcción, de curiosidad, de retención, etc.
PRESIONES: Son las fuerzas del ambiente, físico y social, que favorecen, limitan
o impiden la satisfacción de las necesidades. Al internalizarse, estas presiones
crean barreras aún cuando objetivamente ya hayan desaparecido. Murray indica
seis presiones principales:
a) Afiliación: pertenecer a un grupo, tener padres, mujer, etc.
b) Agresión: que alguien lo odie, lo castigue, lo provoca y obliga a defenderse,
le destruya sus posesiones, perjudica a sus allegados.
c) Dominación: se lo fuerza a hacer algo coercitivamente, se le impide que haga
algo, se lo seduce o induce a hacer o no algo.
d) Protección: alguien lo persona, cuida, alimenta, protege, ayuda.
e) Rechazo: lo desprecian, repudian, les es indiferente.
f) Carencia-pérdida: peligro físico, falta de apoyo familiar, rivalidad,
socorro, sumisión, sexo.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
Comparación entre fantasías e historias del TAT.- a) Semejanzas: De acuerdo a
Holt, 1) Siguen un formato narrativo con una figura central con varias
aventuras. 2) Las demás figuras se delinean poco: son auxiliares. 3) Los fines y
actividades de los personajes expresan los del sujeto mismo: habilidades,
defensas, sentimientos, patrones interpersonales, etc. 4) Tienen formas
variadas, donde se mezclan proceso primario con secundario. Freud trazó
paralelos entre fantasías e historias, pero no las identifica como iguales.
b) Diferencias: 1) En la fantasía hay estado abstraído o de ensueño, y en la
historia completa vigilia. 2) La fantasía es espontánea, pasiva, y la historia
deliberada. 3) La fantasía puede no ser verbal, y estar constituída sólo por
imágenes. 4) En la fantasía hay continuidad y transiciones implícitas, pero en
las historias son explícitas. 5) En la fantasía predomina el proceso primario.
6) La fantasía es menos recordada y más sujeta a represión. 7) En la fantasía
hay poca trama, y en la historia una estructura narrativa externamente impuesta
por formas literarias y usos culturales. 8) En la fantasía se expresan más
directamente deseos y emociones, y en la historia bajo formas más socialmente
aceptables.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
Comparación entre los estímulos del TAT y del TRO.-
1) Movimiento: el TAT sugiere más movimientos en las figuras.
2) Contenido humano: En el TAT claro y delimitado en sexos y edades.
3) Estructuración: Alta en el TAT, por el mayor contenido de realidad.
4) Saturación proyectiva: Baja en el TAT, por la alta estructuración.
5) Contenido y forma: Contenido-significado en el TAT y contenido-forma en el
TRO.
6) Conducta predominante: Fantasía en el TAT, percepción y fantasía en el TRO.
7) Incidencia cultural: Alta en el TAT.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
TEST DE RELACIONES OBJETALES DE PHILLIPSON (TRO)
Es un test verbal de estimulación gráfica que tomó aspectos del TAT de Murray
(en el material estímulo y en las consignas) y del Rorschach (en el análisis e
interpretación de los datos, y la ambigüedad de algunas figuras).
Consta de tres series de cuatro láminas, y aparte al final, una lámina en
blanco. Muestran diferentes situaciones interpersonales, con diferentes grados
de estructuración del ambiente y con distintos climas emocionales. Todas tienden
a evocar relaciones humanas conflictivas.
Serie A: figuras vagas, sombreados claros, no hay elementos ambientales
identificables. Se busca crear el clima de las necesidades primitivas de
dependencia y seguridad, y las ansiedades conexas.
Serie B: figuras más delineadas, enfatización del contraste blanco-negro,
ambiente con objetos bien definidos. Los claroscuros buscan enfatizar las
relaciones fantaseadas con objetos amenazantes o intransgientes.
Serie C: figuras más realistas y vivientes, colores suaves o intrusivos,
detalles ambientales más reales.
Está fundado teóricamente en la teoría del campo de Lewin, en el New Look, y en
la teoría de las relaciones objetales inconcientes de Klein, Fairbairn y Ezriel.
Basándose en Lewin, sostiene que la percepción está determinada primariamente
por las relaciones personales, las cuales influyen sobre la conducta y la
personalidad. De la orientación kleiniana toma las relaciones objetales
inconcientes, conjunto de objetos internos residuo de conflictos infantiles, de
las relaciones con personas de las que se ha dependido para la satisfacción de
necesidades básicas en la infancia.
Para Ezriel, en toda conducta habrá huellas de los tres elementos del sistema
tensional: 1) relaciones fantaseadas con un objeto para gratificar una
necesidad, 2) relaciones fantaseadas con un objeto en función de las
consecuencias temidas de esa relación, y 3) relaciones objetales defensivas para
evitar la concreción de la consecuencia temida. En el test, el sujeto intentará
liberarse de las tensiones inconcientes mediante la lógica conciente del
conocimiento de la realidad externa.
El supuesto básico de Phillipson es que la forma de percibir el mundo es
congruente con su forma de manejar las relaciones humanas, que a su vez depende
de cómo manejó sus rerlaciones más tempranas.
La forma particular en que un sujeto se relaciona con la gente, o percibe, es un
intento por conciliar dos sistemas de relaciones objetales: 1) las inconcientes
reprimidas, que fueron fantaseadas en los primeros años, y que intentan ser
resueltas hoy con conductas irracionales o infantiles, y 2) las experiencias de
relaciones acumuladas desde entonces, donde su validez fue puesta a prueba
repetidamente.
Las relaciones objetales inconcientes tenderán a imponerse a expensas de las
formas más concientemente aprendidas cuando:
a) En el individuo predomina la presión con que se busquen gratificaciones sin
que haya una contrapartida de gratificación en la realidad.
b) En el marco ambiental: 1) cuando la situación total coincide con la fantasía
inconciente en su aspecto frustrante o gratificante (la situación
paciente-terapeuta-psicólogo mueve lo edípico). 2) cuando la situación estímulo,
lámina o psicólogo, coincide con la fantasía inconciente. 3) ausencia de
elementos externos que contradigan expectativas inconcientes, 4) el factor
emocional en la relación objetal, frustrante o gratificante, que puede
fortalecer fantasías inconcientes u ofrecer oportunidades defensivas.
Sobre tales fundamentos el test utiliza, en las distintas láminas:
a) Situaciones uni, bi, tripersonales y grupales, b) montos variables de
contenido de realidad, y c) diversos climas emocionales evocadores de fantasías.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
Comparación entre los estímulos del TAT y del TRO.-
1) Movimiento: el TAT sugiere más movimientos en las figuras.
2) Contenido humano: En el TAT claro y delimitado en sexos y edades.
3) Estructuración: Alta en el TAT, por el mayor contenido de realidad.
4) Saturación proyectiva: Baja en el TAT, por la alta estructuración.
5) Contenido y forma: Contenido-significado en el TAT y contenido-forma en el
TRO.
6) Conducta predominante: Fantasía en el TAT, percepción y fantasía en el TRO.
7) Incidencia cultural: Alta en el TAT.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
TEST PROYECTIVO
La expresión ‘técnica proyectiva’ fue creada por Frank para designar un método
donde “se enfrenta al sujeto con una situación estimulante ante la que
reaccionará según el significado particular y específico que esa situación tenga
para él, y según que la experimenta en el curso de esa reacción”.
Frank L, “Proyective methods for the study od personality”, en Journal of
Psychology,1939.
En el test proyectivo, “la libertad de respuesta frente al estímulo permite que
el sujeto proyecte su propia personalidad... Se suelen distinguir dos tipos de
tests proyectivos como formas principales: los tests proyectivos temáticos (por
ejemplo el TAT de Murray como prototipo), y los tests proyectivos estructurales
(el Rorschach es el principal)”.
Ander-Egg E., “Técnicas de investigación social”, Hvmanitas, Buenos Aires, 1987,
21 edición, pág. 297.
TICS
"Movimientos musculares rápidos, involuntarios y espasmódicos, realizados en
forma aislada, inesperada, repetitiva, frecuente, sin propósito y a intervalos
irregulares".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 606.
TIPO PSICOLOGICO
Desde el punto de vista de Jung, es posible clasificar las distintas
personalidades en base a ocho tipos psicológicos, que explican las diferencias
individuales entre los sujetos. Estos ocho tipos resultan de combinar cuatro
funciones psicológicas (reflexión, sentimiento, intuición y sensación) con dos
movimientos de la libido (extraversión e introversión). Así, por ejemplo, un
tipo psicológico puede ser aquel en el cual domina, en el polo conciente, la
extraversión y la reflexión (tipo extravertido-reflexivo), y así sucesivamente.
Entonces el tipo psicológico queda definido por la función y la orientación
energéticas dominantes habitualmente en el estrato de la conciencia. Si domina
la extraversión, quedará relegado o reprimido la introversión en el inconciente,
si domina la reflexión, quedará relegada el sentimiento en el extremo
inconciente, y si domina la sensación, es la intuición la que quedará relegada
(en cada caso: y viceversa). Cabe recordar que para Jung, las tendencias
dominantes son las que se expresan en la conciencia, mientras que las tendencias
reprimidas, rechazadas o relegadas, se mantienen en el inconciente.
Una función o un movimiento de libido se hace dominante porque es aquello para
lo cual el sujeto está más dotado, pero en especial porque es aquello que le
permite una mejor adaptación social. Al elegir una función o movimiento de
libido como dominante, forzosamente sus opuestos quedarán relegados en lo
inconciente, donde activarán elementos dormidos. Un desequilibrio entre estos
opuestos se produce por ejemplo cuando la función relegada, la sombra, comienza
a invadir la conciencia (por ejemplo, depresiones y debilidades atraviesan la
protección conciente). Otro desequilibrio ocurre cuando la función dominante es
muy intensa, y ahoga la expresión de la función relegada. En ambos casos Jung
habla de una condición neurótica. Recordemos que funciones dominantes no
significa funciones únicas: la función relegada siempre se manifiesta de alguna
manera (hay un cierto equilibrio entre ambas).
Funciones psicológicas.- Por función psicológica Jung entiende “cierta forma de
actividad psíquica que en circunstancias variables permanece, en principio,
igual a sí mísma. Desde el punto de vista energético, es una forma fenoménica de
la libido que, teóricamente, permanece constante, así como la fuerza expresa
fenoménicamente la energía física” (citado por Progoff Ira, pág. 129).
Las funciones psicológicas se agrupan en racionales (la reflexión y el
sentimiento), y no racionales (la sensación y la intuición). Las primeras son
racionales porque resultan de una actividad deliberada del sujeto (de
interpretar lo percibido = reflexión, y de juzgarlo o valorarlo como agradable o
desagradable = sentimiento). Las últimas son no racionales porque son más
pasivas (en la sensación el sujeto recibe la informaciòn del medio; en la
intuición “se le impone” cierta forma de comprensión directa del objeto).
La sensación permite tomar contacto con el exterior mediante los sentidos. Luego
la reflexión significa o interpreta lo percibido. El sentimiento lo valora en
términos de agradable o desagradable, y la intuición permite un acercamiento más
directo al objeto, sin la intervención de la intuición.
La reflexión y el sentimiento actúan como opuestos y tienden a equilibrarse
entre sí, y lo mismo pasa con la sensación (en tanto impresiones que vienen
desde el exterior) y la intuición (en tanto impresiones que vienen desde el
interior) (pág. 126-130).
Introversión y extraversión.- Son movimientos de la libido hacia el mundo
interno y hacia el mundo externo, respectivamente (en cambio, la regresión y la
progresión son movimientos libidinales hacia atrás y hacia delante,
respectivamente).
Progoff Ira, “La psicología de Jung y su significación social”, Buenos Aires,
Paidós, 1967.
TOLERANCIA
"Estado de adaptación caracterizado por la disminución de la respuesta a la
misma cantidad de droga o por la necesidad de una dosis mayor para provocar el
mismo grado de efecto farmacodinámico" (pág. 526).
"Disminución de los efectos de una droga a medida que esta se consume".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 487.
TOLERANCIA CRUZADA
"Fenómeno en el que se toma una droga y aparece tolerancia no sólo a esa droga,
sino también a otra del mismo tipo o a veces de otro conexo -por ejemplo, la
heroína provoca tolerancia cruzada a la morfina, y viceversa- y en menor grado
el consumo intenso de bebidas alcohólicas produce tolerancia cruazada a los
fármacos del tipo de los barbitúricos".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 526.
TOXICOFILIA
“Término postulado por la cátedra de psicología forense de la Universidad de
Buenos Aires, remite a una connotación más psicologista que pone el énfasis en
el concepto de ‘investimiento objetal’, de ‘amor al tóxico’, siendo suficiente
que tal dinamismo se dirija a un tóxico real, susceptible o no de crear
dependencia física pero ciertamente ‘tóxico’, es decir, con poder para crear
lesiones en el organismo de quien lo consume, sea o o no de uso legal” (pág. 6).
Castex M (1992), El problema de la toxicofilia en Latinoamérica. Mito y
realidad. Conferencia pronunciada en la Universidad de Salamanca, 26 de octubre
de 1992.
TRABAJO
Freud ha puesto de manifiesto que el trabajo, más allá de su importancia y
significación económica y social, tiene profundos significados psicológicos para
el trabajador, de lo cual cabe inferir que una situación de desempleo o de
amenaza de pérdida de empleo podrá repercutir desfavorablemente sobre su estado
anímico.
“Según Freud, los objetivos primarios de la vida mental humana consisten en
‘amor’ y ‘trabajo’, o en placer y logros” (Yampey N, 1995:80).
Freud destaca que el trabajo es, por un lado, una vía de descarga sublimatoria
de la sexualidad y la agresividad humanas, pero por el otro es una actividad a
la cual es hombre se ve compelido a realizar, incluso a pesar de su voluntad. En
el primer caso, el trabajo es fuente de satisfacciones, y en el segundo sirve
únicamente como estrategia de supervivencia.
Respecto de la primera situación, Freud destaca que “es innegable que la
concentración de la atención en una tarea intelectual, y, en general, el
esfuerzo mental, tiene por consecuencia en muchas personas, tanto jóvenes como
maduras, una excitación sexual concomitante” (Freud S, 1905:185).
Respecto de la segunda situación, Freud indica que nada como el trabajo “liga al
individuo tan firmemente a la realidad como la insistencia en el trabajo, que al
menos lo inserta en forma segura en un fragmento de la realidad, a saber, la
comunidad humana. La posibilidad de desplazar sobre el trabajo profesional y
sobre los vínculos humanos que con él se enlazan una considerable medida de
componentes libidinosos, narcisistas, agresivo y hasta eróticos le confiere un
valor que no le va en zaga a su carácter indispensable para afianzar y
justificar la vida en sociedad. La actividad profesional brinda una satisfacción
particular cuando ha sido elegida libremente, o sea, cuando permite volver
utilizables mediante sublimación inclinaciones existentes, mociones pulsionales
proseguidas o reforzadas constitucionalmente. No obstante el trabajo es poco
apreciado, como vía hacia la felicidad, por los seres humanos. Uno no se
esfuerza hacia él como hacia otras posibilidades de satisfacción. La gran
mayoría de los seres humanos sólo trabajan forzados a ello, y de esta natural
aversión de los hombres al trabajo derivan los más difíciles problemas sociales”
(Freud S, 1930:80).
La compulsión al trabajo es creada por el apremio exterior (Freud S, 1930:99).
Parecería que “toda cultura debe edificarse sobre una compulsión y una renuncia
de lo pulsional, y ni siquiera es seguro que, en caso de cesar aquella
compulsión, la mayoría de los individuos estarían dispuestos a encargarse de la
prestación de trabajo necesaria para obtener nuevos medios de vida” (Freud S,
1927:7 y 10).
Freud S (1905) Tres ensayos de teoría sexual. Obras Completas, Tomo VII. Buenos
Aires: Amorrortu, 1993.
Freud S (1927) El porvenir de una ilusión. Obras Completas, Tomo XXI. Buenos
Aires: Amorrortu, 1993.
Freud S (1930) El malestar en la cultura. Obras Completas, Tomo XXI. Buenos
Aires: Amorrortu, 1993.
Yampey N (1995) Desocupación y suicidio. Buenos Aires: Revista Fundaih, 7,
79-82.
“El valor del trabajo reside en que representa un medio de satisfacer las
necesidades existenciales. Significa también una fuente de placer y un factor de
prestigio y de autoestima. El trabajo brinda al hombre y a la mujer el sentido
de su utilidad social” (Yampey N, 1995:80).
Yampey N (1995) Desocupación y suicidio. Buenos Aires: Revista Fundaih, 7,
79-82.
TRANCE
"Estado de disociación que ocurre en los pacientes bajo hipnosis y en los
médiums, cuando quieren dar a entender que están en contacto con el mundo de los
espíritus. Estados semejantes al trance ocurren en la histeria, aunque en tal
caso se habla por lo común de ataques, accesos o estados oníricos; y en la
niñez, bajo la forma de sonambulismo. La característica común a todos estos
estados es que alguna parte del yo (o sí mísmo) está fuera de acción, de modo
tal que el sujeto tanto somete su voluntad a otra como actúa sobre la base de
deseos y fantasías que de otro modo serían inhibidos".
Rycroft Ch., Diccionario de psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1976, pág.
115).
TRANSEXUAL
“Individuo dotado de órganos sexuales normales pero que siente psíquicamente
como un miembro del sexo opuesto”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág.
628.
TRANSEXUALIDAD
“Fenómeno físico de cambio de sexo. Sustitución, por medio de intervención
quirúrgica, de los órganos sexuales característicos de cada sexo. Generalmente,
se alude al deseo de ser ‘psicológicamente’ como el otro sexo. Desde nuestro
punto de vista, surge como conflicto emocional por la represión sexual de las
capacidades no reproductivas de las personas. No creemos que sea correcto hablar
de ser ‘psicológicamente hombre o mujer’. Se es persona”.
Barragán Medero F, (1991), La educación sexual. Guía teórica y práctica.
Barcelona: Paidós, pág. 154.
TRANSEXUALISMO
Trastorno de la identidad de género caracterizado por un malestar persistente y
un sentimiento de inadecuación respecto al propio sexo anatómico en una persona
que ha alcanzado la pubertad y acompañado por una preocupación persistente
acerca de cómo deshacerse de las características sexuales del propio sexo y
adquirir las del sexo opuesto.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Madrid, McGraw Hill, 1995, pág.
459.
TRANSFERENCIA
Psicoanalíticamente, implica la actualización de deseos inconcientes en una
relación interpersonal, y es una repetición de prototipos infantiles vividos con
sensación de actualidad. En sentido más amplio, fuera del psicoanálisis, designa
un desplazamiento de valores, derechos, entidades a otro.
Celener Graciela, Fundamentos teóricos para la inclusión de láminas en blanco
(Ort-Tat), publicación interna de la Cátedra de Técnicas psicodiagnósticas II de
la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, 1996.
“Fenómeno general, universal y espontáneo que consiste en unir el pasado con el
presente mediante un enlace falso que superopone el objeto originario con el
actual. Esta superposición del pasado y el presente está vinculada a objetos y
deseos pretéritos que no son concientes para el sujeto y que le dan a la
conducta un sello irracional, donde el afecto no aparce ajustado ni en calidad
ni en cantidad a la situación real, actual”.
Etchegoyen H, Los fundamentos de la técnica psicoanalítica. Buenos Aires:
Amorrortu, pág. 106.
“Entendemos por transferencia un género especial de relación respecto de una
persona; es un tipo característico de relación de objeto. Lo que la distingue
principalmente es el tener por una persona sentimientos que no le corresponden y
que en realidad se aplican a otra. Fundamentalmente, se reacciona ante una
persona presente como si fuera una del pasado. La transferencia es una
repetición, una reedición de una relación objetal antigua. Es un anacronismo, un
error cronológico. Se ha producido un desplazamiento; los impulsos, los
sentimientos y las defensas correspondientes a una persona del pasado se han
trasladado a otra del presente. Es primordialmente un fenómeno inconciente, y la
persona que reacciona con sentimientos de transferencia por lo general no se da
cuenta de esa distorsión”.
Greenson R, Técnica y práctica del psicoanálisis. Buenos Aires, Siglo XXI, pág.
155.
Evolución del concepto de transferencia en Freud.- 1) Psicoterapia de la
histeria (1895). El concepto surge a partir de la detección de obstáculos
externos que se presentan cuando se perturba la relación con el analista,
desapareciendo también la buena disposición del paciente. Al intentar el
analista averiguar los problemas, se interpone en el paciente la conciencia de
sus diferencias con él, lo cual aparece especialmente en tres casos: cuando la
enferma se cree descuidada, menospreciada u ofendida por el analista, cuando
teme quedar ligada al analista o perder su independencia, y cuando se asusta al
ver que transfiere al médico representaciones displacenteras emergidas durante
el análisis. La transferencia al analista se realiza por una conexión falsa. 2)
La interpretación de los sueños (1900). En el capítulo 5, apartado C, refiere
Freud la transferencia como proceso intrapsíquico donde se desplaza el afecto de
una representación a otra considerada inofensiva. El afecto sólo puede
exteriorizarse si la representación entra en conexión con una representación
inocua o indiferente preconciente, no censurable. 3) Historial de Dora (1901).
En el Epílogo, Freud dice que se trata de re-creaciones de los impulsos y
fantasías que se despiertan y hacen concientes con el análisis, y pueden ser
invariadas (el contenido no se diferencia del modelo, salvo en la sustitución, o
sublimadas, donde hay una modelación del contenido y no se trata de una simple
reedición sin cambios). 4) La dinámica de la transferencia (1912). Freud indica
que la transferencia son clishés repetidos a lo largo de toda la vida,
repeticiones que son posibles cuando las circunstancias exteriores lo permiten y
cuando están los objetos eróticos disponibles, como el analista. Esta
disposición congénita y las experiencias infantiles determinarán los objetos
eróticos elegidos en la vida. La transferencia puede ser positiva o negativa, y
sólo en este último caso constituye una resistencia para la cura. 5) Recordar,
repetir, reelaborar (1914). Todos los tipos de transferencia constituyen
resistencia, porque el paciente al transferir repite (actúa) para no recordar, y
sin conciencia de ello. En este sentido es imprescindible para la cura: el
vencimiento de la resistencia comienza cuando el analista la desenmascara, pero
es preciso dar tiempo al paciente para enfrascarse en la resistencia,
reelaborarla y luego vencerla. 6) Más allá del principio de placer (1920). La
transferencia aparece aquí como la expresión de la compulsión a la repetición.
En el vínculo con el analista se repiten situaciones traumáticas sexuales
infantiles vivida como atemporales, momento en el cual el paciente tiende a
interrumpir la cura. Esta repetición produce displacer por un lado pero por el
otro produce placer, siendo una de las razones de esto último el hecho de que al
surgir el recuerdo trae consigo menos displacer que si retornase como suceso
actual.
Sin indicación de autor.
TRANSFERENCIA NEGATIVA
Se usa esta designación “para los sentimientos de transferencia basados en el
odio en cualquiera de sus formas, sus precursores y derivados. La transferencia
negativa puede manifestarse en forma de odio, enojo, hostilidad, desconfianza,
aborrecimiento, aversión, repugnancia, resentimiento, amargura, envidia,
disgusto, desdén, fastidio, etc. Siempre está presente en el análisis, aunque a
menudo es mucho más difícil de descubrir que las manifestaciones de
transferencia positiva”.
Greenson R, Técnica y práctica del psicoanálisis. Buenos Aires, Siglo XXI, pág.
230.
TRANSFERENCIA POSITIVA
“Manera abreviada de designar las reacciones de transferencia compuestas
predominantemente por el amor en cualquiera de sus formas o por cualquiera de
sus precursores o derivados. Consideramos que hay transferencia positiva cuando
el paciente siente por su analista amor, cariño, confianza, deseo, gusto,
interés, devoción, admiración, infatuación, pasión, ansia, anhelo, ternura o
respeto. Las formas atenuadas de amor no sexual ni romántico preparan la alianza
de trabajo”.
Greenson R, Técnica y práctica del psicoanálisis. Buenos Aires, Siglo XXI, pág.
223.
TRASTORNO
Aunque la CIE-10 reconoce que el término 'trastorno' no es preciso, lo utiliza
para señalar "la presencia de un comportamiento o de un grupo de síntomas
identificables en la práctica clínica, que en la mayoría de los casos se
acompañan de malestar o interfieren con la actividad del individuo. Los
trastornos definidos en la CIE-10 no incluyen disfunciones o conflictos sociales
por sí mísmos en ausencia de trastornos individuales". La CIE-10 utiliza el
término 'trastorno'para evitar los problemas que plantea el utilizar otros
conceptos como 'enfermedad' o 'padecimiento'.
CIE-10 Trastornos mentales y del comportamiento, Madrid, Organización Mundial de
la Salud, 1992, página 25-26.
TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD
"Pauta de conducta irresponsable y antisocial en un individuo mayor de 18 años,
que empieza en la infancia o primera etapa de la adolescencia y continúa en la
edad adulta. En la infancia pueden aparecer conductas como mentir, robar,
escaparse de casa, etc., no corrigiéndose ni acongojándose cuando reciben
castigos. Las conductas que presentan en la edad adulta entran en conflicto con
las normas establecidas, y parecen regularse exclusivamente por su sensibilidad
a las señales de recompensa y a la gratificación inmediata (Vallejo, 1980).
Incluye conductas tales como la incapacidad para mantener una conducta laboral
consistente, fracaso en adaptarse a las normas sociales con respecto a la
conducta legal, irritabilidad y agresividad, fallos para planificar y
actuaciones impulsivas, etc. (DSM-III-R, 1987)".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 589.
TRASTORNO CORPORAL DISMÓRFICO
Preocupación excesiva por algún defecto imaginario sobre la apariencia física.
Antes conocido como dismorfofobia, si la persona tiene realmente algún defecto
físico, el problema consiste en una preocupación excesiva sobre él, que resulta
injustificada.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 7.
TRASTORNO DE CONVERSIÓN
Pérdida o alteración en el funcionamiento fisiológico (por ejemplo parálisis,
sordera, ceguera) que sugiere un trastorno físico, pero para el cual no existe
patología orgánica subyacente. El principal aporte para explicar la conversión
viene del psicoanálisis: Freud comenzó proponiendo que la energía psíquica
asociada con deseos e impulsos inconcientes inaceptables podrían convertirse en
síntomas somáticos. Un típico trastorno de conversión es la anestesia de guante,
donde la persona tiene insensibilizada la mano hasta la muñeca.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 7.
TRASTORNO DE DOLOR
El dolor somatoforme es un dolor severo y prolongado que, o bien es
inconsistente con la distribución anatómica del sistema nervioso, o bien no
puede ser explicado a partir de una patología orgánica.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 7
TRASTORNO DE PERSONALIDAD
Se definen los trastornos de personalidad como aquellos rasgos de personalidad
permanentes que son inflexibles y desadaptativos, que causen incapacitación
social significativa, perturben la eficacia laboral y promuevan un malestar o un
sufrimiento subjetivo.
Según el modelo de los cinco grandes, para evaluar un trastorno de la
personalidad hay que examinar cinco aspectos del funcionamiento personal,
relacionados con la emocionalidad y las relaciones interpersonales: la
extroversión, el neuroticismo (ansiedad), la apertura a la experiencia, la
cordialidad y escrupulosidad.
Según el DSM, los trastornos de personalidad se agrupan en cuatro grandes
categorías: 1) Personas raras y excéntricas que agrupan las categorías de
paranoide, esquizoide y esquizotípico. El paranoide tiene por ejemplo la
creencia a ser explotado o perjudicado por otros sin base real suficiente, y se
cuestiona la lealtad de sus amigos. El esquizoide se aisla de los demás y tiene
una afectividad pobre, no interesándoles ni críticas ni elogios, ni en
actividades sexuales. El esquizotípico tiene ansiedad social excesiva,
pensamiento mágico, conducta excéntrica, afectividad inapropiada. 2)
Personalidades erráticas, emotivas y teatrales que cubren el histriónico,
antisocial, narcisista y límite (bordeline). El histriónico necesita alabanzas
constantes y es sexualmente seductor de forma inapropiada. Le gusta ser el
centro de atención, y no tolera la frustración. El narcisista siente rabia,
verguenza o humillación ante las críticas, y un sentimiento grandioso de su
propia importancia. 3) Personas temerosas con ansiedad marcada: dependiente,
obsesivo - compulsivo, pasivo - agresivo y trastorno por evitación. En este
último caso evita actividades que supongan un contacto significativo con los
demás, no desean relacionarse con la gente. 4) Mixto y atípico que incluye al
resto de las alteraciones.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 16.
TRASTORNO DEL CONTROL DE IMPULSOS
"Fracaso en resistir el impulso, deseo o tentación de llevar a cabo algún acto
que es dañino para el propio invididuo o para los demás. Este fracaso va
acompañado por una sensación creciente de tensión o activación antes de llevar a
cabo el acto. El sujeto experimenta placer, gratificación o liberación en el
momento de consumar el acto (DSM-III-R, 1987).
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 589.
TRASTORNO DEL ESTADO DE ÁNIMO
Desde un punto de vista clínico, los trastornos del estado de ánimo se refieren
fundamentalmente al estado de ánimo depresivo, o bien al estado de ánimo que,
como en la depresión bipolar, alterna entre la euforia (manía) y la depresión en
forma cíclica.
Sentirse triste o deprimido no es, sin embargo, un síntoma suficiente para
diagnosticar una depresión. Esta distinción es importante, pues la depresión
entendida como 'síntoma', es decir, sentirse triste, está presente en la mayor
parte de los cuadros psicopatológicos, como la esquizofrenia o las obsesiones,
así como en algunas enfermedades médicas, sin que por ello constituya un
'síndrome' depresivo, es decir, un conjunto covariante de síntomas relacionados
tales como tristeza, insomnio, pérdida de peso, etc.
Por lo tanto, para identificar un trastorno del estado de ánimo se requieren
evaluar varios aspectos, o sea un síndrome, y además diferenciarlo de un
trastorno normal, como puede ser una depresión consecutiva a un duelo. El cuadro
que presenta una persona depresiva puebe ser muy variado en cuanto a sus
síntomas y a su evolución temporal. Algunas veces se da por episodios, y en
otras veces la depresión es continua. La depresión presenta manifestaciones
anímicas (cambia el estado de ánimo), motivacionales y conductuales (tienden a
la inacción), cognitivas (disminuyen la memoria, la atención y la
concentración), físicos (cansancio, insomnio, etc.) e interpersonales (tienden a
aislarse).
Las depresiones pueden ser reactivas, cuando están desencadenadas por un
acontecimiento externo precipitante, llamadas también depresiones psicosociales,
y las depresiones endógenas, que algunos adjudican a un factor psicógeno.
La depresión puede ser bipolar si alterna con euforia, o unipolar si hay
solamente depresión. También puede ser primaria o secundaria, según que no esté
o sí esté asociada a otra enfermedad de la cual depende.
También se distingue una depresión mayor y una menor. La primera se caracteriza
por un episodio depresivo mayor, en el cual nunca ha habido un episodio maníaco
(euforia) o hipomaníaco (menos eufórico), y que no es un trastorno
esquizofrénico o psicótico de otro tipo. La depresión menor tiene una duración
semejante al episodio depresivo mayor, pero con una menor presencia de síntomas.
Debe distinguirse el episodio del trastorno. El episodio me permite ubicar al
paciente depresivo en algún trastorno.
La distimia es otra categoría, caracterizada porque es un estado de ánimo
depresivo de larga duración (al menos dos años continuados) acompañado de otros
síntomas propios del episodio depresivo mayor. Otra variedad es el trastorno
bipolar, que se caracteriza porque existe o ha existido alguna vez un episodio
maníaco o hipomaníaco. Este padecimiento suele interferir mucho en el trabajo y
las relaciones familiares del paciente, y el riesgo de suicidio, en la fase
depresiva, es alto.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 9.
TRASTORNO DUAL
"Nombre que recibe la coexistencia de patología psíquica y de algún tipo de
dependencia".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 526.
TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO
“El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se define como un estado mental
caracterizado por una triada básica: obsesiones, compulsiones y dudas. La
obsesión es un tipo de pensamiento intrusivo, parasitario, constante y forzado,
y, como característica fundamental: no puede ser rechazado. La compulsión es una
urgencia a llevar a cabo tareas mentales o motoras. A diferencia del impulso, la
compulsión permite un cierto control volitivo, de una duración moderada, pero al
fin la tarea debe realizarse. Una caracterísica fundamental: tratar de controlar
la compulsión produce ansiedad intensa, que se alivia llevando a cabo la tarea
compulsiva. La duda o inhabilidad para tomar decisiones, constituye un factor
importante dentro de la sintomatología del TOC. Para los franceses el TOC es la
enfermedad de la duda”.
Yaryura-Tobías José, “El trastorno obsesivo-compulsivo de la niñez y la
adolescencia”, incluído en Grau Martínez A y otros (2000), Psiquiatría y
psicología de la infancia y adolescencia. Madrid: Editorial médica Panamericana,
pág. 307.
TRASTORNO POR ANSIEDAD DE SEPARACION
Se define el trastorno por ansiedad de separación en el DSM IV como la aparición
de una ansiedad excesiva o inadecuada al nivel de desarrollo, ante la separación
del hogar o de aquellas personas a las que el niño está más vinculado. Puede
presentarse clínicamente como absentismo escolar, miedos o angustia ante la
separación, síntomas físicos como cefalea o abdominalgia si anticipa que aquélla
va a suceder, y pesadillas en torno a estos temas. Debe aparecer antes de los 18
años y durar al menos 4 semanas. En el DSM IV queda como el único de los
trastornos de ansiedad propio de la infancia y la adolescencia.
No obstante, cierto grado de ansiedad de separación es un fenómeno universal y
esperable como parte del desarrollo de un niño normal. A los 6 -7 meses de edad,
el niño puede mostrar temor a separarse de la madre, sobre todo en ambientes
extraños. La ansiedad normal de separación tiene un pico de mayor intensidad
hacia los 18 meses de edad, pero no es excepcional que se prolongue hasta la
preescolaridad. El niño de 3 años ya tiene capacidad cognitiva para percatarse
de que la separación es temporal y es capaz de mantener una imagen interna de la
madre durante su ausencia. Por ello, la ansiedad de separación decrece entre los
3 y 5 años.
TRASTORNO POR SOMATIZACIÓN
Este trastorno se caracteriza por quejas sobre múltiples síntomas físicos, como
desmayos, náuseas, debilidad, problemas urinarios, etc., los cuales no se
fundamentan en causa orgánica alguna.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 7.
TRASTORNO PSICOMOTOR
"Trastorno que se caracteriza por la alteración de la respuesta motora adecuada
en la interacción del individuo con experiencias afectivas o cognitivas". Los
trastornos psicomotores más relevantes son: la agitación motora, el estupor, los
temblores, las convulsiones, los tics, los espasmos, la catatonía, las
estereotipias, los manierismos, las discinesias y las apraxias.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 606.
TRASTORNO SEXUAL
"Comportamientos de carácter sexual o aspectos de la actividad sexual que
conlleva una experiencia subjetiva de malestar o que produce malestar a otra
persona" (pág. 459).
Conviene distinguir entre trastorno sexual, disfunción sexual (ver) y trastorno
de la identidad sexual (o de la identidad de género). En este último caso, se
trata de una "disociación entre el sexo anatómico y la propia identidad sexual".
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Volumen I, Madrid, McGraw-Hill,
1995, pág. 459.
TRASTORNO SOMATOFORME
Los trastornos somatoformes se definen como un grupo de trastornos mentales
caracterizados por la aparición de síntomas físicos, que no se explican mediante
una condición médica general y que, sin embargo, se encuentran relacionados con
factores psicológicos (por ejemplo acontecimientos traumáticos). El DSM-IV
incluye dentro de estos trastornos el trastorno por somatización, el trastorno
somatoforme indiferenciado, el trastorno de conversión, el trastorno de dolor,
la hipocondría y el trastorno corporal dismórfico.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 7.
TRASTORNO SOMATOFORME INDIFERENCIADO
Es una categoría residual, donde se ubican aquellos cuadros que no entran en las
otras clasificaciones. Entran aquí la mayoría de pacientes con problemas
persistentes de somatización.
Belloch A, Sandín B y Ramos F, "Manual de Psicopatología", Volumen II, Madrid,
McGraw-Hill, 1996, capítulo 7.
TRAUMA
Las experiencias traumáticas, ha mostrado el psicoanálisis, dejan una huella que
de una u otra forma repercutirá en nuestra conducta el resto de la vida,
especialmente si no son ulteriormente elaboradas o resignificadas, e inclusive
si esas experiencias fueron simplemente fantaseadas, como las fantasías de
violación o seducción. Si la experiencia traumática no fue elaborada, volverá a
ejercer influjo en la conducta cada vez que al adulto se le presente una
situación que de alguna forma evoca aquella experiencia. Hay autores que han
afirmado que personas con infancias traumáticas han sobresalido o se han
destacado como adultos, tal vez como una manera de compensar aquella
experiencia.
Cazau P (2002) Vocabulario de Psicología. Redpsicología Online
TRAVESTISMO
“Impulso avasallador a personificar el sexo opuesto y vestirse con la
indumentaria que lo caracteriza”.
Vander Zanden James, Manual de Psicología Social, Barcelona, Paidós, 1986, pág.
628.
El transvestismo es la utilización continuada de las ropas propias del sexo
puesto.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Madrid, McGraw Hill, 1995, pág.
459.
“Tendencia a utilizar los atributos externos de género del otro sexo, vestidos,
adornos y apariencia externa. No constituye una patología sexual, aunque pueda
generar conflictos afectivos por la prohibición social de transgredir una norma
convencional y arbitraria. No existe relación entre el hecho de ser hombre o
mujer y vestir de una determinada forma”.
Barragán Medero F, (1991), La educación sexual. Guía teórica y práctica.
Barcelona: Paidós, pág. 154.
TRIANGULACION
“Es un proceso psicológico, que incluye operaciones psicodinámicas tradicionales
por las cuales una unidad de dos se estabiliza y confiere sentido a su actividad
por común referencia a una tercera unidad. Esto se manifiesta, por ejemplo, en
unidades conyugales en que la persistencia de la armonía depende de un enojo o
un interés benévolo, no menos persistentes, hacia un hijo (la tercera unidad).
El significado de la pertenencia a un subsistema se puede experimentar mejor por
la referencia compartida a una tercera unidad que se sitúa fuera de las
fronteras del subsistema”.
Umbarger C, “Terapia familiar estructural”, Barcelona, Paidós.
URGENCIA PSIQUIATRICA
Una urgencia psiquiátrica es una perturbación del pensamiento, sentimientos o
las acciones, que requiere tratamiento inmediato. Casi siempre es el mismo
paciente quien pide el auxilio, aunque puede hacerlo la familia, la policía,
etc. La causa más frecuente es alguna pérdida de alguna persona importante.
También está el desempleo, fracaso escolar, jubilación, nacimiento de un hijo,
nuevas responsabilidades, etc. El paciente se expresa a nivel emocional y
corporal.
La mayoría de los pacientes de urgencia tienen toda una vida de psicopatología,
a veces grave, a pesar de lo cual se han adaptado. Tales personas buscan apoyo
solo cuando su mecanismo adaptativo se ha descompensado, generalmente por
influencia ambiental. El psiquiatra de urgencias tiene a veces poco tiempo para
tomar una decisión. y dentro del hospital debe haber una zona de 'retención' del
paciente, donde no está del todo internado, pero está listo para retornar a la
comunidad una vez pasado el momento de urgencia.
Toda manifestación clínica de urgencia tiene tres aspectos: biológico
(trastornos corporales), psicológicos y sociales. A continuación de citan
urgencias donde predomina la sintomatología psicológica (estados psicológicos),
donde predomina el síntoma corporal (estados corporales), y por último, otros
casos de urgencia.
Estados psicológicos.- 1) El ejemplo más importante es la depresión suicida.
Suele aparecer bruscamente, hay insomnio, insociabilidad e ideas delirantes como
la de haber cometido un pecado imperdonable. 2) Violencia: es rara en las
enfermedades mentales, y mas bien aparece en casos de abuso de alcohol,
historias de abuso en la niñez, o historia de actos violentos. Deben ser
controlados físicamente y con sedantes, pues pueden llegar al asesinato. El
haloperidol y otros medicamentos son útiles para los psicóticos violentos. 3)
Estados de fuga: Con amnesia total con respecto a horas o días anteriores. Deben
ser hospitalizados, y la razón está en que huyeron de alguna situación muy
dramática, como una guerra. 4) Pánico homosexual: delirios y alucinaciones que
acusan al paciente por sus supuestas prácticas homosexuales. Aparece en
situaciones que fuerzan a la homosexualidad, como cárceles, etc. 5) Otras
reacciones de pánico: como ataques de agorafobia. Se utilizan sedantes suaves.
6) Trastornos por estrés postraumático: como haber escapado de un accidente con
vida, sobrevivientes de catástrofes, etc. 7) Manía: Exaltación del ánimo
patológica donde el paciente no se controla: por ejemplo maneja muy rápido,
gasta mucho dinero, etc. 8) Esquizofrenia paranoide: donde el paciente se cree
perseguido. Al igual que el caso anterior, se lo intenta calmar con palabras
apelando al núcleo racional de su yo, y con sedantes. 9) Esquizofrenia
catatónica: si el paciente viene en estado de letargo, es fácil manejarlo pues
obedece a todo. Debe dárselo de alta si la condición ambiental precipitante fue
corregida. Si viene en estado de excitación, es más difícil tratarlo y debe
dársele tranquilizantes. 10) Anorexia nerviosa: hospitalización y nutrición
forzada. 11) Problemas psicosomáticos agudos: revelan ansiedad aguda, poca
disposición a colaborar con el médico y luego depresión. Se agrava si el
paciente debe ser operado, lo que exige que se lo prepare psicológicamente para
ello. 12) Cirugía estética: A veces a la rinoplastias sucede una reacción
psicótica, tratable con medicamentos y psicoterapia de apoyo para la crisis de
identidad. 13) Medicación contra la hipertensión: Pueden provocar una depresión
aguda. Deber usarse otro medicamento para la hipertensión que no sea la
rauwolfia. 14) Insomnio: Puede marcar el comienzo de una depresión grave, sobre
todo si aparece un estado de agitación por la mañana. 15) Cefaleas: Primero se
averigua si no hay nada orgánico, y luego se ve si hay depresión, drogadicción o
peligro de suicidio. 16) Dismenorrea: Si aparece con depresión y hostilidad,
debe atenderse al peligro de suicidio, y examinar causas familiares. 17)
Hiperventilación: Pacientes ansiosos que jadean debido al terror, lo que les
produce hiperventilación, o sea desmayos, visión borrosa, etc. Esto asusta aún
más al paciente, ya ansioso. El clásico remedio es respirar dentro de una bolsa
de papel, pero debe tranquilizarse al paciente diciéndole que sus vahidos se
deben a la hiperventilación, y que debe respirar normalmente. 18) Paciente
moribundo: Según el paciente y la enfermedad, se puede hacer tomar conciencia al
paciente que él se está muriendo. Es esencial el apoyo, la empatía y el tomar la
iniciativa, así como involucrar todo lo más posible a la familia. 19) Violación:
Hay una mejor recuperación cuando recibe apoyo inmediato y se la insta a
expresar sus miedos y decir lo que siente. 20) Enfermedad mental en un médico:
generalmente por drogas o alcohol. Primero debe salvaguardarse a los pacientes
que atiende, y luego atenederlo a él.
Estados orgánicos.- 1) Delirio: por causas cerebrales. 2) Alcoholismo: suele
aparecer con problemas orgánicos de nutrición, trastornos de hígado, corazón o
cerebro. También puede encubrir fracturas óseas pues el alcohol es analgésico.
Debe verse si además está consumiendo barbitúricos. Hay cuatro clases de
alcohólicos: despierto (habla confuso, no coopera), semicomatoso (dormido pero
responde a estímulos dolorosos y todos los reflejos), comatoso (responden sólo
algunos reflejos), y comatosos sin ningún reflejo. 3) Abuso de drogas: como la
sobredosis de heroína, donde aparece pálido, cianótico y con problemas de
respiración, Rápídamente debe tirársele de la lengua para mejorar la
respiración. Luego analizar la sangre para ver el grado de intoxicación, y darle
los medicamentos correspondientes. También ver el aspecto general del paciente
pues cada droga suele dar signos diferentes: la sobredosis de sedantes (debe
inducírsele el vómito), el síndrome de abstinencia de hipnóticos y sedantes (que
empiezan con ansiedad, confusión y ataxia), y las anfetaminas y la cocaína, que
dilatan las pupilas, suben la presión y la temperatura, y secan la boca.
Otros trastornos de urgencias.- 1) Porfiria intermitente aguda: Reacción
psicótica con fuerte dolor abdominal, ataques de gran mal. El ataque se
precipita como reacción a ciertas sustancias como alcohol, barbitúricos, etc. 2)
Discinesias agudas: dificultades para tragar o hablar por hipertonicidad de los
músculos. Está producida por trnaquilizantes mayores como la fenotiacina. Entre
las alternativas, está darle una inyección de medicamento antiparkinsoniano. 3)
Crisis hipertensiva: producida por remedios contra la depresión. 4) Excitación
posconvulsiva: cuando un paciente despierta puede experimentar terror, atacar a
los que le rodean y escapar. Se recomienda no despertarlo hasta que lo haga
espontáneamente. 5) Insolación: Trasladar al paciente a un lugar fresco y
ponerle paños fríos. Son especialmente sensibles los que han tenido traumatismos
craneanos o son alcohólicos. 6) Agranulocitosis: Efecto secundario de
medicamentos psicotrópicos, Debe interrumpirse dicho medicamento. Los síntomas
son fatiga, fiebre, letargia, etc. 7) Maniobra de Heimlich: pacientes psicóticos
que comen grandes bocados y se atragantan. La maniobra consiste en comprimir el
epigastrio con el puño.
Urgencias en psiquiatría infantil.- Envenamiento accidental, hipercinesia, fobia
a la escuela, adopción, niños maltratados, anorexia nerviosa, duelo, enfermedad
mortal, e incluso el síndrome por abstinencia del recién nacido (madre
heroinómana o medicada con drogas que da a luz a un niño, y el niño se
acostumbra a dicha droga dentro del útero). Se trata con Valium u otros remedios
al bebé. Este suele tener acceso de llanto intensos y prolongados.
Kaplan H y Sadock B, Compendio de psiquiatría. México: Salvat. Capítulo 25.
VACIO EXISTENCIAL
Una de las metáforas favoritas de Viktor Frankl es el vacío existencial. Si el
sentido es lo que buscamos, el sin sentido es un agujero, un hueco en tu vida, y
en los momentos en que lo sientes, necesitas salir corriendo a llenarlo. Frankl
sugiere que uno de los signos más conspicuos de vacío existencial en nuestra
sociedad es el aburrimiento. Puntualiza en cómo las personas con frecuencia,
cuando al fin tienen tiempo de hacer lo que quieren, parecen ¡no querer hacer
nada!. La gente entra en barrena cuando se jubila; los estudiantes se
emborrachan cada fin de semana; nos sumergimos en entretenimientos pasivos cada
noche; la neurosis del domingo, le llama.
De manera que intentamos llenar nuestros vacíos existenciales con “cosas” que
aunque producen algo de satisfacción, también esperamos que provean de una
última gran satisfacción: podemos intentar llenar nuestras vidas con placer,
comiendo más allá de nuestras necesidades, teniendo sexo promiscuo, dándonos “la
gran vida”. O podemos llenar nuestras vidas con el trabajo, con la conformidad,
con la convencionalidad. También podemos llenar nuestras vidas con ciertos
“círculos viciosos” neuróticos, tales como obsesiones con gérmenes y limpieza o
con una obsesión guiada por el miedo hacia un objeto fóbico. La cualidad que
define a estos círculos viciosos es que, no importa lo que hagamos, nunca será
suficiente.
Entonces, ¿cómo hallamos nuestro sentido?. Frankl nos presenta tres grandes
acercamientos: el primero es a través de los valores experienciales, o vivenciar
algo o alguien que valoramos. Aquí se podrían incluir las experiencias pico de
Maslow y las experiencias estéticas como ver una buena obra de arte o las
maravillas naturales. Pero nuestro ejemplo más importante es el de experimentar
el valor de otra persona, v.g. a través del amor. A través de nuestro amor,
podemos inducir a nuestro amado/a a desarrollar un sentido, y así lograr nuestro
propio sentido.
La segunda forma de hallar nuestro sentido es a través de valores creativos, es
como “llevar a cabo un acto”, como dice Frankl. Esta sería la idea existencial
tradicional de proveerse a sí mismo con sentido al llevar a cabo los propios
proyectos, o mejor dicho, a comprometerse con el proyecto de su propia vida.
Incluye, evidentemente, la creatividad en el arte, música, escritura, invención
y demás. También incluye la generatividad de la que Erikson habló: el cuidado de
las generaciones futuras.
La tercera vía de descubrir el sentido es aquella de la que pocas personas
además de Frankl suscriben: los valores actitudinales. Estos incluyen tales
virtudes como la compasión, valentía y un buen sentido del humor, etc. Pero el
ejemplo más famoso de Frankl es el logro del sentido a través del sufrimiento.
El autor nos brinda un ejemplo de uno de sus pacientes: un doctor cuya esposa
había muerto, se sentía muy triste y desolado. Frankl le preguntó, “¿Si usted
hubiera muerto antes que ella, cómo habría sido para ella?. El doctor contestó
que hubiera sido extremadamente difícil para ella. Frankl puntualizó que al
haber muerto ella primero, se había evitado ese sufrimiento, pero ahora él tenía
que pagar un precio por sobrevivirle y llorarle. En otras palabras, la pena es
el precio que pagamos por amor. Para este doctor, esto dio sentido a su muerte y
su dolor, lo que le permitió luego lidiar con ello. Su sufrimiento dio un paso
adelante: con un sentido, el sufrimiento puede soportarse con la dignidad.
Frank también señaló que de forma poco frecuente se les brinda la oportunidad de
sufrir con valentía a las personas enfermas gravemente, y así por tanto,
mantener cierto grado de dignidad. ¡Anímate!, decimos, ¡Sé optimista!. Están
hechos para sentirse avergonzados de su dolor y su infelicidad.
No obstante, al final, estos valores actitudinales, experienciales y creativos
son meras manifestaciones superficiales de algo mucho más fundamental, el
suprasentido.
Boeree George (2002) Teorías de la Personalidad. Capítulo sobre Víktor Frankl.
Traducción de Gautier Rafael.
VAGINISMO
Disfunción sexual caracterizada por la aparición de espasmos en la musculatura
del tercio externo de la vagina que interfieren e incluso llegan a impedir el
coito.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Madrid, McGraw Hill, 1995, pág.
459.
VALIDEZ
1. En psicología del pensamiento, designa la propiedad de todo razonamiento que
respete las leyes y principios de la lógica. Por ejemplo si al razonar nos
contradecimos, estamos violando el principio lógico de no-contradicción, y el
razonamiento es inválido.
2. En psicodiagnóstico, designa una de las propiedades de todo test bien
construído según la cual el test es válido cuando mide lo que efectivamente
pretende medir. Un test es inválido, por ejemplo, cuando pretende medir
inteligencia pero sólo está midiendo memoria.
Cazau Pablo (2000) Vocabulario de Psicología - Redpsicología.
www.galeon.com/pcazau
VEJEZ
“El envejecimiento es un proceso que se desarrolla en el transcurso del tiempo y
que modifica la forma, las condiciones internas y las funciones de todo cuanto
existe. El envejecimiento se da en el campo material y espiritual, desde las
formas más simples de organización, como el átomo, hasta la materia más
altamente organizada, como los seres vivientes y sus funciones psicológicas.
Estos cambios se producen tanto por las relaciones de la materia y el ser vivo
con el medio, cuanto por sus propias contradicciones internas”
Strejilevich E (1990) Temas de psicogeriatría, pág. 55.
VIDA COTIDIANA
Conjunto de actividades que caracterizan la reproducción de los hombres
particulares, los cuales, a su vez, crean la posibilidad de la reproducción
cultural. Cada hombre tiene una vida cotidiana diferente: todos duermen y comen,
pero cada uno a su manera. Estas actividades lo conservan como ente natural,
viviente. Pero a diferencia del animal, el hombre reproduce lo social sólo
cuando desarrolla una función en la sociedad: la autorreproducción es por tanto,
un momento de la reproducción de la sociedad. La vida cotidiana muestra por un
lado la socialización de la naturaleza, pero también la humanización (propio,
esto, del hombre). La vida cotidiana tiene, así, una historia. Todas las
capacidades fundamentales, los afectos y los modos de comportamiento
fundamentales con los cuales trasciendo mi ambiente y que yo remito al mundo
'entero' alcanzable por mí y que yo objetivo en este mundo, en realidad me los
he apropiado en el curso de la vida cotidiana: el coraje, el autocontrol, el
compromiso, la gratitud, etc. La unidad de la personalidad se realiza en la vida
cotidiana (Heller Agnes - Sociología de la vida cotidiana - Sobre el concepto
abstracto de vida cotidiana).
Heterogeneidad de la vida cotidiana.- La actividad cotidiana es heterogénea,
ocupa muchos sentidos (vista, oído, etc) y muchas capacidades (habilidad física,
memoria, etc) así como diversos afectivos (simpatía, amistad, veneración, etc).
Un proceso singular de objetivación genérica no utiliza todos esos sentido ni
capacidades: solo algunas. O sea, el grado de utilización es muy bajo, y muchos
hombres mueren sin haberlas conocido todas. Ya que la vida cotidiana requiere
tipos de actividad netamente heterogéneos, en ella se desarrollan habilidades y
sentimientos también heterogéneos. Tipos de actividad diferentes son requeridos
tanto por la comunidad donde vive el hombre, como por sus relaciones personales.
Heller Agnes - Sociología de la vida cotidiana - Sobre el concepto abstracto de
vida cotidiana.
“En una primera aproximación podríamos definir vida cotidiana como el espacio y
el tiempo en que se manifiestan, en forma inmediata, las relaciones que los
hombres establecen entre sí y con la naturaleza en función de sus necesidades,
configurándose así lo que hemos denominado sus ‘condiciones concretas de
existencia’… Podemos caracterizar también la cotidianeidad como el modo de
organización material y social de la experiencia humana, en un contexto
histórico-social determinado… La vida cotidiana se manifiesta como un conjunto
multitudinario de hechos, actos, objetos, relaciones y actividades que se nos
presentan en forma ‘dramática’, es decir, como acción, como mundo – en –
movimiento” (págs. 12-13).
Quiroga Ana, Psicología social y crítica de la vida cotidiana. Buenos Aires:
Nueva Visión.
VIEJISMO
Definición.- El término ageism (viejismo) fue acuñado en 1969 por R Butler, y
define el conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se aplican
a los viejos simplemente en función de su edad. En sus consecuencias son
comparables a los prejuicios que se sustentan contra las personas de distinto
color, raza o religión o contra las mujeres en función de su sexo. Hoy se define
más ampliamente como cualquier prejuicio o discriminación contra o a favor de
una categoría de edad (Palmore, 1990). El viejismo se manifiesta de muchas
maneras ya sea explícitamente o implícitamente. Edith Stein, por ejemplo,
ilustra algunos prejuicios negativos hacia los viejos (Palmore 1990:3-4): “Las
personas viejas se vuelven irritables cuando se expresan disgustadas ante hechos
de la vida como lo puede llegar a demostrar cualquier persona más joven”. “Son
llamados viejos verdes porque demuestran sentimientos sexuales hacia otra
persona”. “Son comparados con los niños en cuanto a su dependencia”. “Olvidan un
nombre o un hecho y se lo asocia a “es porque está viejo”, no a que puede llegar
a tener problemas de audición”.
Palmore, E B. (1990): Ageism:“Negative and positive” Editorial Springer
Publishing Company, incorporated. New York.
“Está ampliamente demostrado y sin lugar a discusión, que en la sociedad existe
una actitud de discriminación y segregación hacia la población vieja que se
denomina ‘viejismo’. Esta conducta, ampliamente extendida, se sustenta
fundamentalmente en la utilización de prejuicios sin los cuales perdería su
soporte operacional”.
Salvarezza Leopoldo (comp) (1998) “La vejez: una mirada gerontológica actual”,
Paidós, Buenos Aires, pág. 29.
El fenómeno viejismo (ageism) comenzó a ser estudiado en 1969 por R Butler.
Término traducido al castellano y estudiado en el país por el Dr Salvarezza
(Salvarezza, 1998). Basado en sus investigaciones Butler entiende por viejismo
al conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones hacia los viejos en
función de la edad. Sus consecuencias son comparables a los prejuicios contra
las personas de distinto color, raza o religión o contra las mujeres en función
de su sexo. Hoy se define más ampliamente como cualquier prejuicio o
discriminación contra o a favor de una categoría de edad (Palmore E, 2001).
Es decir, viejismo son todas las conductas prejuiciosas por las cuales la vejez
es mirada como déficit y los viejos, segregados, en una actitud en la que ellos
mismos resultan cómplices.
El viejismo se manifiesta de muchas maneras, ya sea en forma consciente o
inconsciente. Por ejemplo, pueden citarse algunos prejuicios negativos hacia los
viejos.
· “Las personas viejas se vuelven irritables cuando se expresan
disgustadas ante hechos de la vida como lo puede llegar a demostrar cualquier
persona más joven”
· “Son llamados viejos verdes porque demuestran deseos sexuales hacia
otra persona”
· “Son comparados con los niños en cuanto a su dependencia”.
· “Olvidan un nombre o un hecho y se lo asocia a “es porque esta
viejo”, no a que puede llegar a tener problemas de audición.”
· “Se piensa que no logran cambios en tratamiento”.
· “ Los viejos son de otra época por lo tanto lo nuevo no les
interesa”.
· “ Al jubilarse los viejos son improductivos”.
Las actitudes negativas hacia los viejos se las puede observar en la cultura
popular, tarjetas de cumpleaños que denigran el avance de la edad, la carencia
de imágenes positivas de los ancianos en anuncios y programas de TV, y en el uso
de la lengua diaria de cada sociedad. También se advierte en algunos ejemplos
ilustrativos del lenguaje coloquial: “Los viejos son todos enfermos”, “El tener
canas se asocia a la vejez”, “viejo verde”, “viejo sordo”, “viejo gaga”.
Salvarezza Leopoldo (comp.) (1998) La vejez: una mirada gerontológica actual,
Buenos Aires: Paidós.
Palmore, E. (2001): The ageism survey: first findings. The Gerontologist, 41,
572-5.
Prejuicios negativos sobre el envejecer.- Palmore menciona los siguientes
(Palmore, 1990:18-25):
1. Enfermedad. Quizás el prejuicio más común contra los ancianos es que la
mayoría son todos enfermos o discapacitados. Señala que un tercio del común de
la gente asegura que los viejos pasan mucho tiempo en cama a causa de sus
enfermedades; tienen muchos accidentes en el hogar; tienen pobre coordinación
psicomotríz, desarrollan infecciones fácilmente, que una gran proporción de los
viejos se encuentran institucionalizados, viven en residencias geriátricas y que
la mayoría de los ancianos no son lo suficientemente sanos como para realizar
sus actividades cotidianas normalmente.
Hechos: La mayoría de los ancianos ( cerca del 78% de gente sobre 65 años) son
bastante sanos. Realizan sus actividades con normalidad. Mientras que una basta
mayoría de la población cree que entre un 20 y el 50 % de los viejos están
institucionalizados, solamente el 5% de la población mayor de 65 años lo está.
Con referencia al estereotipo de que los viejos desarrollan más fácilmente
infecciones y tienen más accidentes, en realidad hay entre ellos muchas menos
condiciones agudas de este tipo que entre las personas más jóvenes/1,1 por
persona y por año contra 2,3 por persona y por año debajo de los 65 años). Es
cierto que los viejos tienen más problemas crónicos (81%), pero solo una vez y
media más que las personas entre 17 y 64 años (54%), si se incluyen algunas
condiciones menores tales como el uso de anteojos, reducción de la audición y
alergias.
2. Impotencia. Un estereotipo relacionado es la creencia de que la mayoría de
los ancianos no tiene deseo sexual. Incluso los médicos asumen a menudo que el
sexo en esta etapa de la vida ya no es importante (Butler, 1975).
Hechos: La mayoría de las personas con más de 65 años continúan teniendo interés
y capacidad para las relaciones sexuales. Master y Johonson ( 1966) encontraron
que la capacidad para satisfacer relaciones sexuales continúa generalmente en
los años 70 y los 80 para las personas sanas. Un estudio realizado en el Duke
Longitudinal ( Palmore, 1981) encontró que el sexo continúa desempeñando un
papel importante en las vidas de la mayoría de hombres y mujeres en la séptima
década de vida. Un estudio (Starr y Weiner, 1981) encontró que la mayoría de los
ancianos dijeron que el sexo después de los 60 es aún más satisfactorio que en
otras etapas de la vida.
3. Desagradable. Otro estereotipo es que los ancianos son desagradables a la
vista. La belleza se asocia a la juventud, y mucha gente, especialmente mujeres,
temen la pérdida de su belleza en la vejez. Los términos siguientes reflejan
este estereotipo: Arrugadas, Marchitas, Brujas, Fósil.
Hechos: Mientras que nuestra cultura tiende a asociar al anciano con lo
desagradable y a la juventud con belleza, otras culturas tienden a admirar las
características de la edad adulta.. Por ejemplo en Japón las arrugas y el pelo
blanco son muestras de sabiduría, de madurez (Palmore 1985.
4. Declinación de habilidades mentales. Otro estereotipo es que las habilidades
mentales comienzan a declinar en la edad media, especialmente las habilidades
para aprender nuevas tareas y recordar. También que la confusión y la
desorientación son parte del proceso de envejecimiento.
Hechos: La mayoría de las personas ancianas retienen su habilidad mental,
incluyendo la habilidad para aprender y recordar. Es verdad que el tiempo de
reacción tiende a disminuir con la edad y puede que a la persona le cueste un
poco más aprender algo nuevo. Igualmente, muchas de las diferencias entre
jóvenes y viejos pueden ser explicadas por otras variables que incluyen falta de
motivación, estilo para aprender, práctica o monto de información. Cuando estas
variables son tomadas en cuenta, la edad cronológica no provee
influencias significativas en la habilidad para aprender (Poon, 1987). La
mayoría de los estudios de memoria a corto plazo coinciden que la memoria a
corto plazo se ve apenas afectada por el proceso de envejecimiento.(Kausler,
1987). En cuanto a la memoria a largo plazo se encontró que menos del 20% de la
s personas mayores no recuerdan hechos o nombres del pasado, como nombres de
presidentes, su edad, su fecha de nacimiento, número de teléfono, dirección o el
significado de palabras comunes (Botwinick, 1967: Pfeiffer, 1975). Problemas
para aprender y recordar están asociados a enfermedad que a la edad en sí misma.
5. Enfermedades mentales. Un estereotipo similar es que las enfermedades
mentales son inevitables e intratables a esta edad. Muchas personas mayores y
también los profesionales de la salud piensan que la mayoría de las enfermedades
mentales en la vejez son intratables, lo que prácticamente explica porque pocos
profesionales de la salud mental escogen especializarse en geriatría (Lebowitz,
1987)
Hechos: Tampoco son comunes, inevitables e intratables las enfermedades
mentales. Sólo un 2% de las personas mayores de 65 años son hospitalizados con
diagnósticos psiquiátricos primarios (George, 1984). Las comunidades que
estudian la psicopatología durante el envejecimiento coinciden que menos del 10%
de las personas ancianas presentan enfermedades mentales.
6. Desocupados. De acuerdo con el prejuicio acerca de que las personas mayores
son enfermas o discapacitadas muchas personas concluyen que ya no están en
condiciones de continuar trabajando y los pocos que lo hacen, no son
productivos. Esta creencia es la base de la política de retiros compulsivos.
Hechos: La mayoría de los trabajadores de avanzada edad, trabajan eficazmente
igual que los trabajadores más jóvenes. Estudios demuestran que las personas
viejas tienen la misma performance y esta no es mejor que la de personas más
jóvenes (Krauss, 1987; Riley & Foner, 1968).
7. Aislamiento. La mitad de sujetos que respondieron a una encuesta realizada
por Palmore piensan que la mayoría de los ancianos se encuentran socialmente
aislados y en solitario. Y que la mayoría de los ancianos viven solos (Palmore,
1988). Dos tercios de las personas menores de 65 años piensan que la soledad es
un serio problema para la mayoría de gente de mayor a 65 años (Harris, 1981).
Hechos: La mayoría de los ancianos no se encuentra socialmente aislado.
Alrededor de las dos terceras partes vive con su supuesta familia (U.S. Senate
Special Committe on Aging, 1988). Sólo el 4% de los ancianos se encuentran
extremadamente aislados( B. Kahana, 1987) Muchos ancianos tienen contactos con
otras personas de su misma edad. Muchos estudios coinciden de que hay una
reducción de la actividad social en la vejez, pero la mayoría de las personas
tiende a mantener sus contactos sociales (Palmore, 1981).
8. Depresión. Ya que se cree que los típicos ancianos están enfermos, que son
impotentes, que son inservibles, y que están en decadencia, es natural que se
concluya que los viejos estén deprimidos.
Hechos: La prevalencia de depresión en la vejez es menor que en la juventud.
Igualmente la depresión en la vejez es muy común. Expertos sostienen que entre
un 30 y un 60% de la población anciana ha experimentado al menos un episodio de
depresión que interfirió en su vida cotidiana (Salomon, 1981).
9. Declinación de habilidades mentales. Otro estereotipo es que las habilidades
mentales comienzan a declinar en la edad media, especialmente las habilidades
para aprender nuevas tareas y recordar. También que la confusión y la
desorientación son parte del proceso de envejecimiento.
Hechos: La mayoría de las personas ancianas retienen su habilidad mental,
incluyendo la habilidad para aprender y recordar. Es verdad que el tiempo de
reacción tiende a disminuir con la edad y puede que a la persona le cueste un
poco más aprender algo nuevo. Igualmente, muchas de las diferencias entre
jóvenes y viejos pueden ser explicadas por otras variables que incluyen, falta
de motivación, estilo para aprender, práctica o monto de información. Cuando
estas variables son tomadas en cuenta, la edad cronológica no provee
influencias significativas en la habilidad para aprender (Poon, 1987). La
mayoría de los estudios de memoria a corto plazo coinciden que la memoria a
corto plazo se ve apenas afectada por el proceso de envejecimiento. (Kausler,
1987). En cuanto a la memoria a largo plazo se encontró que menos del 20% de las
personas mayores no recuerdan hechos o nombres del pasado, como nombres de
presidentes, su edad, su fecha de nacimiento, número de teléfono, dirección o el
significado de palabras comunes (Botwinick, 1967: Pfeiffer, 1975). Las
dificultades para aprender y recordar son asociadas a enfermedad más que a la
edad en sí misma.
Palmore, E B. (1990): Ageism:“Negative and positive” Editorial Springer
Publishing Company, incorporated. New York.
VINCULO
(Del latín vinculum, de vincire, atar). Unión o atadura de una persona o cosa
con otra. Berenstein entiende por vínculo a una ligadura emocional estable
característica del mundo mental, en el que se distinguen tres áreas:
a) intrasubjetiva o intrapsíquica: caracterizada por las relaciones de objeto,
que son ligaduras estables, dispuestas a perpetuarse, pero susceptibles de
modificarse por experiencias personales significativas. Los significados
originados en esta área, se orientan hacia adentro, y se irradian hacia fuera,
“coloreando el mundo y la relación con los otros”. b) intersubjetiva o
interpersonal: caracterizada por la presencia de ligaduras estables entre dos
objetos. Representantes de estos vínculos son los familiares: de pareja, de
filiación, de hermanos. c) transubjetiva: son las representaciones ligadas a la
ideología, la política, la religión y la ética.
Berenstein, I (1991). Reconsideración del concepto de vínculo. Psicoanálisis,
APde BA, XIII (2), 219-235.
VINCULO TERAPEUTICO
En el contexto de la terapia cognitiva, Greemberg y otros destacan mucho la
importancia del vínculo terapéutico entre terapeuta y paciente para lograr un
cambio, vínculo que debe estar impregnado de actitudes de empatía, ausencia de
crítica, aprecio, autenticidad, etc. destacados por Rogers.
Greenberg L. Y otros, “Facilitando el cambio emocional”, Barcelona, Paidós,
1996, pág. 39.
Robins no desarrolla con tanta amplitud este tema, pero admiten que la relación
terapéutica es un factor “contribuyente” para el cambio, y más concretamente los
aspectos de rapport, acogimiento, apoyo y empatía. Destacan la posibilidad de la
existencia de un ambiente interpersonal facilitador como base para poder
trabajar los componentes activos de la terapia.
Robins A y Hayes A., “Una valoración de la terapia cognitiva”, incluído en
Mahoney M (ed), “Psicoterapias cognitivistas y constructivistas”, Desclée de
Brower, Bilbao, 1997, pág. 70.
VIOLENCIA
“Violencia suele ser confundida con agresividad. La agresividad sirve para
definir el territorio de cada uno y hacer valer ‘su derecho’. La violencia, en
cambio, rompe los límites del propio territorio y los del otro, invade la
relación y los vuelve confusos. Es una fuerza destructora de sí mísmo y del
otro. Es consensual definir el acto violento como todo atentado a la integridad
física y psíquica del individuo, acompañado por un sentimiento de coerción y
peligro”.
Perrone R y Nannini M (1998) Violencia y abusos sexuales en la familia, Buenos
Aires, Paidós Terapia Familiar, pág. 30.
VIOLENCIA SIMBOLICA
Bourdieu define violencia simbólica como “el desconocimiento basado en el ajuste
inconciente de las estructuras subjetivas a las estructuras objetivas”.
‘Desconocimiento’ significa que los agentes aceptan el mundo tal como es porque
le aplican estructuras cognoscitivas surgidas de las mismas estructuras de dicho
mundo. De esta forma la ‘aceptación dóxica’ acerca de la significación de las
experiencias y las situaciones que viven los agentes, hacen que las conductas se
ajusten a las condiciones de funcionamiento, lógicas y exigencias sociales.
Las luchas, en un campo dado, tienen por fin mantener o mejorar la propia
posición. Para lograrlo, los participantes deben implementar las reglas de juego
del campo donde estén, con lo cual todos contribuyen a la reproducción del
sistema de poder. Este juego alude a las estrategias simbólicas que se ponen en
práctica con el fin de monopolizar el capital circulante e imponer a los demás
las reglas e intereses propios de los grupos dominantes. Se trata de legitimar
la propia autoridad y reforzar la adhesión del resto.
Bourdieu P y Wacquant L, Respuestas para una antropología reflexiva. Madrid:
Grijalbo.
VIRTUAL
1) Entendido como lo opuesto de actual, lo virtual es todo aquello que no se
encuentra presente aquí en el espacio o ahora en el tiempo. Sinónimo: inactual.
2) Entendido como lo opuesto de real, lo virtual es aquello que no tiene
existencia efectiva o tangible. Sinónimo: potencial. En el ámbito de la
informática, el adjetivo ‘virtual’ suele aplicarse a la realidad (realidad
virtual) y a la comunicación (comunicación virtual).
Pablo Cazau –“Vocabulario de psicología” Redpsicología – www.galeon.com/pcazau
VOYEURISMO
Parafilia que se caracteriza por ser la principal fuente de excitación sexual
para el sujeto la contemplación de personas desnudas o realizando algún tipo de
actividad sexual.
Belloch A y otros, Manual de Psicopatología, Madrid, McGraw Hill, 1995, pág.
459.
YO
Se puede considerar al yo como el nombre de siete funciones básicas de la
personalidad: la adaptación a la realidad, la interpretación de la realidad, el
sentido de la realidad, las defensas, las relaciones de objeto, las funciones
autónomas (en el sentido de Hartmann: pensamiento, lenguaje, voluntad, etc.), y
la síntesis.
Bohoslavsky R, Orientación vocacional, Buenos Aires, Nueva Visión, 2001, 21
edición, pág. 54.
Según C. Rogers, de la interacción del organismo y el ambiente, y en particular
de la que se tiene con otros significativos, emerge gradualmente una estructura
del yo, o un concepto de ‘quién soy’. Conforme los niños pequeños interactúan
con su ambiente, adquieren ideas sobre sí mísmos, el mundo y de su relación con
éste. Las experiencias que tienen y que parecen aumentar el yo son incorporadas
en la imagen de sí mísmo, y las que parecen amenazar al yo son negadas y
consideradas ajenas a este. El ‘yo’ que forma el individuo puede ser una
variación de la experiencia real de su organismo debido a que incluye valores
que son tomados de otras personas en lugar de las experiencias reales del
organismo.
Engler Barbara, Introducción a las teorías de la personalidad. México:
McGraw-Hill, pág. 330-331.
Según P. Aulagnier, el Yo surge en y a través del a posteriori de la nominación
del objeto catectizado: el descubrimiento del nombre del objeto y de la
nominación del vínculo que lo une al sujeto da nacimiento y sentido a una
instancia que se autodefine como deseo, envidia, amor, odio, espera… de ese
objeto. El Yo no es más que el saber que el Yo puede tener acerca del Yo: si
esta fórmula es exacta ella implica también que el Yo está formado por el
conjunto de enunciados que hacen ‘decible’ la relación de la psique con los
objetos del mundo por ella catectizados y que sumen valor de referencias
identificatorias, de emblemas reconocibles por los otros Yoes que rodean al
sujeto.
Aulagnier P, La violencia de la interpretación, pág. 147.
YO CREATIVO
Según Adler es el yo en sus aspectos creativos que interpreta y hace
significativas las experiencias del individuo y que busca que éstas satisfagan
el estilo de vida único de la persona. En otras palabras, el yo creativo
establece, mantiene y persigue los objetivos del individuo, y supone la idea que
la naturaleza humana es en esencia activa, creativa y determinada al moldear su
respuesta al ambiente. El concepto de Adler refuerza también la idea de este
autor de que los individuos hacen sus propias personalidades a partir de las
materias primas de su herencia y ambiente.
Engler Barbara, Introducción a las teorías de la personalidad. México:
McGraw-Hill, pág. 109.
ZURDERA
Condición de la persona que es más hábil con la mano izquierda. La razón es un
predominio de la actividad del hemisferio derecho del cerebro. Se considera que,
en Occidente hay una tendencia cultural a desarrollar más el hemisferio
izquierdo (habla, lectura, escritura, cálculos numéricos) y que por ello la
mayoría de las personas son diestras.
Cazau Pablo (2000) Vocabulario de Psicología - Redpsicología.
www.galeon.com/pcazau
1 comentario:
Excelente
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